Hoy miércoles 29 de mayo se estrena en Barcelona la obra de teatro “Negrata de merda”, de la dramaturga afrodescendiente Denise Duncan. Se trata de un trabajo que habla sobre los microrracismos que vivimos cada día todos nosotrxs. Nos hace reflexionar sobre comportamientos que ejercemos o hemos tenido que vivir con el fin de reivindicar estas violencias sobre el escenario. Con motivo de este estreno nos pusimos en contacto con Denisse para que nos hablase de la obra, su trabajo y como es ser una dramaturga afrodescendiente en estas tierras.
Denise Duncan es afincada en Barcelona y cofundadora de la compañía La Pulpe Teatre. Tiene una larga trayectoria profesional que la ha llevado recientemente a ser nombrada Autora Residente de la reconocida Sala Beckett para la temporada 2019-2020.
Actualmente eres autora residente en la Sala Beckett para esta temporada y estrenas “Negrata de merda” en el Teatre Tantarantana (felicidades!!). Cómo te sientes?
Estoy muy feliz. Me hace sentir muy orgullosa porque yo me dedico a algo que requiere muchísima constancia, he estado muchísimos años picando piedra y tratando de hacer las cosas con la mayor rigurosidad posible y la mayor profesionalidad.
Estoy muy contenta de recoger los frutos de tantos años de trabajo.
Por otro lado también me siento responsable de alguna manera porque sé que no hay mucha más gente afrodescendiente que se dedique a la dramaturgia y a la dirección y siento que es parte de mi responsabilidad hablar de ciertos temas, poner el foco en ciertos lugares que normalmente no se visibilizan.
Cuéntanos un poco más sobre tu trayectoria profesional. En qué y dónde te formaste?
Soy licenciada en periodismo en Costa Rica y también estudié Arte Dramático con énfasis en Interpretación.
Luego vine a España y cursé un Máster en Estudios Audiovisuales y Teatrales, luego saqué la licenciatura en Dramaturgia en el Institut del Teatre e hice un posgrado en Redes Sociales, Creación de Contenidos y Community Management.
Dedico mucho tiempo a estudiar porque es algo que me gusta mucho y lo disfruto 🙂
Hace muchos años que me dedico al teatro, he hecho algunas cosas en redes sociales pero sobretodo me dedico a la Dirección y a la Dramaturgia.
A nivel personal, cómo ha sido tu experiencia como niña y mujer negra en un entorno predominantemente blanco?
Ha sido muy variado pero efectivamente crecí en un entorno predominantemente blanco porque soy mestiza y la familia de mi madre es toda blanca.
En primaria había unos 800 niños y yo era la única negra. Para mi siempre fue un rasgo el ser diferente. Me ha formado el carácter porque sé que soy distinta y esa distinción, esa diferencia hay quien no la acepta, no le gusta porque les gustaría que todos fuéramos iguales y muy blancos y yo no lo soy.
Por esto sí he sufrido discriminación: alguna vez me han insultado por mi color de piel, tanto en Costa Rica como aquí. Aquí me mandaron a mi país gritándome en plena calle desde un coche; otra vez una señora me insultó en la calle por mi color de piel, me dijo de todo menos bonita.
Durante mucho tiempo, sobretodo en la adolescencia donde se juntan varias cosas, era un punto muy complicado de manejar para mí. Pero con los años no solo he aprendido a vivirlo de otra manera y cogerlo como un entrenamiento de fortaleza sino a entender que hay una responsabilidad ahi tambien.
Yo creo que las personas que tenemos “características diferentes” o que crecemos en un entorno donde se nos distingue por tener ciertos rasgos también tenemos la posibilidad de educar de alguna manera a nuestro entorno y de enseñar que las diferencias están en la mente: las diferencias en la percepción de qué és una persona negra, cuales son sus valores. Aquí entran también los estereotipos claro (bailar, cantar, etc).
Hay que aprender a manejarlo porque es complicado, sobretodo cuando se hace de menos al que se siente distinto y eso es muy difícil que una persona que no lo ha vivido lo entienda. La gente puede ser empática pero es muy difícil entender lo que no se vive en primera persona, sobretodo la dimensión que se alcanza cuando hablamos de discriminación racial.
De todas formas me considero muy afortunada porque tengo una familia que siempre nos ha reforzado el orgullo de ser quienes somos y nos ha enseñado cómo manejar esas situaciones. Mi padre es especialista en temas de raza y racismo, es historiador, y siempre hemos tenido eso en casa: muchísimas herramientas para manejar esta situacion, para mi hermana y para mi.
Como madre afrodescendiente de un varón afrodescendiente en Catalunya, como han sido/son tus experiencias?
Sobretodo me he dado cuenta de que la cosificación empieza desde muy pequeños.
Mi hijo tiene el pelo muy frondoso y rizado y la gente se lo quiere tocar, les llama a atención. Lo que me pasaba a mi de pequeña veo cómo se perpetúa. Hasta ahora no ha habido ningún incidente con él, así que no se como lo manejaré llegado el caso.
Pero me he vuelto muy observadora.
