Leslie Jones es una conocida cómica por su increíble ingenio y su capacidad para no meterse con nadie, pero todos tienen sus límites. La comediante y actriz de 56 años ya era un nombre muy conocido en la comunidad negra antes de hacer su debut en Saturday Night Live, el programa de comedia la hizo mundialmente conocida.
Después de ser miembro del elenco del programa de fin de semana, las oportunidades de Leslie crecieron, lo que la llevó a papeles en películas importantes como Coming 2 America y la nueva versión de Cazafantasmas de 2016, con tenía un elenco exclusivamente femenino.
Sin embargo, Cazafantasmas atrajo una atención no deseada en forma de racismo y misoginia que ni siquiera el mejor momento de su carrera pudo parar.
En un extracto publicado en ‘Rolling Stone’ de su nuevo libro ‘Leslie F*cking Jones: A Memoir’, la legendaria cómica cuenta cómo su papel en Cazafantasmas de Paul Feig la llevó a una pesadilla en la vida real.
Leslie cuenta en su libro cómo el odio hacia la película comenzó con la percepción de los mismos medios. En una rueda de prensa los mismos periodistas hacían preguntas y vertían opiniones como «No me gusta esta película» o «tienes cinco minutos para demostrarme que vale la pena verla».
La actriz se convirtió en objeto de un «intenso abuso online» antes de que la película llegara a los cines, afirmando que «no era una sorpresa que fuera la que recibiera la mayor parte del odio» porque era una mujer negra. «Para algunos hombres, esto fue la gota que colmaba el vaso», cuenta.
En el libro, ella sentencia: «De todas las mujeres en la nueva versión de la película de Paul, yo fui la que no pasó inadvertida. Me pregunto por qué… Ah, claro, porque yo era una chica negra».
«Me enviaban imágenes de ahorcados, de tipos blancos masturbándose en mi foto y diciendo: ‘Maldita negra. Te vamos a matar’. ¿Por qué la gente es tan mala entre sí? ¿Cómo puedes sentarte y escribir ‘Quiero matarte’? ¿Quién hace eso?»
El odio que recibió Leslie fue tan intenso que la llevó a abandonar Twitter. Puso un tuit explicando las razones: «Salgo de Twitter esta noche con lágrimas y un corazón muy triste. Todo esto porque hice una película. Puedes odiar la película, pero la mierda que me dijeron hoy… esta mal». Desafortunadamente, el odio no se detuvo.
En su libro Leslie cuenta como la gente empezó a centrarse en el hecho de que ella dejó Twitter en lugar de en la razón por la que dejó Twitter: racismo, misoginia y odio. «Recuerdo llorar y pensar, esta es la primera vez que lo había visto tan mal. ¿Cómo se juntan todos para intimidar a una persona? Era como si hubiera cometido un crimen o algo así; estaba siendo intimidada por una película, por interpretar un papel en una película».
Leslie finalmente regresó a Twitter a pesar del odio después de recibir un mensaje personal del entonces director ejecutivo de Twitter, Jack Dorsey.
«La debilidad de los hijos de puta me sorprende. Lloré no porque me estuvieran acosando, sino porque este es nuestro mundo y porque no puedo creer que alguien le hiciera esta mierda a alguien, a cualquiera, por trabajar. Esto es horrible. Estoy en una película … ¿Amenazas de muerte por algo tan pequeño como eso? El mundo no era tan color de rosa como esperaba. Pero nada de esa mierda se trataba de mí».
Más allá del racismo y la misoginia, Leslie recordó otro momento que destacó el «clasismo». El director de Ghostbusters: Afterlife, Jason Reitman, hijo del director de la cinta original Ivan Reitman, hizo unas declaraciones en un podcast en el podcast de Bill Burr que Leslie sintió que validaban el odio que recibía: «Estamos, en todos los sentidos, intentando volver al formato original y devolver la película a los fans».
Jason más tarde intentó retractarse de su declaración. Pero Leslie dice que el daño ya estaba hecho. Esto la llevó a responder en Twitter: «Qué insultante. Es como decir que nos jodan. No contamos. Es como algo que Trump haría.
El odio que recibieron Leslie y el elenco exclusivamente femenino resalta un comportamiento en redes demasiado familiar de muchos de los llamados fanáticos de la franquicia. ‘Star Wars’, los remakes de acción real de Disney y las películas de superhéroes son sólo algunos de los géneros en los que los actores de color o masculinos no blancos reciben un odio injustificado en las redes sociales.
«Pero tal vez algo bueno salió de todo esto después de todo; al final de esta historia, sabía mucho más que cuando comenzó», escribe Leslie. «Al final estaba pensando: ‘Esta mierda no volverá a suceder. Sé que todavía no soy una gran estrella, pero después de esta putada, después de vivir esto, estoy a punto de liberar el Kraken’.»
En sus memorias no deja títere con cabeza y también cuenta entresijos de Saturday Night Live, el sesgo racista con que se trabaja o lo poco que cobró en Cazafantasmas en comparación con sus compañeras blancas.
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