La Asociación Marroquí para la Integración de los Inmigrantes ha llevado a cabo la investigación ‘¿Por qué no se denuncia la islamofobia en España?’, elaborada a nivel nacional, de la que se extrae, entre otras conclusiones, que el 93% de las personas que pertenecen a la comunidad musulmana afirman haber sido víctimas de actitudes discriminatorias por motivos islamófobos, racistas y/o xenófobos.
Esto supone, según han puesto de manifiesto desde la Asociación Marroquí a través de un comunicado, que «solo siete de cada 100 personas pertenecientes a dicho colectivo sienten que no han sufrido discriminación por dichos motivos en España».
Se trata, han señalado, de un estudio «pionero» a nivel nacional cuyo objetivo es contabilizar, tanto cuantitativamente como cualitativamente, la situación de la discriminación por motivos islamófobos en el país.
En este estudio han participado 650 personas musulmanas o percibidas como tal de todas las comunidades y ciudades autónomas de España, 38 administraciones públicas y entidades sociales y 19 grupos focales, donde participaron personas que ya se percibían como víctimas de discursos de odio motivado por este asunto.
La investigación se ha elaborado en el marco del Programa Estatal de lucha contra la Infradenuncia en la discriminación islamófoba, financiado por el Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030 con cargo a la asignación tributaria del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas y del Impuesto sobre Sociedades.
Según han afirmado desde la asociación, las conclusiones arrojan «la necesidad de seguir facilitando herramientas para contestar a la islamofobia, ya que el alto porcentaje de personas que sufren discriminación se complementa con que sólo un 6,4% de las víctimas denuncia».
«Es decir, el 93,6% de los casos de odio no se ponen en conocimiento de las autoridades competentes», han incidido. En cuanto a las causas de la infradenuncia, en el informe se apunta que los motivos más comunes son «que no sabían que podían denunciarlo, la falta de confianza en las instituciones y el temor a ser discriminado/a o no ser atendidos/as adecuadamente debido a su cultura y/o religión».
Por otro lado, en cuanto a la forma en la que se manifiestan estas agresiones, la investigación destaca que ocho de cada diez víctimas de islamofobia «sufren comentarios, insultos y gestos ofensivos y/o alguna forma de ofensa e intolerancia por uso del hiyab, siendo estas una de las formas de discriminación de las más predominantes».
Asimismo, una de cada cuatro agresiones que sufre una mujer musulmana en España se produce como consecuencia del uso del hiyab, han indicado desde la Asociación Marroquí. Los lugares o contextos en donde más discriminación islamófoba se manifiesta son la calle o lugar público, el sitio de trabajo y el colegio o centro educativo.
A través de esta investigación, han asegurado que también se ha podido cuantificar «la necesidad de aumentar los recursos que protejan a las víctimas, ya que la discriminación por islamofobia no es un hecho aislado». Al respecto, han apuntado que las víctimas «suelen ser reiteradamente agredidas».
De hecho, han indicado que «nueve de cada diez personas que fueron encuestadas declararon haber sufrido algún tipo de discriminación y/o conducta de odio en más de una ocasión». Asimismo, una de cada cuatro víctimas necesitó apoyo psicológico y emocional, recibiéndola solamente un 26% de las mismas, señala el estudio. El resto declaró en su mayoría no haberla recibido por falta de medios.
Desde la Asociación Marroquí han concluido que «se confirma que la discriminación por islamofobia, al igual que otras formas de odio, suele ser sutil y estar normalizada». «Esto explica el alto porcentaje de personas afectadas y el elevado índice de infradenuncia», han manifestado.
Por esto han insistido en la importancia de «seguir visibilizando estos datos, de aumentar la sensibilización ciudadana y de trabajar desde la transversalidad para disminuir esta lacra». Asimismo, han reiterado que «es muy importante dar a conocer repetidamente que detrás de estas agresiones y comentarios se encuentran personas a las que se les está atacando su integridad moral y en ocasiones física».
«Desde la entidad, consideramos que sigue existiendo un vacío estadístico en este campo, por lo que es necesario seguir trabajando la islamofobia también desde el campo de la investigación y el mundo académico», han señalado en el comunicado, recordando que como asociación que lleva cinco años elaborando el Programa Nacional para la Prevención de la Islamofobia han recogido algunas recomendaciones «para frenar el odio, que son útiles tanto para administraciones como para la sociedad en general».
Europa Press
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