jueves, noviembre 7

Querido policía

Seguramente desde niño o niña soñaste con tu profesión. Seguro que eras de esos que decían: quiero ser policía para cuidar a las personas. En mi caso yo quería ser Psicóloga para imitar a mi madre y terminé estudiando Filosofía en honor a mi padrastro, un hombre negro a quien le otorgaron posmorten el título de doctor en Ciencias.

Querido policía, ahora con 44 años que tengo, me siento feliz adonde he llegado. ¿Tú también lo eres?

Si me permites, hoy seré yo quien hará las preguntas y no te preocupes que en ninguna te voy a deshumanizar.

Cuando querías ser policía, ¿a quién querías defender? ¿Entramos en ese rango una mujer negra y migrante como yo, una mujer gitana, una mujer musulmana que lleva el velo que estime conveniente? ¿Quiénes son los sospechosos para tí?

¿Sabes qué me ha pasado hace poco?: Salía de un fantástico taller con mis compañeras y encontramos a unos hermanos africanos de celebración. Estaban siendo custodiados por policías nacionales. Y entre la fiesta, la algarabía y la sorpresa nuestra, se me acerca un policía Nacional. Te juro que en ese momento sentí terror. No estaba haciendo nada malo pero sólo con ser una mujer negra en España tengo el 80% de probabilidad de ser detenida por uno de tus compañeros o compañeras, de ser humillada en público y que no ocurra nada. Para estos casos no existen fallos tipo MANADA. Tanto era mi pavor, que no me daba cuenta que el policía que tenía delante era el padre de un amiguito de mi hija del cole y que venía a saludarme. Como siempre le veía llevando a su hijo, siempre tan correcto y amable, con su esposa era con la que más conversaba, que vamos, no lograba reconocerle en los primeros instantes.

Querido policía no puedes imaginar cuán a salvo me sentí. En ese trocito de tiempo pude saborear lo que es la democracia para un grupo de ciudadanos al que yo no pertenezco. Tuve que decirle: «ufff tendrías que aparecer cada día que estoy leyendo en el parque mientras mi hija juega y los policías sienten la necesidad de preguntarme que qué hago allí». Esto sólo ocurre cuando NO voy «custodiada» por la blanquitud de mi marido.

Por esto y más querido policía te pido que te pronuncies, que te mojes desde tu poder, que nos convenzas de que el cuerpo policial en España no forma parte de una maquinaria profundamente racista, que te esfuerces en hacer una asociación de policías profesionales y respetuosos con los derechos humanos. Yo soy un ser humano, una mujer gitana también. Mis hermanos hombres racializados también son seres humanos. Todos merecemos ser cuidados. Te pido que te desmarques de esos y esas que pese a encontrarla en su centro de trabajo, vestida de azafata, la azafata «negra», fueron a por ella y no dudaron en humillarla delante de sus compañeras, vestidas exactamente igual que ella. Te pido que te desmarques de ese grupo que se entretiene en Avenida América en pedir identificación sólo a hombres negros. Eso yo lo he visto con mis propios ojos y lo peor es que detrás de mi había una chica rubia muy joven que dijo: «qué bueno, así vamos seguras».

Querido policía. Soy migrante y también española. Yo voté izquierda y me preocupa mucho que NINGÚN político ahora mismo esté preocupado por la calidad democrática de España. Comienzo a sentirme aquí como si otra vez estuviese en la Habana.

Si yo me mojo y no tengo poder salvo a las miles de personas que leen esta web diariamente en todo el mundo, ¿cómo no vas a poder hacerlo tú?

Yo me ofrezco gratuitamente a daros formación si es necesario. Y fíjese que no me gusta hacer nada gratis, pero este problema me parece tan serio, que estoy dispuesta a hacer una excepción.

Atentamente


Antoinette T. Soler // Ocha Imle 

Fundadora y Directora de Afroféminas. Licenciada en Filosofía por la Universidad de La Habana. Consultora especializada en género y raza. Máster en comunicación de empresas por la Universidad de Zaragoza.


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2 comentarios

  • Creo que en el caso de los policías aún detienen mas a los chicos. Tengo un hijo de 20 años con pinta de marroquí y día si y día también le detienen en Plaza Castilla. A sus hermanas, 2 años mayor una, y 3 años menor la otra, no tanto, alguna vez, pero no tanto. Mi percepción es que los policías llevan todos los prejuicios instalados en el sistema operativo. Yo hombre blanco de pelo blanco, no soy detenido nunca.

    • Mercy

      Entiendo que te afecte porque son tus hijos ,pero yo , mujer negra , vivo en un barrio multicultural y puedo decirte que lamentablemente si se cumplen los estereotipos negativos que se nombran .
      El tráfico de drogas , hachís, en entr caso ha aumentado proporcionalmente al número de magrebies.
      Es así, ahí en Marruecos y Latinoamérica , son un núcleo importante de estas sustancias . No me extraña que los policías sospechen de ellos principalmente.
      Los negros también contribuyen , sólo hay que ir a Lavapiés y verlos ahí de pie vigilando su mercancía.
      Salí con un policía y no era para nada racista, ni machista , no fascista , y las cosas que me contaba era percibible a pie de calle.

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