Eric Saade regresó el martes por la noche al escenario de Eurovisión cantando «Popular» con el que había representado a su país en el certamen musical de 2011. Sin embargo, sin informar a la UER y aunque debido a la guerra en Gaza, la organización ha prohibido este año a los participantes exhibir banderas o símbolos palestinos, apareció en el escenario con una kafiya envuelta alrededor de su mano.
La razón por la que el cantante tomó esta decisión es por su origen, ya que su padre es palestino, queriendo de esta manera enviar su propio mensaje para su pueblo. Inmediatamente después de su aparición, la UER se apresuró a pedir disculpas en un comunicado, recordando el carácter apolítico del acontecimiento.
“El Festival de la Canción de Eurovisión es un programa de televisión en directo. Todos los artistas han sido informados de las bases del Concurso y lamentamos que Eric Saade haya decidido comprometer el carácter apolítico del evento. Si es necesario, estaremos encantados de seguir hablando con usted una vez finalizada la transmisión en vivo», dijo, y el cantante reaccionó poco después.
Al ver el anuncio de la UER tras su aparición y la eliminación de su actuación en las redes sociales del concurso de Eurovisión, Eric Saade acusa el concurso de racismo.
“Esta fue mi manera de mostrar mis raíces, que es muy importante en un mundo así. Recibí esta keffiyeh de mi padre cuando era joven, para nunca olvidar de dónde viene mi familia. No me imaginaba entonces que algún día la UER lo llamaría «símbolo político». Es como llamar al «caballo sueco Dala» un símbolo político. Eso en mi opinión es racismo.
«Quería ser inclusivo y usar algo auténtico para mí, pero la UER parece encontrar controvertida mi nacionalidad . Eso no dice nada de mí, pero dice mucho de ellos. Me atendré al lema de Eurovisión de este año: «¡Unidos por la música!». Sólo puedo esperar algún tipo de cambio en el futuro», escribió el cantante en su publicación.