Miles de mujeres están cruzando América Latina solas o con sus familias en busca de un futuro mejor, sin embargo, en la mayoría de las ocasiones salen de sus países sin la guía correcta sobre lo que deben llevar para atravesar las fronteras o cómo y por dónde es mejor hacerlo, lo que expone a las migrantes y a sus hijas e hijos a todo tipo de experiencias y violencias, especialmente la sexual.
«La información que ellas encuentran es de redes sociales, se mueve a través de Facebook, TikTok y Whatsapp, y es información que la generan hombres, pero cuando un hombre te cuenta lo que pasa en una trocha o en un paso irregular en una frontera no es lo mismo que cuando una mujer se para ahí con sus niños y niñas», explica Alexandra Maldonado, creadora de Reinas Migrantes un proyecto que pone en valor las experiencias que venezolanas vivieron en su travesía hasta llegar a Ecuador y quienes, por medio de un podcast, relatan sus historias y dan consejos a otras que están pensando en migrar.
«La idea también es que se comiencen a sentar las historias de mujeres, que sean las mujeres que cuenten lo que pasa. Cuando ellas cuentan una historia tal vez están salvando la vida de alguien», agrega.
La idea del podcast nació después de varios años de trabajo junto a migrantes venezolanas en el marco de otro proyecto que ahora es una fundación y que se llama Las Reinas Pepiadas, lo que le permitió a Maldonado conocer a profundidad sus historias y todo lo que tenían que pasar desde que salían de sus casas en Venezuela hasta que lograban establecerse en Ecuador.
Las experiencias de las migrantes venezolanas
Las Reinas Pepiadas inicia hace aproximadamente cinco años, cuando Alexandra Maldonado acompaña a un amigo fotógrafo a la terminal de buses de Quito, en Ecuador.
«Empecé a hablar con las personas, que eran en su mayoría eran hombres y que venían destrozados. No solo físicamente sino como muy rotos, en una situación que creo que nadie puede entender. La terminal era un lugar de paso, porque buscaban ir a Perú, así que cada noche había que llevar cobijas o ropa caliente para nuevas personas», cuenta. Empezó a gestionar donaciones y después de 15 – 20 días empezaron a llegar más mujeres a la terminal.
«Fue difícil hablar con ellas, estaban en shock. Nos contaban que había muchísima gente muerta debajo del puente, que habían tenido que dejar amigas que sufrieron hipotermia en la noche y murieron en el camino y no había a quien reportar… Entonces era una situación muy compleja, que todavía se sigue escuchando y eso es lo difícil de entender. Así que las Reinas comienza desde ahí, desde escuchar estas historias y querer generar un cambio», recuerda.
Luego fue hacia la frontera con Colombia y descubrió que muchas mujeres viajaban con sus hijos e hijas de toda edad y que tenían diversos problemas, empezando por el económico, para iniciar una nueva vida en Ecuador. En 2018 comenzó a gestionar apadrinamientos de familias y tiempo después abrió un restaurante en el que las migrantes preparaban arepas y eso ayudaba a financiar las primeras rentas de las mujeres que llegaban a la capital ecuatoriana.
La llegada de la pandemia modificó los planes y tuvieron que cerrar, lo que llevó a Maldonado a crear la fundación para gestionar proyectos que puedan beneficiar a muchas más mujeres.
«Hacemos Reinas Migrantes en honor a las mujeres que nos han contado las cosas que han pasado en rutas migratorias y creo que es importante poner en valor sus historias porque luego quedan en el olvido. Por ejemplo, hay migrantes ecuatorianas que han cruzado la frontera norte entre México y Estados Unidos que sufrieron violencia hace 30 o 40 años y eso nunca se supo, no está registrado en ningún lugar, y ahora las venezolanas con las que estamos trabajando sufren violencias en los mismos lugares», cuenta Maldonado.
«Estamos hablando de fronteras y países que no están protegiendo las mujeres en movilidad y Reinas Migrantes lo que hace es proponer una plataforma digital en donde mujeres que estén pensando en salir de sus países o que estén ya en rutas migratorias, puedan encontrar información levantada desde otras historias de mujeres migrantes y refugiadas», agrega.
