jueves, noviembre 21

La utilización partidista del racismo

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Hace unas semanas un incidente ocurrido en Ecuador encendió la polémica política a cuenta del racismo.

El exjugador de fútbol metido a político oficialista Agustín Delgado fue caricaturizado por un conocido humorista gráfico y vapuleado en las redes sociales a cuenta de sus dificultades para leer en público. Éste acontecimiento mereció incluso la intervención del presidente Rafael Correa que acusó al humorista de racista y aseguró que si el “Tin” no hubiera sido negro la crítica no se hubiera producido.

«Ser negro no debe significar tener una determinada opción ideológica o partidista.»

Las opiniones y artículos que siguieron a todo éste numerazo me hicieron reflexionar sobre el papel que el tema racial tiene últimamente en la política Latinoamericana y como afectan al colectivo Afrodescendiente estas batallas.

He leído opiniones a favor y en contra de considerar lo ocurrido con el Asambleísta “Tin Delgado” como discriminación. Esto, como todo, depende del punto de vista con que se mire. Lo que hace peculiar este caso es precisamente que está envenenado porqué está politizado.

En determinados países de Latinoamérica está empezando a ocurrir algo que me parece más que preocupante: la identificación absoluta del colectivo negro con una determinada orientación política y de partido.

No voy a entrar en causas históricas de discriminación de las poblaciones Afrodescendientes en la zona, esto es más que conocido. No creo necesario tampoco recordar que las élites que han gobernado Latinoamérica, salvo poquísimas excepciones, han mantenido a las poblaciones Afro en muy malas condiciones y la igualdad de oportunidades no solo no existía, si no que tampoco se la esperaba. Es una realidad y no tiene discusión.

Ahora bien, otra cosa muy distinta es la instrumentalización política de lo pueblos afrodescendientes que algunos hacen sobre la base de ser los auténticos defensores de sus derechos. Derechos que por cierto no son una prebenda ni un favor, sino una obligación moral de cualquier gobernante, de cualquier tendencia, en cualquier lugar del mundo. Hay que dar un repaso a la declaración de derechos humanos de vez en cuando.

Me preocupan bastante las posiciones monolíticas que se quieren atribuir a los afrodescendientes. Esto en si es otra discriminación, porqué se priva a este colectivo de la posibilidad de tener ideas propias como individuos, sin estar condicionados por mareas políticas.

Me niego a considerar que los derechos que merecen los Afrodescendientes sean un regalo o una consecuencia de determinados programas de gobierno. Este colectivo tiene estos derechos como personas lo primero, como cualquier otra sea cual sea su color de piel, sexo, religión, etc.

«La instrumentalización del racismo por la política nunca trae nada bueno…»

En cuanto al asunto que iniciaba el post, no conozco en profundidad al aludido y primero lo respeto como persona. En Ecuador y otros países la batalla política hace tiempo que ha empezado a dejar estas cosas de lado y por eso las críticas son cada vez más hirientes y dolorosas.

Lo único que comento al respecto es cuidado con lo que hacemos al escondernos detrás de los problemas raciales para defendernos de la lucha política. Probablemente el exjugador de futbol sea víctima de haber sido utilizado (igual que en muchos otros sitios hacen) como figura popular y conocida en el país, pero que carece de la formación para desempeñar un cargo como el que se le ha encomendado. Porqué el “Tin Delgado”no fue elegido por ser un hombre Afroecuatoriano, si no por ser un exjugador de futbol muy conocido en el país. ¿Cuántos afroecuatorianos más preparados, podrían ocupar su puesto en la Asamblea?.

La instrumentalización del racismo por la política nunca trae nada bueno. Seamos conscientes, no somos un todo ni pertenecemos a una sola causa política.


Elvira Swartch Lorenzo

Colaboradora.



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2 comentarios

  • Brunilde Palacios (Venezuela)

    Jamás tendremos igualdad y eso lo podemos notar en Venezuela, donde representamos más del 52 por ciento del total de la población venezolana y no tenemos representación en la Asamblea Nacional y dudo que lleguemos al poder mientras estemos desunidos. Por otro lado, las secuelas del sistema de la trata negrera producto del proceso de desarraigo que se dio en África, nos hizo mucha daño y creó una especie de patología histórica que se en cuenta incrustada a los muy adentro de los seres que se caracterizan por poseer una piel negra y actúa como una especie de dispositivo que diminutiza nuestra acción creativa para imponer nuestros patrones culturales que no son africanos, sino americanos y europeos. Esto quiere decir, que mientras no superemos las secuelas que se originaron durante el proceso de desarraigo, jamás lograremos alcanzar el poder y ello lo podemos notar en su Artículo, donde a pesar de haber usted en tierras americanas, se reconoce afro descendiente y se niega a sí mismo, al no reconocer que es americano y nuestra herencia histórica y epónimos negro(negras hicieron un gran aporte a la americanidad, porque reconocieron la barbaridad de los africanos, cometida contra su propia gente y que hoy el eufemismo de afro descendiente quiere oscurecer, porque fueron más de trecientos años de trato impío y te pregunto ¿Dónde estaban los africanos? Y nos parece que es una falta respeto que no asuman sus responsabilidad y solamente se culpe a los europeos, cuando los africanos eran quienes cazaban, intercambiaban y controlaban los asientos hasta que llegaran los barcos negreros europeos.
    Podemos sostener que no hubo aporte africano, por la necesidad de vivir de los negros/negras, porque de África salieron seres humanos estereotipados como negros y negras, no salieron africanos y por lo tanto no hubo aporte africano, sino la que se originó durante el proceso de desarraigo y de esclavitud, la cual se iba desvaneciendo en la medida que los estratos negros se iban relacionando con la nueva realidad que se estaba dando en Europa y en América, lo cual con el tiempo origino el perfil que hoy tenemos las culturas americana, en el que no se puede obviar las culturas indígenas y europeas. Por ello, no podemos hablar de cultura africana, sino de americana, lo cual debemos de tomar en cuenta cuando asumimos posturas y no nos damos cuenta que es un error, asumir la africanidad, porque la desconocemos, además que no la sentimos como nuestra, porque ya no hay nada que nos una a África, sino una historia que nos avergüenza y que no reivindica nuestro legado en comparación al que dejaron nuestros epónimos negros/negras en América y Europa…, que creemos que tenemos que valorizar y elevar por encima de todas las cosas.
    Saludos y esperamos que estas pequeña líneas sirvan como un aporte para alimentar el debate.

    • Os aseguro que no son pequeñas, no. Nos parecen extensas, insistentes y que en nada alimentan el debate. Vuestros puntos de partida son completamente ajenos a los nuestros. Me parece muy bien exponerlos, pero de ahí a insistir todo el tiempo, me parece que es ya pasarse y bastante. Le digo lo mismo, no vais a convencer a nadie. Si no tenéis otra cosa que decir, está claro que la conversación ha acabado. Saludos.

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