jueves, julio 10

Representación y sexualidad de las mujeres negras en la ficción. En qué punto estamos


Comienzan a emerger series centradas en la sexualidad de la mujer negra. Quedan atrás los esfuerzos de Spike Lee por celebrar el cuerpo negro con Danze School (1988), sin mucho éxito, según la opinión de la mismísima bell hooks.

El hecho de que sean las propias mujeres negras quienes tomen el mando y el relevo en la elaboración del guión o la dirección del audiovisual, ha acabado subvirtiendo notablemente y para bien la representación estereotipada sobre nosotras. Hemos pasado del «no tengo porqué esconder mi cuerpo» pero sin el poder para detener la manipulación blanca a «soy un ser sensible, inteligente y libre y así quiero verme». 

Conocer la historia de la representación negra, facilita entender el por qué preocupa tanto la visibilización y especialmente la femenina. Es decir no es lo mismo representar a una mujer negra que a una mujer blanca. Cada puesta en escena debe evitar elementos diferentes. En el caso de una mujer blanca, se incide en el sexismo, en el caso de nosotras, en el sexismo (porque nosotras también somos mujeres) y además se introduce el factor racial y/o cultural. 

Las mujeres negras a lo largo de la historia de la representación hemos sido construídas como seres sexualmente salvajes, como seres no bellos, acompañantes de mujeres blancas, amantes de hombres blancos, maltratadas por hombres negros, laboralmente precarizadas, cuidadoras y… poco más. 



Por lo tanto no se puede evaluar la representación negra olvidando la hipersexualización, la cosificación, el blackface o los zoológicos humanos en pleno París humanista y civilizado. Tampoco hay que olvidar representaciones más recientes como “Criadas y Señoras” que pese al esfuerzo por disimular el estereotipo que nos resitúa (otra vez) como mujeres a las que siempre hay que salvar, es más que evidente. En definitiva, no existimos desde la esclavitud, pero sí se nos impuso una identidad tal si fuese un apretado corset, desde entonces. Y aún no nos hemos deshecho del todo de él. 

Sin embargo, «no hay mal que dure cien años, ni cuerpo que lo resista». Las mujeres negras se están despojando de esa mirada deshumanizante y la creación artística está siendo a día de hoy el mejor vehículo para lograrlo. La guerra cultural no es una despiadada e irracional lucha de poder, es básicamente, una reapropiación de los derechos de representación de La Otredad: hoy somos sujetos y no objetos a definir. 

“Everything trash” o «Qué asco de todo» así han llamado la serie sobre dos chicas negras megaempoderadas creadoras de contenido de un exitoso podcast. Pese a que las protas son fundamentalmente dos de ellas, os presentaremos a un tercer personaje que también nos parece muy interesante:


Phoebe Robinson 

Es la directora de la serie y está claro que hace de sí misma. Representa a una mujer libre en todos los sentidos, inteligente y vulgar al mismo tiempo. 

Phoebe Robinson es una comediante estadounidense, escritora de best-sellers del New York Times y actriz que vive en la ciudad de Nueva York. 

@dopequeenpheebs 


Toccarra Cash

Toccarra Cash, interpreta a Malika, la jefa del podcast y representa a una mujer negra que aprende estrategias para ser una buena jefa, profesional y que igualmente tiene muy claro dónde quiere estar 

Actriz y oradora pública 

Ganadora de premios SAG-AFTRA & AEA con experiencia en cine, televisión, comerciales y teatro. 

@toccarracash


Nneka Okafor

Nneka Okafor, es la cuñada de Phoebe en la serie y representa a una mujer negra académica con ciertos prejuicios hacia la cultura negra. 

Nneka Okafor es originaria de Houston, Texas, con raíces nigerianas. Es una actriz en Nueva York que trabaja en teatro, televisión y doblaje 

@nnekaoka4 

La serie sirve de pretexto para normalizar las vidas negras, mostrar la diversidad que existe dentro de ese gran grupo que componen las mujeres negras, su sensibilidad y sus sueños. 

También es una puerta muy bien abierta para recrear la belleza de las relaciones de parejas entre afrodescendientes. Algo que la inmensa mayoría de los creadores insisten en obviar o invisibilizar. A veces parece que sólo valemos si estamos casadxs con personas blancas. 

De ese mismo modo, esta apuesta audiovisual incide en la normalización del cuerpo y la vida sexual de la mujer negra. Es decir, así como Nola Darling en She’s Gotta Have It, era una mujer sexualmente muy activa, Phoebe también lo es y vive convencida que no tiene que disculparse. Es decir, estamos hablando de una libertad sexual, sin el peso del estereotipo 

Por otro lado es del tipo de serie que te invitan a afrocentrarte o lo que es lo mismo: disfrutar de una cultura negra libre de violencia racista; a reírte del racismo y a tener esperanzas no en que el mundo cambiará, sino en que nuestras vidas y nuestra felicidad son posibles a pesar de ese mundo. 

Claro que se entiende cuando se hacen series para representar cómo funciona el racismo, cómo fue de forma literal el sufrimiento y terror que causó la esclavitud. Es el caso de la serie «El tren subterráneo» que en su momento hablamos en Afroféminas. Es del tipo de serie que convierte el sufrimiento y el horror de la esclavitud en un entretenimiento y eso nos genera un poco de ruido. Y si bien es cierto que los directores y directoras negras no tienen porqué educar todo el rato, francamente hay realizaciones que sólo podrían ver quién no lo padece. La pornografía del terror no es que empodere mucho. 

El humor, sin embargo, desde nuestro punto de vista, es mucho más efectivo que recrear el dolor. La historia de sufrimiento nuestro es demasiado larga como para continuar con ella a cuestas. Mucho más si esas representaciones revictimizan y no ayudan a continuar con nuestras vidas. Pero esto, es sólo una opinión. 

En España, de momento solo hemos visto UNA serie (“No me gusta Conducir”, Movistar +) donde una mujer negra, interpretada por la actriz Eugenia Cuaresma, está, de momento, representada, pero tokenizada.  Es decir, si su personaje desaparece, la serie no se resiente.


Eugenia Cuaresma

Aún así creo que es valioso. Tiene un pequeño papel, que representa a una ciudadana normal, sin estereotipos, ni explicaciones en cuanto a su diferencia racial o cultural. Cabe destacar también el talentazo de esta actriz. 

El resto de las representadas en el GRAN CINE ESPAÑOL DE IZQUIERDAS, son mujeres asiáticas que interpretan las limpiadoras de las mujeres blancas de éxito. 


bell hooks

Al margen de esa dura realidad, decía la feminista negra bell hooks (1952-2021): «Debemos crear el espacio de oposición donde nuestra sexualidad pueda ser nombrada y representada, donde seamos sujetos sexuales- ya no atadas y confinadas». Y todo parece indicar que ya estamos casi casi en este punto.

¡Feliz día! 

Fuentes

“Vendiendo bollitos calientes: bell hooks, Representaciones de la sexualidad femenina negra en el mercado cultural” en Revista Criterios, número 34, 2003

Antoinette Torres Soler

Directora y Fundadora de Afroféminas
Lic. Filosofía. Máster en Comunicación de Empresa y Publicidad.
Cubana y española


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