Los diputados y diputadas del Parlament de Cataluña ya no encontrarán Conguitos en su bar. La decisión, tomada por el establecimiento que gestiona el servicio de restauración, surge después de que un usuario señalara el carácter racista de los famosos cacahuetes cubiertos de chocolate, según ha confirmado a medios. Aunque la Cámara catalana no ha emitido ninguna indicación oficial, la acción se suma a una creciente conciencia sobre el racismo estructural y la representación despectiva de personas racializadas en productos comerciales.
Este no es un caso aislado. En 2020, una campaña de Change.org a la que nos sumamos, puso en el centro del debate el racismo inherente en la marca Conguitos, cuya imagen se basa en una caricatura que asocia a las personas negras con rasgos grotescos y desproporcionados, como piel oscura y labios rojos. La peticiónpara eliminar esta representación ofensiva del mercado español recogió unos pocos miles de firmas, y aunque la empresa decidió cambiar parcialmente su imagen, la crítica persiste. Este tipo de productos perpetúan estereotipos que deshumanizan a las personas negras y consolidan una narrativa colonial.
Similitudes con Europa
La lucha contra estereotipos racistas en productos comerciales no es exclusiva de España. En 2020, en plena oleada de protestas del movimiento Black Lives Matter, varias marcas europeas enfrentaron críticas por sus productos. En Francia, la compañía Banania, que comercializa un cacao en polvo, tuvo que cambiar su logotipo, el cual mostraba a un hombre negro sonriente con uniforme colonial francés. Mientras tanto, en los Países Bajos, el personaje de «Zwarte Piet», una figura navideña representada por personas con la cara pintada de negro, ha sido duramente criticada por ser un claro ejemplo de «blackface» y se ha prohibido en varias ciudades.
Estas acciones demuestran que la representación de las personas negras en productos comerciales sigue siendo motivo de debate en muchos países europeos, y cada vez más consumidores y organizaciones activistas alzan la voz para denunciarlo. Afroféminas ha sido un referente en España en la lucha contra el racismo, y su trabajo ha contribuido a que marcas y comercios se replanteen el uso de imágenes estigmatizadoras. La retirada de Conguitos del bar del Parlament es un pequeño paso dentro de una batalla mucho mayor por erradicar los estereotipos racistas de la sociedad.
Perspectivas enfrentadas
A pesar del creciente consenso sobre el racismo de estos productos, no todos están de acuerdo. Algunas voces consideran exageradas las acusaciones contra Conguitos y otros productos similares, argumentando que no hay intención racista detrás de estas marcas. Sin embargo, la intención no exime del impacto.Debemos cuestionar los símbolos y representaciones racistas que han pasado desapercibidos durante décadas.
Redacción Afroféminas
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