En el podcast, las mujeres relatan sus vivencias en temas como la salida de sus países, las rutas, los asesores, las trochas, los transbordos, la educación de los hijos e hijas en Ecuador, la salud y cómo es vivir la maternidad durante la travesía. «Prepárense con los documentos, apostillen la partida de nacimiento, títulos, todo, porque es muy difícil estar fuera del país de uno sin papeles», dice una de las mujeres.
«Si una madre viene sola con sus hijos yo le recomiendo que traiga lo necesario para trabajar, alguna máquina de coser, algún implemento, pero que no pese tanto, porque con niños es difícil», dice otra.
La mayoría aconseja esperar en Venezuela hasta conseguir todos los sellos y documentos necesarios e incluso pedirle al padre de sus hijos la patria potestad para que las mujeres no tengan problemas en el camino o cuando intenten ingresar a otro país.
El cruce de las mujeres por América Latina a Estados Unidos
Las historias se pueden encontrar en plataformas como Spotify y Youtube, pero también en una aplicación personalizada que se descarga en dispositivos Apple o Android. Y en esta app se pueden encontrar otros recursos importantes como información valiosa sobre documentos migratorios, precios de alimentos, vivienda y más de Bolivia, Estados Unidos, Ecuador, Argentina, Brasil, Chile, Colombia y Perú.
«Se hicieron entrevistas a mujeres que migraron a esos países y se comenzó a levantar información real de cuánto están ganando, de cuáles son los problemáticas, porque lo que queremos evitar es que viajen con falsas expectativas. En Estados Unidos, por ejemplo, muchas tienen la expectativa de ganar 40 dólares la hora y eso no es real. Lo que les están ofreciendo son cinco, cuatro dólares la hora», señala Maldonado.
Reitera que esta confusión se genera porque los datos generalmente salen desde los hombres, quienes sí pueden llegar a ganar esos valores, principalmente porque no realizan trabajos de cuidados y suelen trabajar 16, 18 horas al día.
En la aplicación hay valoraciones sobre rutas entre Venezuela y Perú que han sido utilizadas por las migrantes, en su mayoría venezolanas, y cuáles se consideran seguras o inseguras.
Y aunque por ahora en el podcast solo se habla de migrantes que viajan hacia Ecuador, el equipo de Las Reinas Pepiadas ya trabaja en una segunda fase, en la que migrantes ecuatorianas, venezolanas y de otras nacionalidades contarán sus experiencias cruzando América Latina hacia Brasil, Chile y Estados Unidos.
«El objetivo es que ellas puedan estar informadas sobre lo que está pasando en los caminos, que no solo es el peligro de selva del Darién, hay muchísimos peligros en Guatemala, en México, hay peligro en las fronteras, o sea, es tenaz y es un camino terrible que ellas tienen que pasar con sus niños y niñas. ¿Qué está pasando con las adolescentes en la ruta? Nadie está hablando de eso y es terrible», afirma.
Según datos de Médicos Sin Fronteras (MSF), entre abril 2021 y enero 2024 más de 1.300 personas que cruzaron el Darién denunciaron haber sufrido violencia sexual, pero es posible que las cifras reales sean aún mayores. La organización Human Right Watch denunció recientemente que estos casos de violencia «normalmente no son investigados ni castigados» por autoridades de Colombia o Panamá.
En la frontera entre México y Estados Unidos los casos de violencia sexual aumentaron en un 70 % en el último trimestre de 2023, según lo que ha documentado MSF.
«Es importante comenzar a mapear esto y comenzar a pasar la voz, que esta información sea abierta para que ellas sepan qué hacer si una adolescente es violentada en rutas migratorias, qué acciones pueden tomar sus familias si no pudieron hacer nada en el momento de la violencia. Hay que empezar a lanzar alertas», señala.
Toda la información también se puede encontrar en una página web que permite descargarla para que las mujeres que van cruzando la región puedan tenerla a la mano. «Lo que estamos haciendo con Reinas Migrantes es replicar estos espacios seguros amorosos para todas a través de tecnología humanizada porque al final no estamos compartiendo solo información sino que estamos haciendo espacios para que las mujeres puedan contar y también puedan sanar», concluye.
Cristina Bazán | EFE
Descubre más desde Afroféminas
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.