El Martes 22 de octubre del año en curso, en la sede de la Fundación Foro Del Sur, en Montevideo 1545, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, la ONU MUJER convocó al diálogo, reuniendo a voces claves del proceso de la Plataforma en Argentina y a las y los jóvenes activistas en favor de los derechos de las mujeres, esta reunión busco conmemorar los 25 años de defensa de los derechos de las mujer, lo que a su vez le abrió las puertas al debate sobre los avances y desafíos de la Plataforma de Acción de Beijing.
En 2020 se cumplirán 25 años desde que la Plataforma de Acción de Beijing (1) estableció el modo de eliminar las barreras que impiden la participación igualitaria de las mujeres en todas las esferas de la vida, y es debido a la conmemoración de la plataforma de acción de Beijing, que la ONU Mujeres convocó a las distintas voces del feminismo porteño para generar el dialogo reflexivo que genere un balance de los logros obtenidos desde entonces, y se trace un lineamento de las conquistas sociales restantes.
La Declaración y la Plataforma de Acción de Beijing marcaron, en 1995, un momento singular para el avance de la igualdad de género, estas contribuciones muestran que, sin dudas ha habido triunfos: se crearon y perfeccionaron marcos legales para la defensa de los derechos de las mujeres y se lograron avances en iniciativas para combatir la violencia contra las mujeres, sobre todo en situaciones de conflicto y posconflicto y en el mundo del trabajo.
La bienvenida, contexto y objetivos del diálogo estuvo a cargo de Florence Raes (Representante ONU Mujeres en Argentina), quien muy amablemente expresó “Agradezco el poder contar con su presencia en esta tarde, este encuentro, entre mujeres referentes de la comunidad y del feminismo argentino, tiene como finalidad hacer una lluvia de ideas, con el objetivo de generar una reflexión crítica y constructiva sobre el tratado de Beijing, y así elaborar juntas las propuestas de las mujeres argentinas. El feminismo argentino sigue liderando y ganando espacio en la región, y esto es gracias a las mujeres que hoy son disertantes en esta tarde de dialogo.”.
La introducción a Beijing, un marco histórico para las mujeres, estuvo a cargo de las referentes Ana Falú (Activista feminista, arquitecta, profesora, investigadora del CONICET) y Virginia Franganillo (socióloga, dirigente peronista, especialista en estudio de las mujeres), quienes hicieron referencias históricas y anecdóticas al camino que trazaron las mujeres argentinas que desemboco en la plataforma de acción.
Para la arquitecta Falú, la Argentina no termina en la general paz, destacó la injerencia e importancias de las provincias en la construcción del estado nación, a su vez narró un recuerdo sobre su experiencia en el primer encuentro mundial que la ONU realizó por las mujeres de la siguiente manera: “Me viene a la memoria el recuerdo, de cuando estuvimos en Beijing, y de cómo nosotras, las feministas argentinas, llevamos la bandera argentina por el derecho al aborto. Esta es la memoria que se ha ido construyendo de manera colectiva, no debemos dejar que se pierda”, luego hizo énfasis en la importancia de los procesos colectivos, y de cómo las feministas utilizaron el pretexto de Beijing para construir sus propios textos. Asimismo, reflexionó diciendo: “Hoy estamos en un momento absolutamente distinto, con respecto a nuestros temas. El pánico instalado por la ideología de género, por la amenaza permanente de los sectores más conservadores, más oscuro, casi medievales, que se sienten amenazados con nuestros avances, buscan que se generen un retroceso, y Brasil es un ejemplo de eso. Hoy no sólo está la cruzada oscura de la ideología de género, sino que también hay una situación mundial caracterizada por las obscenidades de las desigualdades. En América Latina estas obscenidades, tocan más a las mujeres que a los hombres, es por eso que las mujeres pobres tienen el doble de hijos que las ricas, son las mujeres pobres las que viven en territorios donde le faltan derechos y le sobran carencias, y creo que esas mujeres también merecen nuestra atención, merecen ser escuchadas, ser parte de nuestro público si queremos avanzar”.
Mientras que la socióloga Franganillo habló de los avances alcanzados a partir de la estructuración del plan de acción de Beijing, dentro de los cuales se encuentran la ley de cupo, y la perspectiva de género aplicada en políticas públicas, entre otros, también hizo referencia a como las asociaciones de mujeres se convierten en movimientos sociales, y como gracias a la unión de las mujeres, fue que se pudo el año pasado dar el debate sobre el aborto.
Por su parte Gloria Bonder (Directora del Área de Género, Sociedad y Políticas de la FLACSO) Nelly Bórquez (Coordinadora de la Casa de La Mujer Rosa Chazarreta) también fueron disertantes en este encuentro, ellas nos hablaron sobre cómo fue su experiencia en Beijing, sobre las negociaciones y acuerdos gestados allí, y los retos que aún faltan incluir, porque las mujeres somos diversas y esa diversidad debe estar representada en cada espacio.
Luego tomaron la palabra Norma Sanchis (Sociólogo especialista en economía y género) y Monique Thiteux Altschul (Referente feminista, Directora Ejecutiva de la Fundación Mujeres en Igualdad, licenciada en Letras) ellas hicieron referencia a como fue la vuelta a de Beijing, y cuales habían sido las demandas de las mujeres argentinas y cual debía ser el plan de acción que el estado argentino debía encarar.
