Así como Residente de Calle 13, yo también tengo un par de cosas para decirle a J Balvin, un hombre que se ha hecho artista o famoso, con base en la apropiación cultural de los sonidos africanos y el reggaetón de los negros boricuas.
Y no solo J Balvin, la historia nos ha mostrado como todo lo creado por los negros ha sido apropiado por otros, y como siempre, sin el reconocimiento que se merece; por el contrario, invisibilizando los aportes a la humanidad. Y No se trata de crear algo para que solo quede en una comunidad, se trata de que esa comunidad reciba los mismos privilegios que quienes toman lo creado.
El estallido de la fama de J Balvin se da con la canción ´Mi Gente´, que a propósito la hace con un hombre negro, el gran Willy William cantante y dj francés de ascendencia de la República de Mauricio ubicada en el África oriental. Entre sus letras dice ´mi música no discrimina a nadie (…) hago música que entretiene (…) mi música los tiene fuerte bailando así´.
J Balvin y todos los artistas de la nueva era, recuerden siempre que sus éxitos se lo deben a esos sonidos afrocaribeños, a la negritud boricua, a los artistas negros de Puerto Rico como DJ negro, Tego Calderon, Don Omar, Lito MC, Eddie Dee y hasta mujeres como La gata gánster y La Sista, a los panameños como El general y El Chombo. A esos sonidos africanos como el Afrobeat y Dancehall (que ahora andan tan populares y que ojalá en unos años no dejen de ser los africanos los dueños de su música) y hasta a la cultura afrocolombiana con Choquibtown que unió el género urbano con los sonidos del Pacífico Norte.
Ustedes artistas no negros, les deben su éxito y su riqueza económica a grandes mentes negras como Bob Marley y a todos los pioneros del reggae. Y no podemos dejar de lado a el Rap. Todos estos géneros tienen dos cosas en común, han surgido de territorios afro marginados y han sido apropiados por otras culturas.
J Balvin en particular y como registra un artículo del tiempo.com ha contratado productores negros como Oluwatosin Ajibade más conocido como Mr Eazi, cantante y empresario de Nigeria. “En la industria africana es conocido por fusionar los ritmos propios de su país con los sonidos urbanos. Incluso se le considera pionero del género musical Banku”.
Para el tema ´Safari´ su productor también fue el afroamericano Pharrell Williams, demostrando una vez más que los temas más sonados, llevan el talento negro y esto nunca se les debe olvidar. En un mundo donde la injusticia racial es la constante ¿cómo retribuyen ustedes artistas famosos a la comunidad, a esa gente negra a la que deben sus éxitos?
Muchos dirán que los artistas o los famosos no tienen que hacerlo, pero como personas visibles sí tienen el deber de al menos, no utilizarnos para su marketing musical.
Es innegable que hasta en la industria musical existe un sistema racista que oprime y excluye, y aunque el reggaetón es un género que actualmente se escucha a nivel internacional es importante cuestionarnos ¿cuáles son los artistas negros que están comandado la escena del reggaetón al mismo nivel de los artistas blanco-mestizos?
Si hacemos una búsqueda rápida en YouTube con la palabra reggaetón aparecen en los primeros lugares Karol G, Maluma, Anuel AA, Ryan Castro, Farruko, Bad Bunny y por supuesto el que comanda el negocio socio. Es decir, que los géneros creados por los negros en los barrios empobrecidos de Puerto Rico y Panamá, en la exotizada Jamaica o en la “pobre” África, ahora llenan de millones los bolsillos a quienes, a falta de talento, pagan porque les compongan y fusionen los ritmos que “los tiene fuerte, bailando así”. Justo esto, es lo que crítica Residente en la Tiradera a J Balvin.
El utilizar a dos mujeres negras como perras atadas y arrestándose en el piso, deja entrever lo poco que le importa la representación de la gente negra ¿acaso Balvin y su equipo de trabajo no ven la simbología explícita de la escena, no conocen el significado de las cadenas para la gente negra? ¿no pensaron un momento en el mensaje misógino y machista de la escena?
Y para sumarle una perla a su collar de diamantes, en noviembre de 2021, J Balvin es nombrado por una organización afroamericana como el artista afrolatino del año, ¿qué es lo que ha hecho él para merecer ese reconocimiento? ¿Ahora premiamos a quienes se apropian de nuestra cultura? “Un blanquito que perdió el camino, aceptando su premio de afrolatino” le dice Residente, y sin una acción reparadora de fondo ante el hecho racista de su video.
A J Balvin se le ve relacionándose con artistas y personalidades negras todo el tiempo, en sus fotos en redes sociales se le puede ver por ejemplo con el reconocido jugador de la NBA LeBron James y con los más importantes raperos afroamericanos. Pero cuando el mundo se conmocionó con el asesinato de George Floyd, Balvin lo único que hizo fue subir un video bailando con una mujer negra y colocar el #BlackLivesMatter.
Justo así es como funciona el privilegio, en su mundo de cristal y egocéntrico, pensará que su ´éxitosa música´ es por él y solo él.
A diferencia de Residente, esta columna no la escribo por divertirme, la hago porque alguien tenía que decir esto que es el sentir de una comunidad.
Vanessa Márquez Mena
Periodista, directora de la revista digital Vive Afro y gestora cultural.
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¿Es en serio? ¿Reclamar el reggaetton como propiedad intelectual de la comunidad negra? Lo cual no deja de ser cierto, pero no creo que sea para enorgullecernos ni algo que nos reivindique. Un género musical creado y promovido en sus origenes por miembos de la comunidad afrolatina, que lejos de empoderar a dicho colectivo, refuerza los roles y estereotipos asignados a él desde otras esferas, incluyendo las comunidades blancas, no solo latinoamericanas, sino del resto del mundo. Este genero ha explotado masivamente entre otros lugares comunes, la hipersexualización de mujeres racializadas y la imagen del hombre negro como violento, vanidoso promiscuo y delincuente.Los propios afrolatinos pegándose un tiro en el pie con este elgoio al hampa, la vulgaridad, el consumo de drogas, la ostentación, lo soez y lo grotesco burdamente disfrazado de reivindicación social (los exponentes de este género tienden a incorporar en sus «letras» algún tema candente del discurso social con la finalidad de legitimar y potabilizar su imagen de cara a los medios y a la opinión pública).
Racista o no, no comulgo con el discurso de Balvin (si es que tiene uno), ni soy seguidor de su carrera y me da igual su identidad racial o su posición respecto a la comunidad afrolatina; debido a que no consumo el reggaetton ni creo que sea el mejor referente para nuestra comunidad ni que haya mucho de que sentirse orgulloso con esta «contribución».