sábado, diciembre 21

Nuestro pelo


Es inalcanzable un cielo sin estrellas

“Pretendí alcanzar el cielo desde mi ventana en una noche sombría.
Extendí mi brazo a lo alto, y mi cielo no podía tocar.
Escalé la montaña más alta, alcé mi mirada al infinito. Nada pude lograr.
Impotente, deseé sólo poder ver una estrella, tan sólo una estrella…”

 «El cabello químicamente tratado ni es sano ni es natural»

Hace unas semanas alguien me preguntó sobre el por qué en contra de lo que escribimos sobre el valor del cabellos afro yo llevaba extensiones en la foto de presentación de este espacio, a lo cual respondí pero alguna le pareció un exceso pues figuró que una invasión a mi privacidad, y por lo tanto sobraban mis explicaciones. Respondiendo a ese comentario me salió esto:



Antes de nada decir que soy muy celosa de mi privacidad, y en absoluto considero que me la hayan violado y menos en un espacio como este. Las cosas hay que juzgarlas en su contexto. Ahora bien, lejos de los prejuicios y estereotipos, lo primero por lo que se nos juzga es por la imagen. Ya debatimos en esta extensión que el cabello es símbolo de identidad. Y sí, cada uno es libre de hacer con su cuerpo lo que se le plazca, pero si tratamos de levantar la imagen de la mujer afro obviando aquellos pequeños detalles, incluso quizás insignificantes y que sí le hacen especial, flaco favor les haremos a aquellas miles de afroféminas que necesitan un espejo donde mirarse y admirar su belleza para sentirse únicas e irrepetibles. «Habría que admirar el brillo de sus estrellas, para desear y alcanzar el cielo».



Dicho esto, cada uno puede quemarse su cabello todo lo que quiera, ponerse extensiones de la altura que le plazca, pero no es ninguna mentira que correrá el riesgo de perder su cabello o incluso quedarse calva. Eso la industria de productos para quemar el cabello no lo dice. Al menos las tabaqueras advierten que fumar puede matar. Sin ánimos de ofender, el cabello químicamente tratado ni es sano ni es natural  y puedo decirlo porque yo lo llevo así. Desde que me desrizo el cabello he perdido volumen.

«Mi compañero no estaba lejos de su verdad»

Me quité las extensiones, como de costumbre cuando llega el verano, ahora llevo mi cabello desrizado, pero para ironía mía, me hago rulos para obtener la apariencia afro.

Hoy me preguntó mi compañero saudí que por qué me había quitado las extensiones; seguido, digo que le gustaba más el cabello que llevaba antes, que me veía más guapa con las extensiones. Yo le respondí que se acostumbraría verme con mi pelo afro. Entendí que él no estaba lejos de su verdad. Acostumbrado a ver a las mujeres de melena larga y lisa, u ondulada, probablemente (si no la lleva corta) así la tendrán su madre, su hermana, su amiga, su novia, etc. Ese sería su patrón de mujer bella.

Termino con una reflexión:

¿Cómo pretendemos que nuestras niñas, hermanas aprendan a amar su naturaleza cuando no hacemos más que profanarla?
¿No es hora de cimentar nosotras nuestro patrón de belleza?
¿Si no lo hacemos nosotras quien esperamos que lo haga?

Marta Paulina Mamiaga Iyanga



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