La carrera de Aauri Bokesa Abia como deportista podría definirse con tres palabras: tenacidad, talento y disfrute. La primera, alude al trabajo duro, a los desplazamientos desde Fuenlabrada, la localidad madrileña en la que residía, al centro para poder entrenar y al sacrificio que supone estudiar y hacer deporte a su nivel. El segundo término resultaba necesario en su descripción, puesto hay que ser muy buena para poder brillar como ella lo ha hecho y lo hace, tanto en el baloncesto profesional como en el atletismo. Y el último se deriva del amor que le ha puesto a cada episodio de su vida deportiva, a la gente de la cual se ha rodeado y a los valores que ha aprendido.
Aauri Bokesa es una mujer enorme y no me refiero solo a su estatura.
En el mundo del baloncesto has ganado junto a la selección española varios campeonatos europeos y como atleta has sido campeona de España en tres ocasiones, ¿haces bien todo lo que te propones?
El baloncesto me ha dado muchas cosas y prácticamente todos mis éxitos en categorías inferiores. Fuimos campeonas de Europa en la categoría sub 16 y sub 18, subcampeona de Europa en categoría sub 18 (fui convocada con las de un año más) y cuartas de Europa en el mundial sub 19.
Como atleta he sido campeona de España absoluta en 11 ocasiones. 7 en aire libre y 4 en pista cubierta.
Guardo muy buenos recuerdos a casa uno de mis títulos nacionales y europeos, pero sin duda lo que más orgullosa me hace sentir es haber sido finalista absoluta europea y haber participado en dos juegos olímpicos.
Soy consciente de que no es un mal palmarés, pero todavía no he conseguido lo que gustaría. Supongo que por esa razón sigo entrenando y luchando por mis sueños deportivos aunque ya haya cumplido los 30. ¡¡Jeje!!
Lo curioso es que al mundo del atletismo llegaste de casualidad … ¿cómo fue?
Totalmente. La casualidad se dio porque mi antiguo preparador físico, en el Club Estudiantes, también era entrenador de atletismo. En 2008, después de haber terminado la liga regular con El Estudiantes, pero a punto de comenzar la concentración con la selección de baloncesto, me ofrecieron correr una carrera para el equipo de atletismo AD Marathon. No lo dudé y ahí es como empezó todo. Ese mismo año quedé octava en el campeonato de España absoluto de atletismo y fuimos cuartas con la selección en el europeo sub 20 de baloncesto. Fue un año de muchísimas experiencias. A partir de ahí, estuve dos años compaginando atletismo y baloncesto. Pero en 2010, decidí dejarlo y apostar por el atletismo con vista a los Juegos Olímpicos de Londres 2012.
Quedaste tercera en tu primera prueba, ¿qué sentiste al subir al pódium (si lo hubo)?
Esa carrera era una liga en la que el AD Marathon se jugaba el descenso. Yo no tenía ni idea de cómo correr un 400, no sabía colocar los tacos de salida, llevaba unas zapatillas de clavos prestadas que me apretaban bastante y no estaba nada cómoda corriendo en top y en braguitas. Al ser una jornada de liga, no había ni pódium ni medallas, pero sabía que el haber quedado en tercera posición era algo bueno para el equipo. Hace más de 10 años de eso y no me acuerdo bien de lo que sentí al llegar, pero sí que me di cuenta de lo difícil y cansado que era correr 400 metros. ¡¡Jejej!!
Pero… vayamos al principio, ¿por qué el baloncesto?
Lo del baloncesto también tiene su cosilla… Mi madre tenía claro que mi hermano y yo haríamos deporte. Probé varios de pequeña, pero justo antes de empezar con baloncesto hice ballet y sevillanas. ¡¡Jajajaj!! Siempre he sido muy alta y de pequeña era aún más patosa de lo que soy ahora. A día de hoy no me sorprende nada que la profesora de ballet le recomendase a mi madre que me apuntase a otra cosa que fuese más con mis características físicas. Así que mi madre me metió a baloncesto. En la actualidad, no puedo más que darle las gracias a mi profesora de ballet por ello. Jeje.
Más allá de lo estrictamente físico. ¿qué valores aporta practicar un deporte como el baloncesto?
Los valores positivos que puede tener el deporte en general son muchísimos. Siempre dependiendo de quiénes sean tus entrenadores y tus referentes. A mí, el baloncesto me ha transmitido muchísimos valores positivos gracias a que tuve la suerte de tener magníficos entrenadores. El respeto, el esfuerzo, el trabajo en equipo, el compañerismo… son algunos de los valores que me dio el ser jugadora de baloncesto. Pero sin duda, lo mejor fue la amistad. Mis mejores amigas me las dio el baloncesto.
Desde muy jovencita has participado en competiciones grandes, ¿qué ha supuesto eso para ti? ¿Y para tu familia?
