Tener una relación amorosa puede ser una de las experiencias más gratificantes que puede vivir una persona en su vida. Al menos que seas negro y salgas con una persona blanca.
Cada relación es un mundo y cada pareja tiene sus diferencias y discusiones, pero en un vínculo amoroso entre una persona negra y una blanca hay factores extra que se añaden a la lista de diferencias e incomodidades en comparación con un noviazgo en el que ambos tienen el mismo color de piel y/o pertenecen a la misma cultura, país, etc.
En la mayoría de las parejas se vive el agobiante e incómodo momento de conocer a la familia del otro y lo que más aterra de ese instante es la opinión que pueden tener los padres, sobre todo a sabiendas de que los progenitores pueden intervenir entre ambos para que la relación termine. ¿Pero, qué pasa cuando uno de los dos es negro?
Lo primero de todo, momento común en el que la pareja le comenta a sus amigos que van a conocer a los padres de su novio/a se convierte en un interrogatorio cuando eres una persona negra. Si tu pareja es negra y tú blanco/a, probablemente formulen la típica pregunta que indica el gran problema del racismo en esta sociedad y todavía vigente en el siglo XXI: ¿Tus padres lo saben? ¿Saben que es negro? ¿Están de acuerdo?
Claro, esto para muchos puede carecer de sentido, pero si para muchos padres es complicado aceptar que su hijo/a tiene pareja, ¿cómo no va a costarles más si es negro?
Esto conlleva a su vez un sobreesfuerzo en la relación. Todos quieren caerles bien a sus suegros, pero si eres una persona negra has de ser la pareja perfecta porque al cometer un error, hay más posibilidades de que dicho comportamiento sea justificado por el color de la piel.
Otro ejemplo, sobre todo referente a las mujeres negras, es el estereotipo de que las mujeres, sobre todo las negras y latinas, están con personas blancas por el dinero. Esto ocasiona que en una relación la mujer negra siempre pague y no es algo negativo aparentemente. El problema comienza cuando una mujer negra no permite que su pareja, que es blanca, le invite a cenar por ejemplo o incluso en casos más exagerados, no quiera aceptar un regalo suyo, para que ni él ni su familia tengan el pensamiento de que es una interesada que solo está con esa persona, enfatizo, blanca, por el dinero.
Pero tras esos momentos incómodos que a simple vista son negativos, se añaden otros aspectos perjudiciales. Los prejuicios sobre las personas negras referentes a su físico y sexualidad. Por ejemplo, salir con una persona negra conlleva a la escucha de comentarios del tipo “qué listo/a es”. Si se sale con una mujer negra, esto se referirá, de forma física a su cuerpo, debido a que se tiene el pensamiento exagerado de que todas las mujeres negras tienen grandes senos, trasero y curvas, además de labios gruesos. Esto hace también que se traten en muchas ocasiones a las mujeres como un trofeo y que mismamente en relaciones menos consolidadas, la pareja la exhiba, confirmando que es una persona lista por estar con una persona negra. De forma sexual, este comentario haría referencia a como se presupone que son las mujeres negras en la cama: fogosas, salvajes…
En cuanto a los hombres, la atención la recibe en gran parte el miembro, debido a que se estereotipa que todos los hombres negros la tienen exageradamente y por ende, sus parejas son personas listas porque salen con alguien que está bien dotado y supuestamente más activa sexualmente.
Muchas veces, esto conlleva a problemas de autoestima en las personas negras y a un sobre esfuerzo por cumplir las expectativas de la pareja. Por ejemplo, si un hombre considera que no la tiene tan grande como se presupone o una mujer no tiene pechos y senos enormes, o casi no tiene curvas, esto puede generar baja autoestima al no cumplir con los estereotipos. A su vez, muchas veces, a la hora de tener relaciones sexuales, de forma inconsciente, tanto los hombres como las mujeres se ven en el compromiso de ser más activos, fogosos, etc., para cumplir con lo que se espera y al final esto termina en un desgaste mental, al estar siempre tratando de cumplir con las expectativas de los demás.
Pero este tipo de cosas, al final pueden hablarse en pareja y solucionarse, pero la opinión y los comentarios de los demás no. Por ejemplo, ser una persona negra que va cogida de la mano de su pareja blanca por la calle; algo totalmente corriente en una relación, pero que, aunque muchos lo digan sin maldad, se escuchará la expresión: “Amor Interracial”.
Algo que personalmente me parece innecesario puesto que cuando ves a dos personas blancas o negras juntas, no se dice: amor de la misma raza.
¿Por qué hay que recalcar siempre que en una relación cada uno tiene sus propias raíces, orígenes, cultura…? El amor es amor y no tiene que llevar ningún adjetivo detrás.
Y para finalizar, si a la familia o amigos de tu pareja blanca les caes bien y pasas la “prueba”, muchas veces, aunque recalco que no siempre, hay alguien que dice: “Tú eres negro, pero diferente”, dando a entender que a pesar de ser negro/a no tienes los estereotipos negativos que las personas negras viven día a día; no eres una interesada, no eres mala persona, no robas, no eres agresivo, entre otros.
Así que, si una relación amorosa o una amistad es una de las experiencias más bonitas del ser humano, ¿por qué si se es negro no se puede disfrutar plenamente de ese momento sin que intervenga el color de piel y sus prejuicios?
Yovanna Blasco López
Nacida en La República Dominicana. Escritora, activista y luchadora por los derechos humanos. Estudiante de Traducción y Mediación Interlinguisitica.
Instagram: @_melaninwoman_
Email: yovibl@outlook.es Interesada en la igualdad de los derechos humanos y comprometida con la concienciación sobre las personas negras, el racismo y la cultura afro.
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