domingo, diciembre 22

Mi madre negra es símbolo de resistencia

Cuando ves una madre negra, percibes en ella todos sus antepasados, en su piel fuerza, resistencia y sabiduría; es fácil ver a una guerrera.

¿De dónde viene toda esa fortaleza?

Anterior a la invasión occidental, muchas sociedades africanas eran matriarcales. Nuestras ancestras fueron líderes en lo económico, social y espiritual. Barbara Lesko, historiadora del África antigua, nos enuncia que: «En todas las partes de África que uno raspa la superficie, encuentra datos etnohistóricos sobre la autoridad que alguna vez compartieron las mujeres».

Sus comunidades creían en las diosas, aquellas eran madres todopoderosas, compasivas y amorosas. La mujer negra gozaba de un estatus igual o mayor que al de los hombres. La historiadora y experta en arte africano, Rosalind Jeffries, en su artículo “La imagen de la mujer en el arte rupestre africano”, expone cómo los relatos de la creación africana, se centraban en la Madre Primordial, donde la mujer había sido creada antes que el hombre.

La visión de nuestras madres  africanas era de gran importancia en la toma de decisiones relacionadas con sus comunidades y familias, se les concebía como reinas guerreras, eran  temidas y respetadas, ellas pusieron fuerte resistencia al llegar los colonizadores a sus tierras.

A raíz de la Trata Transatlántica y de las invasiones occidentales y orientales, en África se instauró el capitalismo y el cristianismo, ocasionando que nuestras ancestras perdieran su poder y sufrieran una doble discriminación al ser mujeres y ser negras, además, las que fueron sujetas a la trata de esclavos y sacadas de sus tierras en contra de su voluntad, soportaron trabajos forzosos, explotación sexual y otras crueles discriminaciones, las cuales dejaron secuelas que aún sufren sus descendientes en el Continente Americano.


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Actualmente las mujeres negras del continente africano, sobre todo de la zona subsahariana, también sufren las secuelas de la colonización europea; evidenciadas en  discriminación, exclusión e  invisibilización; por ello,  las mujeres negras, en los diferentes contextos culturales e históricos, continúan en la lucha por retomar sus derechos. Ken Bugol, novelista senegalesa, nos dice que “Las prácticas degradantes aún existen, como los matrimonios precoces, las mutilaciones genitales, aún persisten muchos obstáculos inconscientemente sexistas que les impiden acceder plenamente a los órganos directivos y de decisión”.

Por otro lado, afortunadamente aún perduran muchos aspectos del legado que dejaron nuestras ancestras, antes y después de la esclavización transatlántica y la colonización europea, los cuales se pueden ver reproducidos en la cultura de las diásporas africanas y las mujeres africanas.  Muchas madres negras existentes han educado transmitiendo sus creencias y tradiciones históricas a sus hijos, familias y comunidades.  Ellas hacen parte de lo mejor de nuestra esencia, son la estructura de nuestros pueblos.

De modo que, cuando vemos una madre negra vemos una historia de resistencia, vemos a una mujer que enorgullece, inspira y da fuerza cada día para continuar.

Por ese motivo, es fundamental recordar que nuestras madres negras han sido, son y serán:

Líderes: Encaminan a su familia, escuchan, comprenden y guían, sus voces son las más importantes en el hogar.

Fuertes: Luchan y defienden firmemente cada uno de sus ideales.

Astutas: No se les engaña fácilmente, saben cómo anticipar el peligro y hacerse respetar.

Trabajadoras: Ejercen su oficio o profesión con gran devoción e inteligencia.

Sabias: Siempre tienen las palabras adecuadas, por cada uno de los conocimientos adquiridos de sus ancestras y experiencias propias.

Narradoras: Saben relatarnos las mejores historias, las más interesantes y enganchadoras. Gracias a sus relatos, nuestra esencia perdura.

Amorosas: Siempre nos harán sentir  queridas  y entendidas en cada una de las experiencias de nuestra vida.

Nuestras madres negras, a pesar del sufrimiento que han vivido a raíz del racismo y la discriminación, son el conjunto de las mejores cualidades de cada una de nuestras ancestras, que en esencia han sido transmitidas de generación en generación; así mismo, son modernas, han sabido adaptarse a los tiempos actuales, permitiendo una mejor transmisión de sus saberes y conocimientos.

Por lo anterior, digo y sostengo con firmeza que amar a mi madre negra, es aferrarme con fuerza a mis raíces; pues me hacen cada día líder, fuerte y poderosa.

 BIBLIOGRAFÍA:

Bugul, K. (s.f.). El tiempo. Obtenido de Mujeres en Africa: https://elpais.com/elpais/2016/06/28/africa_no_es_un_pais/1467102273_146710.html

Chalá, C., & Ocles, M. A. (s.f.). Aportes de la Mujer Negra a la Cultura y Espiritualidad en las Americas.

Chengu, G. (6 de Marzo de 2015). The Capitalist Origins of the Oppression of African Women. Obtenido de CounterPunch: https://www.counterpunch.org/2015/03/06/the-capitalist-origins-of-the-oppression-of-african-women/

ONU. (2015). Obtenido de https://www.un.org/es/events/slaveryremembranceday/2015/index.shtml


Eliza Ramírez

Administradora de empresas, mercadóloga digital y bloggera de temas raciales y de género.
Instagram: @elizaramirez___
E-mail: Elizaramirezrivas2019@gmail.com


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