Un año más, en pleno S.XXI, aquí tenemos de nuevo a personas blancas tiñéndose la piel de negro y resignificando la racialidad como un operador necesario que nos recuerda que aquí existen personas subordinables al sistema.
Hay gente que se sirve de sus privilegios «blancos» apoyados en este maldito sistema racista desde el que nos oprimen sin ninguna empatía hacia lo que representamos, decimos o sentimos las personas racializadas.
Por mucho que repitamos que este es un acto extremadamente racista y nefasto para las infancias negras, nadie se da por aludido, ni se repara deteniendo estos blackface masivos en toda España por estas fechas. Varios Ayuntamientos y municipios se sumarán al acto de gran vergüenza y seguro que hay personas negras o racializadas en estos municipios a las que se puede recurrir.
Ya es hora que se tenga claro que este país es diverso y hay que tener en cuenta todas las sensibilidades. La multiculturalidad es el eje central de España, y se puede recurrir a personas racializadas o negras para representar a Baltasar.
Nuestra piel no es un campo de recreo para el divertimento de las personas que se pintan de negro y tampoco para las que aplauden a estas. Estamos hartas de decirlo. Otros países están modificando unas prácticas grotescas a nuestros ojos.
Esta recreación nos recuerda el pasado histórico y el “Régimen esclavista” que oprimió a «Pueblos del Sur.”
Ahora aparecerá la que nos dirá que eso es historia de hace cuatrocientos años. Pues solo me queda responder que las consecuencias del racismo están presentes y arraigadas en nuestra sociedad actual. Pintarse la piel de negro es racista.
Exigimos respeto a la convivencia entre culturas. Las personas que formamos parte de la diversidad racial estamos presentes en las calles de este país y cuando os envolvéis de betún imitando nuestras pieles tratando de dejarnos desnudas a través de una tradición, la de pintarse de negro, nos estáis recordando que el «sistema esclavista» sometió a pueblos enteros y existe una necesidad de magnanimizar esa historia.
Cuando se sigue recreando que os podéis pintar con nuestras pieles, nos estáis recordando que entronizar la blanquitud y subordinar la negritud es la única opción válida y nos explicáis que nuestras pieles negras se pueden poseer sin tener en cuenta que la traducción de esta carga histórica es el racismo que existe en este país y que a pesar de los avances sigue presente.
Una vez más, os recordamos que esta tradición apareció como una forma de burlarse de las personas negras y entretener a las blancas.
Estamos cansadas de repetirlo: pintarse la cara o el cuerpo de negro es extremadamente racista.
Rita Bosaho
Activista afrofeminista y defensora de DDHH.
Primera diputada negra en el parlamento español y Ex-Directora General para la Igualdad de Trato y Diversidad Étnico Racial en el Ministerio de Igualdad del Gobierno de España.
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