Para mi familia no fue fácil, en el sentido en el que mi madre siempre me tuvo que llevar a los sitios. Por supuesto, aunque implica sacrificios, para ella acompañarme y estar conmigo en cada entrenamiento o partido era algo que la encantaba. Pero se hizo duro cuando empecé a jugar con la selección de Madrid. Nosotros somos de Fuenlabrada y trasladarte a Madrid entre semana para un entrenamiento no resultaba fácil. Pasó algo similar cuando empecé a ir con la selección española. Recuerdo que en el primer europeo que ganamos celebrado en Turín, en Italia, mi madre estaba ahí. Y luego, cuando con 15 años comencé a jugar en el Estudiantes, mis padres también tuvieron que hacer muchos esfuerzos para irme a recoger cada noche.
Para mí era una aventura. Me lo pasaba muy bien viajando, entrenando fuera y yendo de concentraciones… Tampoco fue fácil porque en algunas ocasiones me costaba integrarme, sobre todo en las concentraciones con el equipo nacional y estar fuera de casa varias semanas con esa edad también complicaba todo un poco. Pero, la verdad, es que lo recuerdo con mucho cariño. Son experiencias necesarias para crecer y madurar, también muy divertidas.
¿Sientes que has renunciado a muchas cosas?
Realmente no. Nunca he ido a un viaje de fin de curso ni de instituto ni de universidad. Me he perdido fiestas de amigos, bodas, comuniones y bautizos de familiares. Gran parte de mi verano cuando era pequeña lo pasaba con el equipo nacional, pero no fueron renuncias, siempre estaba donde quería estar.
Y además de competiciones, ¿qué has ganado?
Mis mejores amigas, mi novio, que le conocí gracias al atletismo; muchas personas importantes para mí que han sido y son grandes referentes; muchos valores por haber jugado en un deporte de equipo y luego otros tantos gracias al atletismo… He ganado conocer infinidad de lugares y vivir grandísimas experiencias. Ahora, estoy viviendo en Suiza gracias al atletismo. La valoración general es muy positiva. No obstante, también tengo que decir que no todo es de color de rosa, los deportistas vivimos también muchos momentos duros y de frustración…
El caso es que pasaste de un deporte de equipo a uno individual, ¿qué diferencias hay?
Muchísimas. Y sobre todo si comparamos un deporte como jugar al baloncesto con otro como el atletismo. El baloncesto, aunque pasaba muchísimas más horas entrenando y viajando, es un deporte en el que no se sufre físicamente. Hay sufrimiento y frustración en muchos momentos, pero aunque obviamente es un deporte y lleva muchos esfuerzos y sacrificios detrás, no deja de ser un juego. Yo además, como jugadora de baloncesto he tenido la suerte de haber jugado con muchas de mis mejores amigas, tanto en el Estu como en la selección. El sentimiento de equipo, de pertenencia es algo estupendo. Trabajar y luchar por un objetivo común, teniendo también muchos momentos de diversión…
En cambio, el atletismo es un deporte muy duro, se sufre físicamente cada día, necesitas ser una persona muy disciplinada porque todo es fundamental y si tú no trabajas y no te esfuerzas, no lo puede hacer nadie por ti. El descanso, la alimentación, cuidar tu cuerpo al máximo, saber renunciar a muchas cosas, todo es mucho más importante y se lleva de manera mucho más extrema.
¿A veces notas cierta soledad?
Realmente no. Al principio se me hacían raras algunas competiciones por eso, debido a que el calentamiento lo haces tú sola y en algunas competiciones ni siquiera está tu entrenador. Pero te acostumbras fácilmente. A la hora de entrenar tienes a tus compañeras y a tu entrenador y también es fundamental tener un equipo detrás, físio, médico, psicólogo, nutricionista… por lo que, aunque sea un deporte individual, también tiene una parte fundamental de trabajo en equipo.
¿Y cómo es eso de competir representando a un país ? ¿Sientes peso ? ¿Miedo ? ¿Orgullo?
Cuando era pequeña me costaba bastante, no el hecho de representar a España (estar con la selección siempre ha sido un orgullo para mí, puesto que significa que eres de los mejores del país en lo que haces) sino el de sentir la bandera española. Nos subimos varias veces a lo más alto del pódium y no sentía ni de lejos lo mismo que sentían mis compañeras. Con atletismo nunca me he subido a un pódium internacional, pero es algo que deseo y por lo que trabajo cada día y la verdad me intrigan los sentimientos que tendría en un momento con ese.
Representar a un país siempre es un orgullo, pero también es una responsabilidad. En competiciones internacionales siempre hay mucha gente detrás de la pantalla por lo que la
Compites por España porque es donde has nacido , ¿pero te sientes y te sienten española ?
A día de hoy me siento española. Pero no siempre ha sido así. Es difícil sentirse de un sitio cuando sabes que muchas de las personas de ese país nunca te van a considerar parte de él. Soy española porque he nacido en España y me he criado con la cultura española. Y por desgracia, no conozco el lugar donde nacieron mis padres. Por lo que no conozco otro país con el que sentirme más representada que con España.
