viernes, diciembre 19

La normalidad también la quiero para mi hija

Tengo una hija afrodescendiente, su padre es español. Ha nacido en España y desde ese momento no paran de asaltarme preocupaciones

En los medios de comunicación españoles e incluso en el lenguaje coloquial suele usarse siempre la frase «de origen tal» que inconscientemente excluye a esas chicas y chicos nacidos aquí.

Lo peor es que a la mayoría de ellos no se les acoge dentro de ese «origen» por la sencilla razón que su apariencia es afro, si, pero su manera de hablar, sus comportamientos, su cultura corresponden efectivamente a dónde han nacido, a España.

Aquí, sin embargo, no se acaba de entender que en España hay negros. Y desafortunadamente aún se identifica lo afro con lo marginal, inmigración indocumentada, pobreza.

Si ves niños y niñas negras en la tele o prensa escrita corresponderá con casi total seguridad al reclamo de una ONG para que se donen juguetes, comida o cualquier otra cosa, incluso para criticar el consumismo. De ahí que comenzamos a adaptarnos a verlos solo en ese contexto. Sin advertir en ello, los medios tradicionales y no tradicionales los han convertido en iconos de pobreza.

«La única canción donde aparecen niños de otras razas es cuando se quiere hablar de igualdad»

El otro espacio reservado para ellos es cuando se quiere resaltar que todos somos iguales. Esto lo podéis ver, por ejemplo en el último DVD de los Lunnis, el dibujo animado más seguido por los niños españoles. Este DVD se hizo por sus 10 años y la única canción donde aparecen niños de otras razas es cuando se quiere hablar de igualdad. En el resto de los temas en los que se habla de la llegada del verano, de cuando los niños despiertan, de la Navidad, ahí ya esa visibilidad desaparece.

Dejamos de existir cuando se hablan de las cosas normales de la vida.

¿Cómo se pretende entonces que se nos vea dentro de la normalidad si reiteradamente nos excluyen de ella?



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70 comentarios

  • Ariel

    Hola a todos!

    He leído todos los comentarios que se han publicado y sólo tengo que decir que tienen todos razón. Es cierto que en España son más restrictivos en aceptar la fisionomía que no cumpla con los «cánones» marcado por el imaginario colectivo. Soy un ciudadano dominicano que siempre he huido del victimismo, creo que tomar esa postula no ayuda a nada y sobre todo no resuelva el problema.
    Pero huyendo del victimismo no quiero decir que niegue la realidad imperante en la sociedad española; todo lo contrario: En España se tiene la idea de que nunca han habido negros, que son una raza pura e inmaculada. ¿Pero realmente es así?

    Sólo les digo una cosa, no existe un pueblo más mestizo que el pueblo español; primero los romanos, segundo los visigodos y por último los sarracenos han contribuido a forja la identidad cultural y racial de esta España que se preocupa tanto en negar sus orígenes. Nunca he oído en los liceos españoles (y mucho menos en los medios de comunicación) hablar del hermano negro de Lazarillo de Tormes, del esclavo negro del pintor sevillano Diego Velázquez, al cual le concedió la libertad. Además podemos encontrar en algunos cuadros del pintor, escenas de la vida cotidiana andaluza donde aparecen personajes negros, la cual nos da una idea de la vida totalmente adaptada e integrada que llevaban en esas épocas.

    Nos olvidamos también que el origen etimológico de la palabra esclavo es slave, la cual es un topónimo de la Europa del Este, ya que era la región donde procedía la gran mayoría de los esclavos del imperio romano (la actual Eslovenia). Pero hoy en día cuando escuchamos la palabra «esclavo» la asociamos a los afroamericanos o la población de origen africana.

    Introduzco este preámbulo para recalcar que la población vive sumergida en una ignorancia profunda corroborada por los medios de comunicación y ciertas herramientas del estado.

    La discriminación racial-étnica es una constante en la sociedad española, acaso nos estamos cansado de escuchar:¡Viste como un gitano! ¡Trabaja más que un chino! ¡Sudaca de ….!

    Yo llegué siendo un adolescente en España, a lo largo de los años me sentí integrado pero nunca tratado como un español, a pesar de haber obtenido la nacionalidad mediante mi padre y de haber realizado todos mis estudios en España y de me aculturizarme. Tengo recuerdos totalmente surrealista, entre los cuales, recuerdo una anécdota en la cual una señora se sorprendía de que hablaba correctamente el español, ignorando que fuimos colonizados hace más de 500 años y que ellos habían impuesto su lengua. En mis años de estudios, no había ni un sólo día en el cual mis compañeros no hacían una referencia a mi condición racial de manera despectiva. Realmente existe un problema de educación y de sensibilización racial. Y no es un problema que sólo atañe a los padres de familias sino también a toda la sociedad. Debemos luchar contra esa lacra que es el racismo que nos golpea sin cesar; evitando estereotipos raciales, asociaciones injusta y sobre todo creando conciencia a nuestros niños desde muy pequeño.

    Esto no es un problema individual sino más bien colectivo, a veces nos damos cuenta pero este problema está ahí,persiste. A veces de manera sutil y otras veces o la mayoría de veces de manera explicita. Y aunque hay personas que nunca han sido victima del racismo, al menos deberían de tener un sentimiento solidario, porque aunque no les afecte y por consiguiente no se preocupan en denunciarlo, creo que de manera indirecta están licitando este sentimiento irracional.

    Quiero concluir diciendo dos cosas: Que todos somos hijos del señor y que todos somos sapiens sapiens.

    P.D. Muchas gracias Afrofemina por tu espacio y excúsame de intervenir de manera deliberada pero me vi empujado por sus debates.

    • Hola Ariel,
      Agradecemos muchísimo tu intervención porque precisamente es de lo que estamos hablando aquí. Historias como la tuya argumentan aún más lo que planteamos en este post.
      Evidentemente no se trata de sentirnos víctimas. Si asi fuese habláramos con odio y no es así. Las tres mujeres que han creado Afroféminas se sienten liberadas de complejos, odios y cosas por el estilo. Sin embargo eso no quita que seámos críticos cuando la situación lo requiere.
      Eso que acabas de escribir sobre la historia del mestizaje en España me canso de decirlo porque efectivamente parece que a los ojos de muchos esta situación no existe.
      Cuando personalmente hablaba de «normalidad» lo hacia porque no puede ser solo me sienta representada para oír el discurso de que todos somos iguales. Y pongo un ejemplo claro: hace unos años vi una película de Sam Mendes. Se trataba de una pareja ( ella negra y el blanco) que buscaban el mejor lugar para vivir y educar al hijo que esperaban. En toda la película se hablo de racismo. Se hablo de amor, de amistad, de incomprensión, de las cosas que nos pasan a todos. Y eso es lo que pido. Y lo hago porque creo firmemente que cuando los mensajes se humanizan todos nos sentimos dentro y nadie fuera.
      En cuanto al origen claro que es bueno decir con orgullo de dónde eres. Lo que no puede ser es que hayas nacido en España y solo porque ser negro tengas que estar aclarando que naciste aquí pero mi madre es de Cuba o de dónde sea. Es decir que no se entienda que eres español y ya está. Independientemente que nuestros hijos tengan la buena suerte de contar con dos culturas en casa. Si no empezamos nosotros mismos exigiendo que estas cosas se corrijan, pasarán los años y aún le dirán a los hijos de mi hija q que bien habla el castellano como me lo han dicho a mi un montón de veces. Lo más surrealista que me pasó en ese sentido es que dije: si señora debe ser q soy cubana y la señora me dijo: pero cubana de Cuba. Sin comentarios.

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