La lección más importante que he aprendido desde que soy madre es que el amor no es suficiente. Desde el momento en que descubrí que estaba embarazada, amé a mi bebé; Esa fue la parte fácil. Ese amor inmediato y natural fue suficiente para que me sintiera como un buena madre durante la mayor parte de los dos primeros años de la vida de mi hijo.
No fue hasta que empezó a hablar bien y a desafiar mi autoridad que empecé a darme cuenta de que una buena crianza es una receta complicada a partes iguales de amor, apoyo, protección, comprensión, orientación y mano izquierda.
Al igual que con cualquier receta, la capacidad de improvisación es crucial, pero la comprensión del proceso es de suma importancia. Así que cuando leo las historias de celebridades blancas que adoptan niños negros, me pregunto si se dan cuenta de que su deseo de dar a un niño un hogar lleno de amor no será suficiente.
No estoy de acuerdo con que para un niño necesitado es suficiente encontrar un hogar donde se cubran todas sus necesidades financieras y materiales. En realidad una vida “mejor” para un niño negro huérfano es mucho más que una casa grande, buena ropa y vacaciones de lujo.
La adopción, independientemente de las condiciones raciales, requiere un nivel de paciencia, de amor y empatía, pero si una persona blanca decide adoptar a un niño negro debe estar dispuesta a enfrentarse al racismo que impera en esta sociedad y que conscientemente o inconscientemente ejercen las personas blancas.
Ir con la mentalidad de que este niño negro no es diferente de cualquier otro niño es una ingenuidad que el adoptante no puede permitirse, y la cual el niño adoptado pagará. El deseo de amar a un niño negro debe ir acompañado de la voluntad de aprender y aceptar las necesidades únicas de la negritud y la niñez negra.
La familia blanca que adopta a un niño negro primero debe entender que no importa lo mucho que le gustaría creer que la raza no es real o fingir que no ve el color, ese niño negro sufrirá las consecuencias sociales muy reales de su raza y color. La familia adoptante tiene que reconocer que las necesidades de ese niño negro son diferentes emocional, social, mental y físicamente.
Esa familia tiene que estar comprometida con la tarea hercúlea de crear su hogar, contra todas las hostilidades sutiles y subconscientes aprendidas a través de décadas de una socialización inevitable de menosprecio, y crear un espacio donde ese niño negro se sienta libre de esa carga cada vez que asome el racismo.
No, la adopción de un niño negro no es una oportunidad para demostrar que no eres racista. La gente blanca que adopta niños negros no merecen más respeto y elogio que otros sólo por el hecho de hacer una adopción interracial.
Los padres blancos de los niños negros tampoco deben creer que asumiendo los estereotipos estéticos de lo que debe ser un negro según la cultura mediática abarcan la totalidad de la cultura afrodescendiente.
Hay que entender y aceptar que a pesar de que la raza es una construcción puramente social, hay diferencias físicas entre nosotros. Significa entender que el cuidado de los cabellos de ese bebé negro requiere que usted padre blanco se eduque acerca de los productos y métodos que funcionan mejor para nosotros. Significa saber que por razones médicas, el bebé negro es más mucho más propenso a tener unas enfermedades que otras. Significa entender que la hidratación de su piel es mucho más que cosmética.
Una familia de un niño negro debe estar dispuesta a asumir que posiblemente tenga algunos problemas raciales durante su periodo estudiantil, quizás desde su primer día en la guardería.
Esto significa no sólo que usted compre muñecas con el pelo y la piel como las de ella, para que aprenda a amar su propia belleza, si no que también esté dispuesto a enfrentarse o incluso a cortar con los miembros de su familia y amigos que se niegan a hacer este trabajo para hacer frente a sus propias creencias racistas.
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Significa no sólo ver documentales de King y leer novelas Langston Hughes durante el mes de la historia negra, si no asegurarse de que el niño tiene una biblioteca de literatura negra a su disposición. Significa no sólo defender a su hijo cuando recibe un insulto racial, si no también procurar que juegue y socialice con otros niños negros con regularidad.
Los padres blancos deben estar preparados para asumir retos sobre su aptitud para criar a un niño negro. Sus sentimientos y sufrimientos nunca importan tanto como el bienestar de ese bebé.
Su determinación debe ser firme para asegurar que las relaciones de su hijo negro con los niños blancos no se conviertan en subordinadas ni de lástima.
El reconocimiento de la negritud de un niño negro por los padres blancos es una cosa delicada. Debe ser constante pero nunca exagerado ni sobreactuado. Debe ser natural.
Debe tratarlo de forma que el niño se de cuenta de que lo negro es parte de lo que es, pero no todo lo que es. Un padre blanco de un niño negro debe ser experto en manejar las complejidades de la identidad racial de ese niño de tal manera que se vuelve tan natural como respirar.
No hay un manual para criar a los hijos. Los niños negros son niños como los otros, pero que sufrirán una serie de problemas a lo largo de sus vidas a los que son ajenos los niños blancos. Para un niño negro los estereotipos y el racimos hace que la desventaja sea casi insuperable y que la preparación nunca sea suficiente debido a los obstáculos. Os deseo mucha suerte.
Lasha es una escritora y bloguera comprometida con utilizar sus textos para ayudar a deconstruir las ideologías opresivas, en particular el racismo y misoginia. Dirige el blog Kinfolk Kollective. Síguela en Twitter @knflkkollective
Artículo original de Kinfolk Kollective traducido para Afroféminas.
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cual es el prolblemas sera que no somo personas como los demas