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sábado, julio 27

Teorizando sobre los distintos niveles de opresión de las mujeres negras: el caso de Patricia Hill Collins


Patricia Hill Collins nacía un día como hoy de 1948. Socióloga estadounidense, se ha dedicado a la enseñanza universitaria en distintos centros como la Universidad de Maryland o la Universidad de Cincinnati, donde dirigió el Departamento de Estudios Afroamericanos. Fue, además, la primera mujer afroestadounidense en presidir la Asociación Sociológica de Estados Unidos. El trabajo de Collins se ocupa, principalmente, de cuestiones relacionadas con la raza, el género y la desigualdad social dentro de la comunidad afro. Una de sus obras más destacadas es Pensamiento feminista Negro: Conocimiento, Consciencia y Políticas de Empoderamiento, que publica en 1990 y que le supone ser reconocida como la líder del feminismo interseccional

Patricia Hill Collins nace el 1 de mayo de 1948 en Filadelfia, Pensilvania, hija única de Albert Hill, trabajador de una fábrica y veterano de la Segunda Guerra Mundial, y Eunice Randolph Hill, secretaria. Se crio en Filadelfia donde fue a la escuela pública y en ella se dio cuenta de la realidad como niña negra, pues en su colegio se atendía, principalmente, a estudiantes blancos de clase media, aunque su barrio estuviera lleno de población afrodescendiente. Asistió a la escuela primaria Pennell y, más tarde, a la escuela secundaria para niñas de Filadelfia, la Girls’High, la primera escuela secundaria pública del país solo para mujeres. Allí vivió el proceso de desegregación de las escuelas en la década de los sesenta, lo que contribuyó a su creciente interés en la sociología, el feminismo y el activismo por los derechos civiles y afroestadounidenses.

Después, se gradúa en Sociología en la Universidad de Brandeis en 1969 y efectúa un máster en Pedagogía de las Ciencias Sociales en Harvard en 1970. A partir de entonces comienza a enseñar en diferentes círculos, como la escuela comunitaria St. Joseph en Roxbury, de Boston, o la Universidad de Tufts, donde dirigió el Centro de Estudios Africanos entre 1976 y 1980.

Se doctora en Sociología en 1984 en la misma universidad donde había cursado sus primeros estudios, mientras trabajaba como profesora asistente en la Universidad de Cincinnati. Enseñó en el Departamento de Estudios Africanos durante más de veinte años y se retiró en 2005 como profesora emérita en Sociología.

En 1986, publica su primer artículo importante en la revista sociológica Social Problems, con el título “Aprendiendo desde el forastero interior: el significado sociológico del pensamiento feminista negro”, que la sitúa en el panorama estadounidense como socióloga y teórica social. En él estudia cómo las mujeres afrodescendientes se han situado al margen y cuál ha sido su condición de forasteras dentro de la propia comunidad.

En 1990 publica su primer libro y, posiblemente, el de mayor repercusión, Black Feminist Thought: Knowledge, Consciousness and the Politics of Empowerment (Pensamiento feminista Negro: Conocimiento, Consciencia y Políticas de Empoderamiento), donde analiza la obra de tres de las principales representantes del feminismo negro: Angela Davis, Alice Walker y Audre Lorde, todo un hito para aquel tiempo. En él examina las opresiones que sufren las mujeres en función de su género, por supuesto, pero también de su raza, su etnia, su clase social o su sexualidad, variables todas ellas que se combinan dentro del sistema patriarcal del que forman parte. En ese sentido, Collins emplea el concepto interseccionalidad, acuñado por Kimberlé Crenshaw, para hablar de esas superposiciones de distintas formas de opresión. Su obra ha tenido tanta repercusión que ha recibido numerosas traducciones a idiomas como el coreano, el francés o el portugués, entre otros.

En el caso de las mujeres negras trabajadoras, Collins expresa la necesidad de revisar cómo ellas trabajan bajo fuerzas de opresión que se intercalan. Además, aunque las mujeres escapan del trabajo doméstico no valorado, todavía los empleos a los que tienen acceso están infrarremunerados. Y ello conlleva que en algunos casos las mujeres negras perciban el trabajo doméstico no remunerado como una forma de resistencia a la opresión.

