viernes, diciembre 5

¿Quién cuestiona a las que cuestionan?


Sin tanta profundidad quiero decir algo: No me vengan con el cuento de que por ser feminista, activista, antirracista o lo que sea, se es buena persona. Todas, todos y todes —a como les gusta decir— tienen la capacidad de promover la maldad.

Sépanlo bien, las posiciones políticas o las opresiones que te atraviesan no garantizan, necesariamente, que seas alguien agradable. Así mismo, si eres blanco, si eres negro o indígena, puedes tener la personalidad más horrible y herir a los demás. Aunque no te guste, tu capacidad humana te la ha dado.

Recomiendo conocer a las personas por lo que son en el fondo, no importa su profesión o si tienen un doctorado, aquí nadie está exento de comportarse de forma violenta. Posiciones políticas, convicciones morales y postureos en redes sociales déjenlos a un lado. 

No santifiquen a la gente por el nivel de opresión que cargan en el cuerpo. Todas las personas son perfectamente capaces de actuar mal y practicar la vileza, el cinismo, la hostilidad, la envidia, la vanidad, la hipocresía; el lugar es indiferente. 

Ahora quiero decir otra cosa: ¿Por qué se ha cocinado tanta moralina dentro del movimiento feminista? Lo he visto y a modo de crítica les diré algo que considero ya saben: no es conveniente imponer ninguna posición ideológica sobre nadie; si le arrancas a una persona su libertad individual, la comunidad que buscan no prosperará, si le obligas a pensar únicamente en colectivo, no habrá paz nunca.

No todo lo que aparente ser bueno es bueno, no todo lo que se pinte de morado, celeste, negro, verde, rojo y arcoíris es malo, apliquen esto a lo que quieran. En todos lados se hierve cualquier forma de miseria aplicable a la interacción humana.

Hoy les propongo deshacerse del vestido y cambiar la lupa, renovar los lentes y abrir más la mirada; quitarse la camisa de fuerza y entender al animal en su hábitat más competitivo. 

Señoras, señores, gente de todas las edades, mujeres trans, mujeres cis, adolescentes en depresión. Conozcan el veneno del que beben, para que cuando llegue el momento de enfrentar el daño, sepan bien cuál antídoto usar.


Joan Collins

Periodista panameña y estudiante de español.

Ha publicado diversos textos en revista Afroféminas (España), periódico Capital Financiero y revista Concolón (Panamá).

Formó parte de la antología poética ‘Sanaré: Sanar juntxs desde la palabra’ (Puerto Rico,
2021).


Descubre más desde Afroféminas

Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.

Deja un comentario

Descubre más desde Afroféminas

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo

Verificado por MonsterInsights