Érase una vez un lugar llamado Argentina donde los negros no existían. Allí sus habitantes decían, que no les conocían y que si dado el caso los había, ¡a ellos no les pertenecían! A pesar que, a lo largo de su historia, fueron esos negros que ellos “desconocían”, los que entregaron sus vidas para que a estas alturas, tengan su patria querida. Pero en ese mismo territorio, algo raro ocurría y que aunque al mundo se le escondía allí convivían, era un mundo paralelo, uno en donde los negros resistían, invisibles a los “blancos”, cuando les convenía, porque su servidumbre no sé qué color tendría.