Los afrocolombianos, la discriminación y el cabello

Colombia cuenta con un importante número de población afrodescendiente y aunque los censos dicen que somos el 10%, muchos apuntan a que somos más 30% de la población.

Siendo así se pensaría que la población afrocolombiana cuenta con espacios de participación relevantes en esferas como la televisión, la política, lo artístico y otras, pero resulta que no, resulta que la población negra afrocolombiana aún está luchando por ganar un lugar importante en dichos espacios.

Y peor aún, los pocos que logran estar en esos espacios tienen sobre sí toda una presión que les limita un poco la posibilidad de ser ellos 100%. Sin entrar en estereotipos me refiero a nuestro tono de voz festivo, nuestra vestimenta alegre y por supuesto nuestro cabello llamativo; en vez de eso y pro de encajar y alejarnos de la discriminación algunos deciden (o son obligados) a cambiar algunas cosas, entre ellas su cabello. Y es que lastimosamente esos estereotipos de bullosos –ya no festivos-, ordinarios –ya no de vestimentas alegres- y despeinados –ya no de cabello llamativo-, son los que se usan para justificar la discriminación y la exclusión.

Conozco el caso de una hermosa chica afro que siendo una excelente profesional de la comunicación fue escogida para presentar una sección en un reconocido noticiero en nuestro país, una de las condiciones, alisarse el cabello a lo que tuvo que ceder.

Pero no todo es tan malo, así como para algunos es difícil enfrentarse a esa presión, también vemos a modelos y actrices (entre ellas a Karen Hinestroza – e Indira Serrano – apareciendo más y más en la televisión colombiana mostrando sus cabellos sin el yugo del alisado.

Además fuera de las esferas de lo artístico y la televisión vemos a profesoras, alcaldesas (Zulia Mena), congresistas y de más profesionales, y mujeres del común mostrando su cabellera natural sin reparos o problemas.
Y aunque es cierto que es un poco un tema de moda, es de resaltar que para muchas es más un tema de identificarse con sus raíces y con su yo personal. Esto lo podemos ver porque cada vez se encontramos a más colombianas incursionando, participando y compartiendo en la web sus experiencias en el uso de su cabello afro natural (Yadira Escobar)

La buena noticia es que la revolución ya comenzó y va por buen camino. Me alegra saber que cada vez somos más las que nos atrevemos, no por la moda, sino por la idea de ser y honrar nuestra herencia afro.

Rosa Kinky