Es algo complicado de explicar, cuando se proviene de la crianza de una familia mestiza y la educación que se recibe desde la infancia hasta la secundaria esta matizada por prácticas racistas, que hacen que quieras pasar desapercibida y si es posible hasta invisible, para que “jamás” te vayan a identificar como negra y menos que se hagan chistes en ese sentido; entre otros, porque como no te reconoces como negra, pareciera que no te afectan.
Posteriormente en la secundaria tienes diferentes incidentes en este sentido y hasta reaccionas de manera brusca ante estas situaciones, más que por el mismo tono racista de la situación, es por la burla a la que eres sometida, ante el grupo de personas en el que te encuentras, pero continúas reconociéndote como mestiza, te recoges y templas bien el cabello, para que ningún rizo quede a la vista, y así transcurres sin tu identidad, ni autorreconocimiento como negra, hasta el ingreso a la Universidad, donde por supuesto también eres objeto de prácticas racistas.
El estudiar Etnoeducación, en su segundo semestre, despierta el interés por la búsqueda de tu identidad y con el paso del tiempo se va transformando tu pensar y sentir, empiezas a dejarte el cabello suelto, porque ya hace parte de tu aceptación y autorreconocimiento como mujer negra; sin embargo, esa es una lucha que debes librar inicialmente consigo misma, posteriormente con tu familia y finalmente con la sociedad. Desde entonces lo importante es seguir luchando para conquistar día a día, espacios de reconocimiento y participar de acciones afirmativas que conduzcan a la reivindicación de lo afro, tanto desde lo político como desde lo sociocultural.
En suma, el vivir y convivir en una sociedad aparentemente pluricultural, pero que en realidad solo tiene tintes de Multicultural; porque el racismo está tan inmerso en la cotidianidad, que casi que se hace imperceptible, afortunadamente el reconocerse como negra, despierta una especie de sensor que está a flor de piel, y que detecta prácticas racistas, aunque esta percepción y sensibilidad te encasillen como resentida o racista; pero sino se trabaja constantemente por defender y sentar las posiciones, los derechos, las reivindicaciones de los negros, ¿quién más lo hará?, es decir, sino se insiste y se persiste como actores negros, dentro de esta sociedad racista, nadie más lo va a hacer por nosotros.
Lourdes Bonilla
Etnoeducadora
Descubre más desde Afroféminas
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.
[…] ¿Cómo asumirse y aceptarse como negra? […]