Según un informe reciente de Al Jazeera, los estudiantes y jóvenes trabajadores, en su mayoría procedentes de África, Oriente Medio e India, enfrentan la posibilidad de ser deportados por la fuerza si no cumplen con una orden de expulsión emitida por un tribunal superior de los Países Bajos. Este tribunal dictaminó que los residentes temporales que llegaron al país después de la guerra entre Rusia y Ucrania deben abandonar el territorio antes del 4 de marzo, o enfrentarán la amenaza de deportación forzosa.
En respuesta a esta medida, los afectados han salido a las calles de Ámsterdam para protestar, señalando al gobierno holandés recientemente elegido de extrema derecha por discriminación. A pesar de las acusaciones, las autoridades holandesas argumentan que los nacionales de terceros países han «abusado» del sistema de protección.
Lotte van Diepen, representante de Everaert Advocaten, una firma de abogados de inmigración, expresó a Al Jazeera: «No estamos cuestionando su derecho, y reconocemos la generosidad inicial de la medida. Sin embargo, el problema radica en que aquellos a quienes se les permitió ingresar no pueden ser rechazados ahora. Es una decisión injusta y carece de base legal». El ministro de Migración, Eric van der Burg, asegura que el gobierno holandés ofrece una compensación de 5.000 euros (5.422 dólares) para la «remigración» voluntaria, y ha concedido un plazo adicional de 28 días para que las personas organicen sus salidas. No obstante, después de este período de gracia, podrían enfrentar deportación.
Isaac Awodola, un nigeriano graduado de la Universidad Estatal de Odessa y cofundador del grupo Derdelanders, que representa a ciudadanos de terceros países, compartió con Al Jazeera que están traumatizados por la situación. Destacó que muchos afectados desean permanecer en los Países Bajos debido a sus lazos con Ucrania, ya sea para recuperar certificados perdidos o por la necesidad de estar físicamente presentes para exámenes prácticos, especialmente en el caso de estudiantes de medicina.
Otros nacionales de terceros países expresaron preocupaciones similares, argumentando que Ucrania es su hogar y que la guerra los ha afectado. Aunque las autoridades holandesas han sugerido solicitar asilo a aquellos que no se sientan seguros al regresar a sus países de origen, la mayoría no cumple con los criterios. Actualmente, entre 2.700 y 2.900 refugiados de los 4.500 originales aún permanecen en los Países Bajos. AGENCIAS.
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