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jueves, marzo 28

Reflexionar sobre nuestros privilegios, ayudar a nuestros vecinos

Estos días, Europa saca pecho después de abrir las fronteras para los corredores de refugiados ucranianos aplaudidos por la Unión Europea, mientras la crisis de refugiados de las guerras de Oriente Medio y el norte de África sigue presente. Parece que quedan lejos las imágenes de las pateras recogidas en las costas canarias que llenaron los telediarios en 2021 y aunque el número de embarcaciones que han llegado este mes a las islas ha disminuido hasta cifras anteriores a marzo de 2020, los problemas de asilo y de asentamiento de los refugiados generan dudas en la población sobre qué refugiados parecen más importantes, como si fuese algo que se pudiese elegir.

Mañana 21 de marzo se celebra el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia Racial, lo que parece una fecha bastante apropiada para reflexionar sobre cuál es la relación que tiene la sociedad con el racismo y, sobre todo, por qué no ha calado el discurso de que el racismo es una discriminación estructural, más aún en tiempos en los que la situación de los migrantes es tan sobrecogedora.

Desde la Dirección General para la Igualdad en el Trato y la Diversidad Étnico Racial del Ministerio de Igualdad, este año se ha impulsado la II Semana Antirracista, que desarrollará ponencias desde el 21 al 25 de marzo en Madrid y Almería, tratando temas como la futura Ley Orgánica contra el Racismo, que se someterá a opinión pública este lunes 21 de marzo, el racismo en los asentamientos ilegales, la violencia racial o la interseccionalidad entre racismo, género, sexualidad, feminicidio y la salud mental, entre otros temas.

Otra de las luchas más importantes que se están llevando a cabo en este momento es la que tiene que ver con la regularización extraordinaria de migrantes. Precisamente en este momento, iniciativas estatales como el movimiento Regularización Ya , están siendo de vital importancia en la lucha contra el racismo. La plataforma está realizando numerosas manifestaciones, como la que se celebró ayer en Barcelona y numerosas actividades culturales para la recogida de firmas, que ya tiene más de 500.000. En su carta de motivos, el movimiento Regularización Ya denuncia la situación de irregularidad que viven entre 390.000 y 470.000 personas en España y que se ve agravado por la Ley de Extranjería, que exige requisitos muy rígidos para la población que quiere regularizar su situación en España y que realiza una aportación importante a las arcas públicas del Estado.

Por eso, el 21 de marzo tiene que ser un día de reflexión, pero también de concienciación social sobre cuál es nuestro papel como ciudadanos ante una sociedad que sigue discriminando a seres humanoss por la raza. Tender puentes, leer sobre otras realidades, apoyar iniciativas, compartir experiencias y sobre todo escuchar cuáles son las problemáticas del racismo en el día a día y qué podemos hacer en ellas para contribuir a mejorar el futuro.

Ines Villodre


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