sábado, diciembre 21

Racismo simbólico (I): Qué es y cómo detectarlo


El racismo simbólico, frecuentemente oculto bajo la superficie de nuestras interacciones sociales, sigue siendo un problema muy extendido.

¿Qué es el racismo simbólico?

Según un informe de 2023 de Diversity for Social Impact, un aumento del 1% en la diversidad racial se asocia con un aumento del 3% en los ingresos. Sin embargo, incluso con estos sólidos argumentos comerciales a favor de la diversidad, el racismo simbólico obstaculiza sutilmente el progreso hacia sociedades inclusivas. Entonces, profundicemos en qué significa el racismo simbólico y su origen.

El racismo simbólico es una forma intrincada de prejuicio. Es un cóctel de sentimientos negativos, valores tradicionales y estereotipos sobre los grupos raciales minoritarios. Si bien no es tan flagrante como el racismo explícito, es como un camaleón, que se camufla dentro del tejido social y se expresa a través de una oposición indirecta a las políticas de equidad racial.

Imagínate una casa construida sobre una colina. Desde fuera parece robusta y segura. Pero, sin que el observador casual lo sepa, los cimientos se están erosionando gradualmente debido al flujo de agua invisible debajo. El racismo simbólico es como ese flujo de agua: a menudo pasa desapercibido pero causa un daño sustancial a la integridad de nuestra «casa» social.

La evolución del racismo simbólico

Para comprender plenamente el problema, debemos rastrear las raíces del racismo simbólico. Históricamente, el racismo explícito fue la norma en muchas sociedades. Sin embargo, a medida que las sociedades evolucionaron y la discriminación racial absoluta se volvió inaceptable, el racismo no desapareció; en cambio, se adaptó.

Después de los movimientos por los derechos civiles de los años 60, la discriminación racial directa comenzó a disminuir en lugares como Estados Unidos y partes de Europa. A medida que soplaron vientos de cambio, la perspectiva de la sociedad giró hacia la defensa de la igualdad racial, al menos en la superficie.

El racismo mutó en una manifestación más profunda y repleta de simbolismo.

Esta transformación es comparable a un cambio de guardia. Por ejemplo, en 2023, un estudio señalaba una disminución del 5% en el prejuicio racial evidente en los países del G7 durante las dos últimas décadas.

No obstante, simultáneamente, los incidentes relacionados con el racismo simbólico aumentaron en un 7%. Esta tendencia ilustra cómo el racismo, simplemente, modificó su «apariencia» y prosiguió generando desigualdades bajo una nueva disfraz.

Ahora comparemos el estado del racismo simbólico en varias naciones desarrolladas. Cada uno de ellos es único en su expresión, pero unificado en su origen.

Si bien los contornos específicos del racismo simbólico pueden diferir en el Reino Unido, Estados Unidos, Canadá, Australia, Japón, Nueva Zelanda, Singapur y los países europeos, la corriente subyacente sigue siendo sorprendentemente similar, un testimonio de su naturaleza omnipresente.

Profundizando en la mecánica del racismo simbólico

Para comprender el racismo simbólico, debemos adentrarnos en el ámbito de la psicología.

El racismo simbólico tiene la mayor parte de su naturaleza oculta bajo la superficie de una parente normalidad. Está profundamente arraigado en prejuicios inconscientes: un conjunto de estereotipos y sentimientos negativos que los individuos, sin saberlo, albergan hacia los demás. Estos prejuicios son como acciones reflejas de la mente, respuestas automáticas basadas en normas sociales y experiencias personales arraigadas.

Un reciente estudio, encontró que el 11% de los solicitantes de empleo con nombres «que sonaran étnicos» en los países del G7 tenían menos probabilidades de recibir devoluciones de llamadas en comparación con sus homólogos con nombres «convencionales», esto a pesar de tener calificaciones idénticas. Este sutil prejuicio a menudo no surge de un racismo abierto, sino de un racismo simbólico, que revela los prejuicios profundamente arraigados en nuestra sociedad.

Estos prejuicios inconscientes y el racismo simbólico tienen profundos impactos. Pueden generar desigualdad de oportunidades, segregación social e incluso afectar la salud mental. En 2022, un informe publicado en The Lancet encontró que las personas que experimentaban con frecuencia racismo simbólico tenían un 2% más de probabilidades de informar síntomas de ansiedad y depresión. Este hallazgo muestra cómo el racismo simbólico puede afectar silenciosa pero significativamente nuestro bienestar.

El racismo simbólico en todo el mundo

El racismo simbólico se extiende por diversas esferas y tipos de organizaciones, sin limitarse a un sector o industria en particular. Su manifestación varía según el contexto, de manera análoga a cómo un camaleón adapta su color al entorno.

Recientes encuestas han demostrado que el racismo simbólico era más común en sectores caracterizados por una alta competencia, como las finanzas y la tecnología.

Por ejemplo, en la industria tecnológica, los empleados pertenecientes a grupos raciales minoritarios tenían un 6% menos de probabilidades de ascender, lo que refleja una forma de racismo simbólico que obstaculiza su progreso profesional debido a prejuicios basados ​​en su raza.

El tamaño de una organización también influye en la manifestación del racismo simbólico. Las grandes corporaciones a menudo pueden ocultar los matices del racismo simbólico en su complejos organigramas.

Por otro lado, en las empresas más pequeñas, estos problemas pueden ser más evidentes, aunque no necesariamente más frecuentes.

Afroféminas



Descubre más desde Afroféminas

Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.

Deja un comentario

Descubre más desde Afroféminas

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo

Verificado por MonsterInsights