Entretenerse votando Genocidio en Gaza
Israel no ganó Eurovisión 2025, pero para muchísimas personas racializadas, feministas y anticolonialistas, su segundo puesto fue la derrota más amarga de la noche. No porque la canción fuera buena o mala. Tampoco porque el certamen tenga alguna relevancia musical real. Fue una derrota de quienes hemos pasado meses, años, denunciando una masacre retransmitida en directo desde Gaza. Fue la prueba de que la propaganda del Estado de Israel es más es eficaz de lo que creemos y es celebrada, premiada, votada con entusiasmo por millones de europeos. Entre ellos, muchos españoles.
Cuando Israel recibió los 12 puntos del televoto español, fue una muestra más de cómo la opinión pública en Europa puede ser manipulada hasta extremos grotescos. Y sobre todo, fue una alerta. Porque si el entretenimi...