La escasez de tiempo disponible para actividades personales y de ocio después de atender el trabajo remunerado y no remunerado, es más frecuente en las mujeres y afecta directamente en la salud.
Estas son las conclusiones de un estudio de la Agencia de Salud Pública de Barcelona (ASPB) publicado en la revista científica «Journal of Epidemiology & Community Health» y elaborado a partir de datos de la Encuesta de Salud de Barcelona de 2021.
Según el estudio, las mayores probabilidades que tienen ellas de ser pobres en tiempo se relaciona directamente con los indicadores negativos de salud.
Para llevar a cabo la investigación, se ha seleccionado una submuestra de personas trabajadoras asalariadas de 16 a 64 años, teniendo en cuenta el tiempo de trabajo remunerado y no remunerado e incluyendo el tiempo de desplazamiento al trabajo.
Se han considerado pobres de tiempo aquellas personas empleadas que dedican más de 67,3 horas semanales a la suma del trabajo remunerado y no remunerado, lo que incluye el trabajo de cuidados y doméstico.
Mayor carga de trabajo y peor salud mental que ellos
Las variables analizadas son factores como la edad, las condiciones y características laborales, entre otros, como «el estado de salud autopercibido», la salud mental, el tiempo de sueño, la calidad del sueño y la actividad física en el tiempo libre.
Según los resultados, la prevalencia de la pobreza del tiempo es mayor en las mujeres, principalmente, porque los hombres dedican más tiempo al trabajo remunerado pero menos al no remunerado, de cuidados, a desplazamiento, etc., lo que deriva que al final la jornada total sea más larga para ellas.
En cuanto al impacto en salud, en los hombres la pobreza de tiempo no se asocia con ninguno de los indicadores analizados, mientras que en las mujeres se relaciona con una peor salud mental, poco tiempo y mala calidad de sueño y baja actividad física en el tiempo libre.
Implementación de políticas de tiempo
Teniendo en cuenta estos resultados, el estudio sugiere que el uso del tiempo puede ser un determinante social importante de la salud y de las desigualdades de género en salud.
Precisamente, en Barcelona, en el marco de la semana de uso del tiempo 2021, se firmó la Declaración de Barcelona sobre el uso del tiempo, en la que se promueve la implementación de políticas de tiempo que avancen hacia una sociedad más sana, igualitaria, más productiva y sostenible, que garantice que el derecho al tiempo sea reconocido como un derecho fundamental de toda la ciudadanía.
Asimismo, desde el departamento de Igualdad de la Generalitat se ha puesto en marcha un programa de «Temps x Cures» con el objetivo de aumentar el tiempo de descanso y ocio de las mujeres, con mayor sobrecarga multitarea y de cuidado de otros en detrimento de su salud y bienestar. EFE
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