No importa lo que tú creas que estás tratando de representar. No importa que creas que así haces felices a los niños. No importa si es una tradición. Si te pintas para caricaturizar a un personaje negro, es racista.
La controversia del blackface llega cada navidad como el turrón. Podemos ver a algunos personajes públicos y a políticos en activo practicando esta humillación al colectivo de las personas negras. En este contexto, Alcoy y su cabalgata es la manifestación de blackface más ofensiva y violenta de Europa.
Pensarán que exagero, pero voy a intentar explicarme y dar cuatro razones por las que no debes disfrazarte de paje en Alcoy o hacer un blackface navideño.
4 razones por las que los pajes de Alcoy son violencia:
- Los pajes responden a una historia racista y no asumida por este país, la de la esclavitud. Los pajes negros de Alcoy hunden sus raíces en la trata de seres humanos. Según el pensador e historiador afrodescendiente Antumi Toasije:”… en varias publicaciones de finales del XIX y principios del XX, tanto de Alcoy como de otros lugares, se describe a los personajes que portan las escalas como «esclavos»” … “Por lo tanto resulta evidente que desde el principio de la cabalgata se está haciendo mofa de las víctimas de la esclavitud y se estaban representando personas negras esclavizadas de un modo grotesco”.
La cabalgata contribuye a normalizar en el imaginario colectivo el período esclavista como algo inofensivo y sin consecuencias, lo cual es completamente falso. Los rostros negros que caminamos por las calles españolas, nuestra misma presencia, es consecuencia de ese pasado esclavista y colonial que NO se estudia en las escuelas. Posiblemente la vergüenza y el sentimiento de culpa sea la principal razón para ello. ¿Cómo justificar la masacre de millones de personas?
- Perpetúan los estereotipos deshumanizantes. En un medio como la ciudad de Alcoy, con una población migrante que normalmente ocupa el escalón socioeconómico más bajo y que numéricamente es aproximadamente del 10%, (la población de piel negra es apenas del 1%) es difícil que las personas racializadas tengan ganas de alzar la voz para quejarse de la cabalgata. Además habrán sido testigos de las reacciones virulentas que la sola idea de no pintar a los pajes provoca en los ciudadanos alcoyanos.
¿Qué imagen pueden tener los niños de las personas de piel oscura? Seguramente el único contacto que tengan la mayoría de esos niños con personas negras sea el de esa representación infame. Retratarse como alguien de una raza diferente no es solo una representación de una persona, sino más bien es usar el tono de piel de otro como disfraz. Los pajes de Alcoy pintados de negro y vistiendo atuendos africanos estereotipados son una reducción inasumible en estos tiempos.
Muchas de estas ideas y estereotipos persisten hoy gracias a representaciones como estas. Un joven que se disfrace de paje en Alcoy puede afirmar que no cree en la inferioridad biológica de las personas negras, pero su insistencia en pintarse la cara de negro, especialmente porque el trabajo de maquillaje generalmente es deliberadamente poco realista, es evidencia de su sobrevaloración racista y continua de la importancia de las diferencias del color de la piel. De esta manera, la cara negra es deshumanizante.
- Los pajes de Alcoy son violencia simbólica. Lo son, no es una juego inocente. Es obvia su violencia representativa, la forma en que ridiculizan abiertamente a los negros.
La representación de los pajes en la cabalgata de Alcoy pintando sus pieles completamente negras, y pintando de rojo una amplia área alrededor de la boca, dando la apariencia de labios de gran tamaño, es exactamente idéntica o muy parecida a la del blackface norteamericano, el Zwarte Piet holandés y un largo etcétera de representaciones de la negritud a lo largo de todo el mundo occidental blanco.
En general, estos maquillajes son un intento deliberado de representar desdeñosamente a los negros como extravagantes, feos y grotescos. El atuendo llamativo también sirve para ridiculizar aún más a los negros.
- No es divertido para nosotros. Sé que esto realmente importa poco en esta sociedad donde el black face en general, y los pajes de Alcoy en particular, son una manifestación clara de las relaciones perturbadoras entre la diversión de los blancos, la dominación y el ridículo de los negros que vienen desde los tiempos de la esclavitud.
El blackface de los pajes de Alcoy reinscribe las relaciones de la esclavitud en las formas en que implica poner y quitar la negritud. Hace que la propiedad de nuestro cuerpo, de nuestra identidad, sea cuestionada ya que puede ser apropiada y desechada a voluntad.
Estas son algunas de las muchas razones por las que pienso que cuando uno de esos jóvenes alcoyanos se disfraza de paje, está ejerciendo una violencia intolerable contra mí. Por lo tanto tengo derecho a no cejar en mi empeño de acabar con esa manifestación racista y de odio contra la negritud.
Los pajes son vuestro privilegio.
Mi lucha es mi derecho.
Elvira Swartch Lorenzo
Colaboradora.
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Evidentemente ustedes desconocen muchísimas de las tradiciones que comprende el poder de la máscara, y el cambio de identidad, (como la de los chinelos, en México, (por citar alguna) donde el indígena se disfraza de blanco. Así como se ve que desconocen el espíritu inherente al propio ritual de la carnavalización. Les recomiendo que lean «Vida de Carnaval: De máscaras, parodia, literatura y carnavalización» de la editorial libertaria «Libros Corrientes», y ojalá que puedan dedicar sus esfuerzos antirracistas a más hondos e impenetrables entresijos que imperan en este mundo del espectáculo y la distracción.