I see no changes/ All I see is racist faces/ Misplaced hate makes me disgrace for races we under/ I wonder what it takes to make this once better place.
Changes, Tupac – 1998
Hay un largo historial detrás de la forma en que se etiqueta a las personas de color, es por ello que (citando a #CarrieBradshaw) no puedo evitar preguntarme: ¿qué carajos engloba “color”? Pero bueno, durante siglos a los que pertenecemos a la raza negra nos han llamado con un sinfín de sinónimos y adjetivos calificativos de denigrantes, para abajo. Como ese no es el punto de este texto, reencauso dejando de lado el políticamente correcto “personas de color” (o su acrónimo, POC), para hablar del término emergente que, cada vez más, cobra impulso en un esfuerzo de inclusividad y atraer a más personas a la conversación sobre racismo; un término que, si han leído varios de mis textos, se habrán dado cuenta, yo utilizo mucho: BIPOC. En español, significa negrxs, indígenas y personas de color (black, indigenous, people of color).
Viendo los distintos comentarios de Instagram y Facebook que preguntaban por qué se usaba ese término o por qué no color o negrx, me pareció necesario explicar qué significa y porqué yo lo utilizo.
Los fundadores de Proyecto BIPOC («The BIPOC Project») usan el término para «resaltar la relación única con la blancura que tienen los pueblos indígenas y negros (afroamericanos), que da forma a las experiencias y la relación con la supremacía blanca para todas las personas de color dentro del contexto de los Estados Unidos».
En primera instancia me gusta porque, a diferencia de otras doctrinas estadounidenses, esta aclara que debe ser leída en el contexto de los Estados Unidos y, sin embargo, es de los postulados que más trasladables resultan a otras idiosincrasias. En segunda instancia, BIPOC es una terminología que busca construir una comunidad colectiva para deshacer la invisibilidad nativa, eliminar la anti-negritud, desmantelar la supremacía blanca y promover la justicia racial.
El uso del término busca promover la inclusión de todo el espectro de aquellos que se auto perciban y sean percibidos como personas de color y, como tales, hayan sido maltratadas, tergiversadas y discriminadas por la tonalidad de su piel, su cultura o su forma de vida. Une a las comunidades marginadas, contemplando la interseccionalidad, elevando sus voces y resaltando todos los orígenes multirraciales de una manera que no borra las identidades, sino que las reconoce en existencia.
Me siento atraída por el término porque si bien me considero una mujer negra también soy latina (no hay manera que enmascare mi acento ‘exasperantemente’ porteño para quien me escuche). “¿Qué sos, exactamente?” Pregunta racista si las hay y que me la han hecho incontables veces a lo largo de mi vida; esa inquietud por saber qué condimentos utilizaron mi madre y mi padre en la mezcla de cocción cuando decidieron concebirme. Alguna vez, en alguna película o quizás cara a cara, todxs hemos visto esos formularios tan yankees que buscan clasificarte por raza. En ese formulario, ¿qué casillero marco? ¿negrx o latinx? Rastreo 7 generaciones de afrodescendientes en mi árbol genealógico, pero siempre al lado del Río de La Plata.
Entonces se preguntarán ¿qué hacemos con POC? ¿No se usa más? No para nada. Solo depende cuándo y cómo, porque para algunas historias, problemas o representaciones el término excluye a las personas negras e indígenas. A veces, la palabra POC puede percibirse como que todas las personas de color (negras, indígenas, latinas, asiáticas, etc.) tienen exactamente las mismas experiencias con la injusticia y todxs sabemos que no es así.
Tampoco es que BIPOC viene a solucionar todo. El término también tiene sus detractores. Una gran historiadora y autora como es Janus Adam dice que el término es una “distracción” manifestando que: «todxs, excepto las personas blancas, pierden su identidad. Las personas blancas mantienen su identidad. Mantienen sus identidades raciales-culturales, de estado-nación, de herencia, pero las personas negras, lxs indígenas, lxs asiáticos, lxs latinos todos quedan subsumidos en algo». Según ella, el uso de este acrónimo podría llevar al público por un camino «peligroso» en el cual los negros deberían lidiar por otra lucha por su identidad.
Entiendo donde está parada y adhiero 100% a que las personas blancas siempre salen bien paradas – pues claro, para la mirada blanca, nosotrxs somos lxs racializadxs y es nuestro problema. Ellxs orquestaron el orden del mundo a su propio beneficio. Sin embargo, siento que la mirada de Adams no deja de ser la mirada yankee – que no contempla que hay comunidades asiáticas, latinas, negras por fuera de los Estados Unidos y que tenemos raíces profundas en estos lugares, tan profundas como las mismas que son consideradas como “nuestra raza”. ¿Soy más negra o más argentina? Porque mi familia, negra, hace más de 200 años que está en este país. Yo siempre digo afroargentina, pero ese casillero en el formulario de Uncle Tom, no existe. O sos uno o sos el otro. La opción de dejarlo sin marcar, lamentablemente, tampoco es posible. Ni en formulario ni en la vida real. Por eso, creo en BIPOC y, para mí, el término funciona muy bien– porque nuestro mundo, mi mundo, el mundo de aquellos que somos parte de una minoría racial (por fuera de los Estados Unidos) está marcado por interseccionalidades culturales que necesitan la inclusividad y el soporte de la comunidad. Yo soy una argentina escribiendo para un medio español que le llega a un universo de personas de color (o mejor dicho, BIPOC) hispano-hablante que busca luchar contra el racismo.
Las personxs negrxs que sólo quieran decir que son negrxs, está perfecto. La adjetivación es suya para decirla como quieran. Lo más importante de entender acerca del uso de BIPOC es que este término no busca desviar la atención del movimiento social antirracista de las personas negras, sino que intenta ser inclusivo en temas que perjudican a todas las personas que no son blancas, y que incluye a las personas negras.
Organizaciones como Proyecto BIPOC se esfuerzan por informar y crear los espacios para aprender más sobre este acrónimo. Continuamente busco reforzar que por más algo sea la norma, no implica que sea lo correcto. La lengua es algo vivo, que se adapta a los tiempos, no por nada escribo con “x” en mis textos. Siempre habrá nuevas palabras o frases, pero lo importante es continuar avanzando hacia una sociedad más consciente, empática e inclusiva y contemplar o analizar el uso de BIPOC es una excelente manera de mantenernos en ese objetivo.
Agostina Yannone
Afroargentina, 7ma generación. (she/her)
Profesional de Relaciones Públicas y Comunicaciones de Marketing. Viajera.
Twitter: agosyannone / Instagram: agostinalytical
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