También me centro en enseñarle que las diferencias, sean cuales sean, son valiosas, no son motivo de discriminación hacia nadie. Creo que cuando te toca la responsabilidad de educar a alguien eso es algo que se pone en primer término, el entender que lo que le enseñe és lo que va a reproducir.
Los niños son esponjas y sino tenemos claro que no sólo es lo que decimos sino cómo nos comportamos, cómo tratamos a otras personas, que ese es el modelo que les estamos dando, luego crecen con unos valores y pensamientos que en realidad son los del adulto. Aquí me ha tocado revisarme mucho porque todos tenemos prejuicios en mayor o menor grado, la diferencia está en cómo lo manejamos unos y otros. Pero cuando tienes un niño eso se pone en primer término: tengo que deconstruirme yo para poder enseñar a mi hijo a mirar el mundo de una manera distinta.
Cómo han influido esas experiencias en tu enfoque profesional?
Es muy interesante porque hasta hace unos años, incluso a nivel personal (yo me alisaba el pelo ) de alguna manera inconsciente queria pasar inadvertida (“i wanted to bled in”) y no me daba cuenta de que lo mio es sobresalir (“to stand out”).
Hubo un momento previo a ser madre en que hice mi primer acto político que fue dejarme el cabello natural. Lo hice yo misma como acto simbólico “YO me deshago de lo que no es mio, de lo que NO soy YO”. Y a partir de ahí ha ido en cadena, una serie de cosas de tomar consciencia de mi propia exisencia como parte de una estructura colonialista, racista, machista, etc. Y me he ido revisando.
En lo que ha influido es en la necesidad de hablar de ciertos temas.
La primera obra que escribí hablaba sobre la negritud. Era bastante autobiográfica, aunque no del todo, pero sí que recogía mi experiencia.
Luego he hecho distintas cosas, aunque en algún momento no habia querido tocar el tema directamente, llevo un par de años en los que, quizá por la edad, madurez o la consciencia de “si no eres parte del problema sé parte de la solución”.
En cualquier caso el silencio es cómplice. Así que decidí hablar de ello (lo que no significa que no pueda hablar de cualquier cosa) pero decidí hablar de lo relacionado con la negritud porque sentí que era mi responsabilidad.
A partir de esta deconstrucción y la reflexión posterior de “qué me distingue A MI como creadora?”: puedo ser una dramaturga catalana o puedo ser una dramaturga negra catalana. No hay muchas más. Si no hablo yo de esto, si no lo escribo yo nadie más lo va a hacer. Y es importante que lo escriba alguien que lo haya vivido en primera persona porque conocemos bien los fenómenos.
Entender el feminismo me ha ayudado a entender que hay una diversidad a defender, lo cual me llevó a ver que en realidad soy afrofeminista y eso significa que la lucha tiene que ser necesariamente interseccional. Me di cuenta de que para hablar de mi feminismo tenía que hablar tambien de raza; una variable muy importante que me atraviesa personalmente.
E hice el click.
Hace 1 año que empecé a presentar proyectos relacionados con este tema: “Banzo” (SGAE), “El aliento de las ancestras” una obra que habla de la historia de la negritud en España desde 1800 a la actualidad, “Taques de Tardor” una adaptación del Otelo de Shakespeare para el Teatre LLiure (interpretada por Malcolm Mc Carthy y Carol Muakuku) y “Negrata de merda” sobre lo que significa ser negro en este país.
La residencia en la Sala Beckett también gira entorno a esta temática porque para mi es fundamental y muy importante.
Es tu trabajo como dramaturga una forma de activismo antirracista / afrofeminista?
Efectivamente mi trabajo es activismo, activismo afrofeminista.
Ha llegado un momento en mi vida en que veo que el arte és política, el arte és político o pretendemos que lo sea. Creo hay que ser valiente y hablar de lo que considero importante poner sobre la mesa. Porque si no lo hago yo, quién lo va a hacer?
Drama cómico con enfoque antirracista? Cuéntame más!
Es una obra que es un drama, pero llega un momento en que lo que refleja, nuestro dia a dia, se vuelve tan absurdo que empezamos a reír. Porque cuando le pones la lente de aumento a ciertos temas te das cuenta de la absurdidad tan grande y de la forma de ver a vida.
Negrata de merda es un poco eso. Son reflexiones que he oido/visto/vivido y que nunca había puesto en el teatro.
Es tan real que termina haciendo gracia y nos reímos también como forma de soportarlo. llega un momento que hay de reírse porque sino te destrozan.
Qué recomendarías a las personas afrodescendientes o racializadas que acudan a ver tu obra “Negrata de merda”? y a las personas blancas?
A las personas afrodescendientes y racializadas deseo que se sientan escuchadas, que sientan que hay alguien que ha pensado en cómo pueden sentirse en un mundo tan blanco y que ha querido reflejarlo de alguna manera en el teatro.
A las personas blancas que vengan a ver la obra espero que no se lo tomen personal. No pretende ser un ataque a nadie. Es poner el foco en ciertos comportamientos y formas de ver el mundo como forma de invitación a la reflexión.
Sintamos y reflexionemos, pues.
Gracias Denise! desde Afroféminas os deseamos toda la suerte del mundo.
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