jueves, noviembre 7

Racismo y sexismo en la opresión a la mujer

Angela Davis

El feminismo es un movimiento que lucha por la igualdad entre hombres y mujeres en los diferentes  ámbitos económicos, políticos y sociales. Como muchos otros movimientos, el feminismo no es  homogéneo, por lo que de este han surgido variantes como el feminismo blanco y el feminismo negro;  movimientos que serán desarrollados como núcleo de este artículo.  

A pesar de que es difícil encontrar una única definición, se entiende como feminismo blanco el  movimiento que se centra en la lucha contra la discriminación y opresión sufridas por mujeres blancas  occidentales, universalizando sus experiencias al resto de mujeres de otras razas y culturas, sin tener  en cuenta otros tipos de discriminaciones como por clases o raciales. 

En la época de los 70, en Estados Unidos, el feminismo negro comenzó su camino al margen de lo que entonces todavía era feminismo a secas, debido a sus ideologías referentes al racismo, elitismo y  etnocentrismo. Fue en 1975 cuando el colectivo de feministas negras se unió para luchar contra la opresión racial, sexual y de clases. El afrofeminismo o feminismo negro es una extensión del feminismo que defiende que la división de clases, el racismo y el sexismo están relacionados con la  opresión sufrida por mujeres negras mas allá de la categoría de género. La unión de estos conceptos  es conocida como interseccionalidad. Fue la profesora Kimberly Crenshaw, en 1989, quien creó este  término como manera para explicar las diferentes opresiones sufridas por mujeres negras mas allá del  sexismo. 

El movimiento afrofeminista está irremediablemente ligado a las consecuencias de la colonización y/o  esclavitud. Ya que, supusieron unas desventajas sociales y políticas durante siglos, que todavía tienen  efectos en las sociedades actuales. Hablamos de siglos para ser consideradas personas, siglos para ser  consideradas mujeres, siglos en lucha por la igualdad. Las desigualdades no parten de la misma base. 

Son innumerables las ocasiones en que el feminismo blanco presenta la hipocresía en forma de tokenismo poniendo a la mujer negra al fondo de la fotografía, para intentar hacer ver que su  marginación no existe. Se atribuye a las mujeres negras únicamente los problemas que cualquier  mujer sufre por el hecho de ser mujer, y no se tienen en cuenta las experiencias discriminatorias  vividas exclusivamente por mujeres negras. Se debe añadir al movimiento feminista los problemas  que enfrentan las mujeres negras por ser mujeres y por ser negras. No solo mujer, también enfrentan  el problema del racismo. Las discriminaciones vividas por mujeres no negras, son igualmente vividas  por mujeres negras. Situación que, por lo general, no tiene lugar a la inversa. 

El feminismo debe luchar a favor de todas las mujeres sin importar su religión, edad, lugar de  procedencia, etc. Ese es el principal problema, la mujer negra es excluida como un mero tema racial  cuando no es simplemente eso, el feminismo debe ser para todas. El afrofeminismo existe como lucha  ante el privilegio de otra raza con el poder social, e incluso político, para determinar que mujeres valen  más que otras, que historias de mujeres merecen ser escuchadas y cuales no. 

Las mujeres negras sufren discriminación tanto racial como de género. Las mujeres blancas se ven  obligadas a luchar por sus derechos frente a los hombres; las mujeres negras se ven obligadas a luchar  por sus derechos frente a mujeres y hombres. Si supuestamente todos entendemos la función del  feminismo, ¿por qué las experiencias de mujeres negras no se aceptan como válidas?, ¿por qué son  únicamente escuchadas cuando personas de otras razas actúan como testigos de sus  discriminaciones?, ¿por qué se ha tenido que crear un movimiento afrofeminista?.  

Según las estadísticas recopiladas por el Institute of Women’s Policy Research, Center for Economic  and Policy Research, y Office for National Statistics UK, entre otras fuentes, destacan los siguientes  datos: 

– De media, las mujeres negras en Estados Unidos son pagadas hasta un 38% menos que los hombres  blancos y hasta un 21% menos que mujeres blancas. Un ejemplo de esto es: Si un hombre blanco cobra  $10, la mujer blanca cobrará $7.90, mientras la mujer negra cobrará $3.8.  

– La tasa de encarcelamiento de las mujeres negras es el doble que la de las mujeres blancas. 

– Las mujeres negras tienen de 3 a 4 veces más probabilidades de sufrir una muerte relacionada con  el embarazo que las mujeres blancas, incluso con niveles similares de ingresos y educación. 

– Las mujeres negras son menos contratadas para puestos de tiempo completo y aseguran puestos  ejecutivos a un ritmo menor, a pesar de contar con la misma preparación que el resto de aspirantes. 

Estos son solo unos de los innumerables datos de desigualdad existentes, solo unas pocas de las  infinitas razones por las que el afrofeminismo es necesario. 

El feminismo como cualquier otro movimiento está creado y promovido por personas, aunque las  personas compartan una ideología común, no les están exentas de ser personas racistas, sexistas o  clasistas. También ocurre dentro del movimiento feminista en el que la blanquitud es mayoría.  El feminismo no debe olvidar la raza, los temas raciales, los problemas raciales a los que se enfrentan  las mujeres afrodescendientes. El feminismo blanco debe replantearse sus propios privilegios y asumir  que consciente o inconscientemente se beneficia del racismo sistemático; y aceptar que solo apoyan  causas a favor de las mujeres cuando tienen un impacto directo sobre ellas mismas. 

Como dije anteriormente, las experiencias de todas las mujeres deben entrar en la conversación, no  debemos confundir feminismo blanco con mujeres blancas. El feminismo blanco presenta el problema  de que las experiencias de mujeres blancas se universalicen y se acepten como las únicas  discriminaciones sufridas por todas las mujeres. Las mujeres blancas, al igual que las de cualquier otra  raza, sufren discriminaciones sexistas por las que todos debemos trabajar para eliminar. 

