El estado Español, como muchas otras naciones en todo el mundo occidental, enfrenta el desafío de la práctica discriminatoria de las paradas por perfil racial. Cuando hablamos de «paradas por perfil racial» nos referimos a la práctica policial de detener, interrogar o registrar a individuos basándose en su apariencia racial o étnica en lugar de en pruebas concretas de actividad delictiva. A pesar de los avances en la lucha contra la discriminación racial, este problema persiste dentro de las prácticas de los cuerpos y fuerzas del seguridad del Estado.
La realidad de las paradas por Perfil Racial
Aunque las estadísticas oficiales sobre paradas por perfil racial en el estado son limitadas, varios informes y estudios han destacado la persistencia de esta práctica discriminatoria en el país. Las minorías étnicas, especialmente la población de origen africano o latinoamericano, son las que más informan de ser detenidas por la policía sin una razón aparente más allá de su apariencia racial. Estas paradas pueden ocurrir en la calle, en el transporte público o incluso en su lugar de trabajo.
El informe «Paradas por Perfil Racial en España» publicado por la organización SOS Racismo en 2021 reveló que estas paradas son un problema común y subestimado en el país. El estudio señaló que, en muchas ocasiones, las víctimas de estas paradas se sienten humilladas, estigmatizadas y desconfían de las fuerzas de seguridad. Además, estas prácticas pueden tener un efecto perjudicial en la cohesión social y la confianza en el sistema de justicia.
El Salto informaba en mayo de este año de una encuesta realizada por la ONG Rights International Spain (RIS) cuyos resultados revelaban cómo la actividad policial continuaba influenciada por criterios étnicos y raciales. Los testimonios de 40 organizaciones dibujaban un panorama tétrico en el que los controles policiales basados en perfiles raciales son una práctica habitual entre las fuerzas de seguridad.
La encuesta, llevada a cabo durante un período de dos meses, desde el 18 de noviembre de 2022 hasta el 18 de enero de 2023, recopiló las experiencias de diversas organizaciones y colectivos comprometidos en la lucha contra el racismo en todo el territorio español. La gran mayoría de estas organizaciones confirmaron la persistencia de la discriminación racial en las acciones de las fuerzas de seguridad pública. Específicamente, el 97% de ellas confirmó que las paradas basadas en perfiles raciales seguían siendo una práctica común. Casi la mitad de estas organizaciones habían recibido quejas de personas afectadas por este tipo de prácticas, mientras que más de un tercio (35%) informó que miembros de sus comunidades habían sido testigos directos de tales incidentes, y un 8% tenía conocimiento de que personas cercanas a ellos habían vivido estas experiencias.
Las causas
Para comprender por qué persisten las paradas por perfil racial en España, es importante analizar las causas subyacentes de este fenómeno.
Los sesgos y prejuicios arraigados en la sociedad, particularmente los estereotipos y prejuicios raciales, ejercen una influencia significativa en la manera en que los agentes de policía se comportan en sus funciones. Esta influencia llevar a la actuación discriminatoria por parte de las fuerzas de seguridad. Además, la carencia de una formación adecuada en diversidad y sensibilización racial dentro de las fuerzas de seguridad aumenta la probabilidad de que se realicen paradas basadas en perfiles raciales.
Las políticas de seguridad pública, como la aplicación rigurosa de la ley bajo la premisa de «tolerancia cero», pueden exacerbar la discriminación racial al centrarse en áreas específicas, lo que con frecuencia resulta en un impacto desproporcionado en las minorías étnicas. Por último, la falta de supervisión efectiva de las acciones policiales y la insuficiente rendición de cuentas contribuyen a que las paradas por perfiles raciales continúen ocurriendo sin restricciones, perpetuando así la problemática de la discriminación racial en la aplicación de la ley.
Las consecuencias
Daño psicológico: La experiencia de paradas por perfil racial puede causar un profundo impacto psicológico en las personas afectadas. La discriminación y humillación a las que se enfrentan pueden desencadenar niveles significativos de estrés, ansiedad y, en algunos casos, incluso trauma psicológico. Estas vivencias pueden dejar cicatrices emocionales duraderas y afectar negativamente la salud mental de quienes las experimentan, lo que subraya la necesidad de abordar este problema de manera efectiva.
Desconfianza en la policía: Las prácticas de paradas por perfil racial minan la confianza de las comunidades minoritarias en las fuerzas de seguridad. Cuando las personas sienten que están siendo detenidas injustamente debido a su raza o etnia, es natural que su relación con la policía se vea socavada. Esto crea un obstáculo importante para la colaboración entre la comunidad y las autoridades policiales, así como para la disposición de las personas a denunciar crímenes o participar en esfuerzos conjuntos de prevención del delito.
Fomento de la exclusión social: Las paradas por perfil racial no solo tienen un impacto en el individuo, sino que también pueden contribuir a la marginación generalizada de las minorías étnicas en la sociedad. Esta marginación puede dar lugar a tensiones sociales significativas y dificultar la integración de estas comunidades en la corriente principal de la sociedad. Es esencial abordar este problema para promover una sociedad más inclusiva y cohesionada en la que todas las personas se sientan valoradas y respetadas, independientemente de su origen étnico.
A pesar de los esfuerzos para abordar las paradas por perfil racial en el país, este problema persiste como un desafío importante para la igualdad y la justicia. Es fundamental poner en marcha medidas formativas en los cuerpos policiales par aponer fin a esta lacra que mina la convivencia en nuestra sociedad.
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