Eso no significa que no me sienta africana, porque cuando digo que me siento española no son solo algunos españoles los que no entienden a qué me refiero. Muchos africanos, e incluso extranjeros de otros países, confunden que me sienta española con que renuncie a mis orígenes y no tiene nada que ver. Creo que hay muchas personas que se sienten como yo, no puedo ser española debido a mi color de piel y tampoco puedo ser africana porque estoy demasiado europeizada. Por suerte, con el tiempo he ido solventando ese problema de identidad y he entendido que soy lo que yo siento que soy y no lo que los demás quieren que sea. Soy africana, muy orgullosa de serlo y cada vez más (desde hace dos años he aprendido a sentirme cómoda con mi pelo natural), soy española y bubi (la etnia de la que son mis padres, ellos nacieron en Malabo, en la Isla de Bioko). Además, me hice un test de ADN hace un año y tengo un 60% de nigeriana y un 20% ciento de keniata. Así que soy muchas cosas y estoy muy orgullosa de eso.
¿Y qué hay de tu país de origen , Guinea Ecuatorial, te gustaría poder colaborar en la promoción del deporte de ahí ?
Por supuesto. Soy trabajadora social, estudié un máster en desarrollo social, ahora estoy cursando otro máster por la UNED en Acción Socioeducativa con Colectivos Vulnerables y trabajo en un proyecto de educación en valores, a través del deporte con niños y niñas en acogimiento residencial. Mi objetivo en mis años deportivos está siendo formarme lo máximo posible para, el día de mañana, poder dedicarme a los proyectos sociales utilizando el deporte como hilo conductor. Y por supuesto, uno de mis focos de ayuda es Guinea Ecuatorial.
¿Eres consciente de que puedes ser referente para muchas niñas negras que quieren ser deportistas? ¿Qué les dirías?
Si, lo sé. Y me gusta mucho poder serlo. Creo que el deporte es una manera muy buena de empoderar a las niñas negras. Siempre que me cruzo por la calle con madres con hijos les pregunto que si hacen deporte y les animo a apuntar a sus hijos a deporte. Es una manera no solo de pasar el tiempo cuando eres pequeño, sino de aprender muchas cosas. Se trata de una forma, también, de evitar pasar mucho tiempo en la calle sin un objetivo, un modo de aprender a ser responsable y disciplinado.
A las niñas negras que quieren hacer deporte les diría que pueden hacer cualquier cosa que se propongan, que es posible, que se debe compaginar el deporte con los estudios y que siempre se rodeen de gente que les hagan ser mejores personas.
Uno de los problemas que encontramos es que hay muchos padres que no pueden apuntar a sus hijas a deporte por falta de recursos. En ese caso, les diría que fueran al ayuntamiento o a los servicios sociales a preguntar sobre becas deportivas, y que insistan y valoren las diferentes maneras que podrían tener sus hijos para hacer deporte. Becas, asociaciones, fundaciones que les pudieran ayudar con ello porque será algo muy beneficioso para sus hijas.
¿Qué te hubiera gustado que te dijeran a ti?
El mensaje que les daría a las niñas es el que me transmitió mi familia cuando yo era pequeña.
¿A qué referentes mirabas tú?
La verdad es que no tuve muchos referentes pero fueron en su mayoría hombres jugadores de baloncesto.
Parece que últimamente hay una mayor atención mediática por los deportes que no son el fútbol, ¿cómo lo ves tú? ¿Aún falta que los medios pongamos el foco sobre esos “otros” deportes?
Es cierto, algunos periódicos deportivos se esfuerzan por dar visibilidad a otros deportes y al deporte femenino, pero aún queda muchísimo por hacer.
Por supuesto que los medios han de poner el foco en otros deportes pero también desde las federaciones deportivas, han de trabajar a nivel de marketing para dar visibilidad a sus deportes. El deporte es algo muy atractivo de ver, pero estamos a años luz de otros países y no tenemos cultura deportiva.
¿Y cómo se vive ganar algo y que las cámaras rara vez estén?
Bueno, también te acostumbras…
Y encima ,cuando se trata de deporte femenino , la atención es aún menor …
Lo positivo es que en atletismo no es así, en mi opinión es uno de los deportes más igualitarios que existe.
¿Crees que se está solventando?
Totalmente. Este año se ha dado un paso hacia adelante muy importante, tenemos ejemplos con el fútbol y el baloncesto femenino.
¿Cómo continuar avanzando?
Visibilizando y dando valor a lo que hacemos
¿Cuáles son tus planes a medio plazo?
Seguir entrenando y viviendo en Suiza mientras preparo lo que serán mis últimos años como deportista profesional. No sé si serán 1, 2 o 3 años más, pero sé que me falta poco.
Mientras tanto, seguir trabajando en mi proyecto de educación en valores a través del deporte mientras me sigo formando.
¿Y a largo?
Volver a España a vivir y llevar a cabo los proyectos sociales que tengo en mente.
Lucía Mbomío
Periodista
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