En este espacio se hizo la presentación del informe preliminar de Argentina-Beijing +25, el cual estuvo a cargo de Carla Majdalani (Directora Nacional de Información, Comunicación y Difusión en presentación del Instituto Nacional de las Mujeres), quien comentó “Se han realizado exámenes exhaustivos nacionales que evaluarán el progreso realizado durante la implementación e identificarán los desafíos encontrados, además se ha realizado un cuestionario compuesto de 40 preguntas estructuradas en 4 ejes: Prioridades, logros, desafíos y complicaciones, evaluando el progreso en las 12 esferas de especial preocupación: instituciones y procesos nacionales”, para logar realizar este informe el Instituto Nacional de las Mujeres, realizo consultas con organismos nacionales, donde también participo la sociedad civil.
En este encuentro el dialogo se utilizó como hoja de ruta para la «Generación Igualdad», dándole lugar a la intervención de las actrices sociales allí presentes, la moderación del debate estuvo dirigida por la consultora de la ONU Lucia Martelotte, este ámbito de debate de temas actuales y pendientes se alzaron las voces disidentes compuestas por mujeres originarias, migrantes y referentes del colectivo afrodescendiente en argentina.
Susana Villarueta miembro de Tertulia De Mujeres Afrolatinoamericanas, (TEMA) habló sobre la importancia de la inclusión de la perspectiva étnico-racial en los procesos de evaluación y cambio sociales, diciendo “Es importante escuchar la voz de las mujeres afro, porque nosotras estamos invisibilizadas. Es importante destacar que las mujeres afro estamos atravesadas interseccionalmente por otros ejes, que son: la etnia, el lugar de residencia, el género y la clase, es por eso que en Argentina buscamos la visibilización. Las mujeres negras sufrimos otros tipos de opresiones, y estas nos imposibilitan el acceso a la educación, a la salud, a la vivienda, a la autonomía económica y el acceso a las nuevas tecnologías, los que nos hace ser las protagonistas del desplazamiento, que nos sumerge en la pobreza, en marginalidad y que nos roba el acceso a todos estos derechos, como a la igualdad de género que aquí se propone. Por eso es que propongo pensar en la perspectiva étnico-racial, porque si no la incluimos, no podremos ver las restricciones que otras mujeres padecen, y que tienen que ver con construcciones históricas, construcciones mentales, donde la raza ha sido un elemento de dominación y de desigualdad, a nivel de Latinoaméricano y concretamente a nivel argentino, los silencios tienen color”.
Mientras que para Alejandra Egido presidente de la Asociación De Mujeres Afrodescendientes En Argentina (TES) y delegada de Afroféminas en el país, la ONU mujer puede colaborar en la visibilización y reivindicación de la historia afroargentina, es por ello que manifestó “La reivindicación histórica en los procesos del reconocimiento de la identidad nacional, no solo le agrega valor y visibilización a la comunidad afroargentina, sino que también es parte de una deuda existencial, que priva a los afroargentino de la justicia social, el no incluir la historia afroargentina en la currícula escolar solo contribuye en la propagación del negacionismo histórico, que trae como consecuencia, ciudadanos que desconocen sus orígenes, y es por allí donde empiezan todos los males, males como la violencia, la xenofobia, o el racismo. Es importante que la mujer afroargentina este también invitada en estos espacios, porque a diferencia de los hombres afroargentinos, que tienen al fútbol como espacio de integración, la mujer negra afroargentina no hace un gol, no tiene un espacio de pertenencia, y simplemente pasa a ser extranjerizada”.
Por otro lado, Daphnée Joseph y Hurdes Gastie Honorat, miembros de la comunidad Haitiana de Buenos Aires, y de la Comisión 8 de Noviembre, aprovecharon la ocasión para comunicar los episodios de violencia racista que han sufrido sus compatriotas Angie Lafleur quien fue desalojada, con violencia, del Hotel Constitución, junto con cinco compatriotas, por fuerzas de seguridad de la Policía Federal y de la Ciudad, sin orden judicial y sin ninguna razón aparente ya que había pagado el alojamiento por adelantado. Embarazada de 9 meses, tuvo que ser trasladada, de urgencia, en ambulancia al Hospital Ramos Mejía, donde dio a luz a su hijo. Y Cherline Chery quien fue llevada de urgencia al hospital, perdiendo su embarazo, quedando internada en grave estado, su esposo sufrió quemaduras en sus extremidades, cuando el hijo del locatario que les arrendaba la vivienda, les arrojara una bomba molotov. Tanto Joseph como Honorat piden justicia, y el cese de la violencia racista.
Gracias a estas intervenciones finales salieron a la luz temas como la precarización laboral en los medios de comunicación argentinos, que afecta a los y las profesionales de las comunicaciones y el periodismo.
Aunque en estas dos décadas se han reforzado los protocolos de acción y de protección a las mujeres, siento que todavía falta quebrar con los estereotipos de género, que se han fijado en el pensamiento y en la conducta colectiva de la sociedad, y que luego se legitiman de manera institucional, mientras la educación invisibilice y negocie la existencia de los aportes afro, será imposible hablar de empoderamiento, es por ello que aún nos falta mucho por hacer.
Melina Schweizer
Periodista Dominico-Argentina, ciudadana y libre pensandora
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