Las mujeres negras no están aquí para salvarte
Últimamente hay muchas personas que quieren una mujer negra que les salve. Que les haga escapar de las garras de su propio privilegio y legitime su progresismo. Pero yo no estoy aquí para eso.
Últimamente hay muchas personas que quieren una mujer negra que les salve. Que les haga escapar de las garras de su propio privilegio y legitime su progresismo. Pero yo no estoy aquí para eso.
La injusticia de estos actos, que ocurren en medio de la heroicidad y el horror que estamos presenciando, no me ha sorprendido, pero me ha decepcionado. Tampoco me ha sorprendido la persistencia de los prejuicios, pero sí me ha decepcionado la capacidad de la humanidad para ser inhumanos.
Es nuestra obligación entrar en el debate, representarnos a nosotros mismos y a nuestras comunidades, y exigir nuestros derechos también en este ámbito. No podemos dejar que una vez más, el racismo, también nos robe la salud, el agua y el aire.
La cifra de diez años de empadronamiento para los solicitantes de la ayuda a la maternidad de Ayuso no es casual y no está puesta más que por unna razón, blanquear a las solicitantes.
Hemos vivido la constatación, una vez más, de que la negritud siginifica extranajerización, no solo para muchos ciudadanos, sino desgraciadamente para los partidos políticos que se llenan la boca hablando de progresismo, igualdad y respeto a los derechos humanos.
Se podría pensar que en España no tiene mucho sentido hacer una celebración de ese tipo ya que hay muy poca población es afrodescendiente (no tenemos datos ciertos de ello, ya que no hay un censo étnico, pero podría estar en torno a dos millones de personas) o que ésta es prácticamente toda de origen migrante, lo cual indicaría que no hay nada en la historia española que pudiera ser semejante a Estados Unidos o Canadá.El propio hecho de que Irlanda celebré su propio mes de la historia negra desmiente ese argumento, pero la falta de información de nuestro pasado afro la hace totalmente necesaria.
Mientras hablamos mucho sobre los ideales de belleza dañinos en los medios medios, como la delgadez extrema, el culto al estado de forma, la excesiva sexualización, y la falsedad del photoshop, uno de los ideales más opresivos excluye a cualquiera que no sea blanca. Se trata del blanqueamiento de la belleza.
Parece haber siempre una batalla de términos y palabras para autodefinirnos en todos los lugares del mundo donde hay una de nosotras. Detrás de esto se esconde lo que soy y lo que me siento.
Un recorrido para seguir las huellas que dejaron el tráfico de esclavos y las grandes fortunas del comercio colonial en la ciudad.
La extrema derecha es cobarde, porque el odio lo es. Abascal tardo horas en condenar el asalto al Capitolio, mientras algunos dirigentes de su partido tuiteaban alabándolo. No es casual que el desconcierto en las filas de VOX, siempre adalides de un supuesto orden, fuera total.
Recientemente leía muy sorprendida en una entrevista a la escritora catalana de origen marroquí Najat El Hachmi que en su última novela ponía en boca de uno de los personajes la frase: “Nosotras, las moras, no somos nada. Los negros son guais”.
Utilizar ese recuerdo dolorosísimo en un contexto de risas es irresponsable y ofensivo. Porque estamos en duelo, la comunidad está de luto y eso se merece un respeto. También los negros que viven es España se merecen respeto.
Se consiguió. Trump ha perdido con una victoria clara de los demócratas en las elecciones de los Estados Unidos. El trabajo está hecho y comenzamos una nueva etapa, pendientes de lo que deparará las maniobras del derrotado inquilino de la Casa Blanca.
Hace mucho que no me sorprende nada de lo que sucede en torno al Feminismo y sus centro de poder. La historia de Afroféminas con él ha sido variable y difícil, pero el cariz que han tomado los acontecimientos en las últimas semanas hace que sea un imposible llegar a ningún entendimiento con una parte muy importante del mismo.
Parece una cosa genial y muy guay decir: “no veo las razas”. Y en cierto sentido es cierto; la raza no es un hecho biológico, no determina el contenido de nuestro carácter y no debería importar. Pero ya estoy cansada de oírlo.
Quiero pensar que no necesitas ponerte un disfraz basado en un estereotipo racista. Quiero pensar que no eres tan estúpido para pensar que es graciosos disfrazarse de un criminal racista. No hagas el memo.
Pero a mi los que me preocupan son las gentes de los márgenes, los invisibles. Me preocupan esos a los que las medidas del gobierno ni los rozan, y que si están expuestos siempre a las cosas más horribles, además de a las mayores injusticias, ahora están solos y nadie se acordará de ellos.
Después de ver el tan nombrado biopic de Nina Simone, he ido en busca de la verdadera Nina. Al parecer la película no nos muestra a la verdadera…
Con el veganismo corremos el peligro de dejarnos engañar y dar por buenos comportamientos que solamente trasladan opresiones de un lado a otro. Los perjudicados son siempre los mismos.
Una piensa que en determinados ambientes no puede haber racismo ni discriminación. Cree que las personas que dicen amar el medio ambiente son conscientes de las dinámicas de prejuicios raciales que asolan nuestra sociedad. O que las organizaciones ecologistas están deseosas de confrontar el sesgo inconsciente y otras formas sutiles de discriminación que pueden estar practicando. Pero esto no es exactamente así.
Representativa, representatividad. Resulta que no estoy dentro de esas palabras. Parece ser que mi color de piel no encaja con esos conceptos. Mi herencia, mis genes y mi físico no concuerdan con la idea que poseen en España sobre lo que es un ciudadano medio.
Es un fenómeno que ocurre cuando una persona blanca es acusada de racista o de tener una actitud racista. Muy a menudo aparece la frase: “No soy racista. Tengo amigos negros “. O la versión utilizada para modo chiste racista: “A mis amigos negros no les molesta cuando lo cuento…”.
Hay insultos racistas en los campos de toda Europa. En España creo que la cuestión del racismo es aún más grave. Muchos son los jugadores negros que han recibido gritos racistas. Muchos los reciben todos los fines de semana
Mentiras, acoso y racismo. El periodismo necesita revisarsPodemos esperar a que haya más gente como Moha Gerou, Lucía Mbomío o Paloma Chen o Susana Yuan en las redacciones. Pero llegará tarde a este ritmo. Tenemos la necesidad de crear nuestros propios vehículos de comunicación era y es imperiosa, ya que la prensa en general, no trabaja para nosotra, trabajan contra nosotras.