Las mujeres afrodescendientes, no contamos ni con el total apoyo de mujeres no negras ni tan siquiera  con el apoyo de los hombres afrodescendientes. El afrofeminismo lucha por erradicar todas las formas  de opresión hacia cualquier mujer, pero carece de apoyo cuando se trata de combatir las opresiones  que viven las mujeres afrodescendientes. Las mujeres negras luchan junto a los hombres negros  contra el racismo, sufrido por ambos en igual proporción; pero parece imposible contar con ellos para  luchar contra el sexismo, por el simple hecho de que a ellos no les afecta. 


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Es importante enfatizar el dominio sexista existente en las comunidades negras, ese sexismo que  dificulta a la mujer afrodescendiente avanzar. Un ejemplo histórico de ello es lo acontecido en 1870  en Estados Unidos, cuando los hombres negros obtuvieron su derecho al voto pero las mujeres negras  continuaron sin poder votar. En 1920 se certificó el derecho al voto a las mujeres blancas, pero no se  extendió a mujeres afroamericanas. Ha quedado plasmado en la historia que los hombres negros no  encontraron ningún motivo para luchar por el sufragio de un género que no era el suyo, y las mujeres  negras quedaron excluidas. Una vez más, mujeres negras luchando por mujeres negras sin ningún otro  apoyo. Finalmente, poco menos de un siglo después, en 1965 se oficializó que las mujeres  afroamericanas y todas las mujeres pudieran ejercer su derecho al voto. 

En muchas familias afrodescendientes, a los hombres se les es dado un poder superior al de sus  familiares mujeres por un mero hecho biológico. Solo nosotros podemos combatir el sexismo que vive  entre nosotros. Como hombres, os disgustan las injusticias vividas por vuestras madres, hijas,  hermanas… pero no las vividas por mujeres negras como colectivo ajeno a vosotros. Las mujeres de  vuestra familia no solo representan parentescos familiares, nunca olvidéis que antes de eso primero  son mujeres. Un ejemplo actual de la indiferencia de los hombres afrodescendientes es la brutalidad  policial, ¿Por qué cuando muere una mujer negra a consecuencia de la brutalidad policial no tiene el  mismo impacto que cuando es un hombre negro quien muere?, ¿Por qué cuando esto sucede no  vemos a los hombres negros en masa salir a protestar y a mostrar su indignación?, ¿Por qué los  hombres negros no luchan por las injusticias con las que viven las mujeres negras?. Solo manifiestan  rechazo cuando es un hombre negro quien sufre. 

Invito a los hombres afrodescendientes a reflexionar sobre sus propias experiencias de discriminación  racial, y además de eso, añadid el hecho de que el mundo ve a la mujer como un ser inferior al hombre.  Vivimos en un mundo en que existe la supremacía blanca y la supremacía del hombre, esa terrible  combinación de racismo y sexismo es vivida diariamente por mujeres negras y vosotros parecéis no  querer ver.  

Debemos modificar, e incluso eliminar, las tradiciones y costumbres que posicionan a la mujer en una  situación de desigualdad frente al hombre. Debemos escuchar a las niñas y mujeres que rechazan  participar en la continuación de tradiciones opresoras. Debemos entender que ser mujer no debe  implicar sufrimiento, trauma ni silencio. Debemos luchar por los derechos ajenos, aunque no nos  beneficien. Debemos hacer el trabajo interno de educar y reeducar en favor de la igualdad de sexos. 

Todo cuanto necesitamos hacer es contar nuestras experiencias, crear movimientos y apoyarlos entre  nosotrxs para conseguir más cambios. Ya no tenemos que pagar el precio de nuestras vidas para que  lxs que están por venir vivan mejor de lo que hemos vivido nosotrxs. Muchxs fueron las personas que  sacrificaron sus vidas para que nosotrxs disfrutemos de los derechos con los que hoy contamos, pero  aún queda mucho por hacer y es nuestra responsabilidad continuar. 

Todos deberíamos ser feministas y luchar activamente a favor de la erradicación de toda  discriminación u opresión sufrida por cualquier ser humano. El feminismo trata de la igualdad de  derechos, obligaciones y oportunidades de todas las personas, sin discriminar su sexo, raza, elección  sexual, etc. Apoyar el feminismo es luchar a favor de las libertades LGTB+, es combatir toda forma de  discriminación, es crear una sociedad justa para todxs. No podemos ayudar hasta que no seamos  capaces de entender el problema, es importante informarse e intentar ver las situaciones desde la  posición y perspectiva de persona oprimida.  

No puedo evitar recordar que el problema no está en las mujeres negras. El problema no reside en ser  mujer o en ser afrodescendiente. El problema está en las mentes y corazones de lxs opresorxs. Por  muy difícil que resulte de entender, el fin de las opresiones a las mujeres negras conllevaría al fin de  todas las formas de opresión hacia cualquier mujer. 

Después del mítico discurso que dio Malcolm X un 22 de Mayo de 1962, 58 años después, puedo decir  que la mujer negra es la persona más despreciada en el mundo, la mujer negra es la persona más  desprotegida en el mundo, la mujer negra es la persona más olvidada en el mundo. El afrofeminismo  existe como lucha ante un mundo que no quiere prestar atención a las discriminaciones sufridas por  mujeres negras, y va a seguir existiendo hasta que decidan escucharnos. No vamos a volver a darles  la comodidad de nuestro silencio.


Nachaary Buika

Nacida en Gran Canaria (España).
Escritora, activista y feminista.
Estudiante de Marketing.
Instagram: @nachaary_



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