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viernes, marzo 29

Astral

Zarpamos con ganas hacia la zona SAR del mediterráneo central, con esa ilusión de quien va a cumplir un sueño después de mucho tiempo esperándolo.

Foto Pablo Tosco @pavlobski

Estábamos concienciados, sabíamos a lo que íbamos, a salvar vidas. Pero no teníamos ni idea de cómo nos sentiríamos cuando llegásemos allí.

Tenía en todo momento presente una de mis frases preferidas para explicar la migración por el mediterráneo: nadie pone a su hijo en un barco, a no ser que el agua sea más segura que la tierra.

Soy bastante incrédula con la mayoría de las asociaciones, y su falta de transparencia. Pero aun sabiendo la historia de Open Arms, no paraba de sorprenderme que Óscar, indignado ante lo que comenzó hace aproximadamente 5 años y medio a ocurrir en el mediterráneo, no se quedase con la indignación y ya, sino que se atreviese a ir allí con su equipo e intentar hacer todo lo que estuviese en sus manos, sufragando ellos mismos los gastos. Y llegar hoy en día a tener dos barcos y a hacer una labor que casi nadie más está haciendo. Admirable se queda corto, y sobre todo la naturalidad con la que he tenido la suerte de oírle contarlo.

Estaba sentada en el puente del Astral, cuando oímos por la emisora que los guarda costas libios habían llegado antes que nosotros a la wooden boat que intentábamos localizar.

¿Dónde están sus corazones? ¿Cómo un ser humano puede ser tan malo? ¿Tan insensible?

Pienso que yo sé cómo eran sus vidas, eran de los mismos países y mismas edades…eran como mis chicos de Fuerteventura.

Se me está partiendo el alma.

¿Qué hace falta para que todo el mundo entienda que ésta es su mejor opción? Que nadie mete a su bebé recién nacido en una wooden boat si tiene otra opción. Que es eso o nada.

Malta niega el acuerdo firmado con Libia, yo os aseguro que lo he visto con mis propios ojos.

El acuerdo trata de que los guarda costas libios envíen a sus centros de detención a los migrantes interceptados en el mediterráneo, impidiendo de este modo que lleguen a Europa.

Libia es un país en actual guerra civil, pero se excusan en que Trípoli al no estar legalmente dentro de la guerra, es puerto seguro.

Los aviones de Frontex, Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas, avisaba a los guardacostas libios, con barcos mucho más rápidos y potentes que los nuestros, pagados por Europa.

Yo personalmente no estoy de acuerdo en que se utilice nuestro dinero para sufragar esta pesadilla constante, y gigante cementerio que ocurre a vistas de muy pocos ojos. ¿Y vosotros?


Laura González Echevarría

Integradora social y enfermera. Pongo el corazón en todo lo que hago. Mis principios son la base de mi vida, igualdad y defensa de los derechos humanos por encima de todo. Estamos construyendo un mundo mejor.


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