En 1992 publica Race, Class and Gender: An Anthology (Raza/etnicidad, Clase y Género: Una Antología), en colaboración con Margaret Andersen, para recopilar una serie de ensayos relacionados con la raza/etnicidad, clase y género y los estereotipos asociados a algunas minorías. 

En 1998, presenta un tercer libro Fighting Words: Black Women and the Search for Justice (Luchando las Palabras: Mujeres Negras y la búsqueda de Justicia). En él expone cómo las mujeres negras se han enfrentado a la propia opresión dentro de la comunidad negra, por el hecho mismo de ser mujeres. Plantea el término outsiders inside, esto es, la otredad como parte del grupo, de modo que se intenta resistir y enfrentar a la mayoría. Con la obra pretende, por tanto, explorar cómo las mujeres negras pueden pasar de tener simplemente pensamientos a ser las que crean las teorías.



En 2004, sale a la luz su siguiente libro, Black Sexual Politics: African Americans, Gender, and the New Racism (Política Sexual Negra: Afroamericanos, Género, y el Racismo renovado). En él explica la relación directa entre racismo y heterosexismo, así como el modo en que los ideales de belleza establecidos han oprimido a la población afro.

Dos años después, llega From Black Power to Hip Hop: Racism, Nationalism, and Feminism (Desde el Poder Negro al Hip Hop: Racismo, Nacionalismo, y Feminismo), que examina la relación entre nacionalismo negro, feminismo y mujeres en la generación hip-hop. El libro es una recopilación de numerosos ensayos escritos a lo largo del tiempo. “Hubo un cambio de un no-veo-color-racismo que se enfocaba en la segregación racial estricta a un según parece no-veo-color-racismo que prometió igualdad de oportunidades pero que falló en abrir avenidas de avance duradero para la comunidad Afroamericana”, expone en el mismo. Collins investiga aquí el racismo estructural contemporáneo, al que llama nuevo racismo, y señala cómo las viejas ideas sobre qué es el racismo impiden que la sociedad reconozca y corrija las malas acciones que mantiene.

En 2009, saca Another Kind of Public Education: Race, Schools, the Media, and Democratic Possibilities (Otro tipo de Educación Pública: Raza/etnicidad, Escuelas, los Medios de comunicación y Posibilidades Democráticas), para concienciar a sus lectores y prevenir la discriminación institucional contra jóvenes y niños afroestadounidenses, que son los que más la padecen. Collins explica que los profesores tienen mucho poder para intervenir en actitudes discriminatorias y convertirlas en tolerante. “Son los actores de primera línea que negocian los problemas sociales de nuestro tiempo”, sostiene la autora.

Un par de personas con instrumentos musicales y micrófonos

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La socióloga ha puesto sobre relieve el concepto interseccionalidad sobre cómo distintos aspectos sociales actúan paralelamente en la opresión de las mujeres afrodescendientes. Fuente: Centro Gayle R. Davis para la Mujer y la Equidad de Género

Asimismo, en 2010 edita junto a John Solomos The Handbook of Race and Ethnic Studies (El Manual de Raza/etnicidad y Estudios Étnicos), un libro sobre teoría crítica de la raza; en 2012, On Intellectual Activism (Sobre el activismo intelectual), una colección de ensayos personales y entrevistas donde explica cómo las ideas juegan un papel importante en el cambio social; y en 2016, con una revisión en 2020, sale a la luz  Intersectionality (Interseccionalidad), junto a Sirma Bilge, que estudia, en profundidad, la naturaleza de categoría sociales como raza, clase y género, sexualidad y nación, interconectadas, y sobre cómo estas crean una compleja red de discriminación y desventaja social.

Está considerada una de las más importantes teóricas del panorama social estadounidense, especialmente en cuanto a feminismo negro se refiere. Y por ello ha ganado numerosas condecoraciones como el Premio Facultativa del Año en la Universidad de Cincinnati (1991), el Premio Letitia Woods Brown, por la Asociación de Historiadores de Mujeres Negras por su libro Pensamiento feminista negro, o el Premio de Bernard del Jessie por la Asociación sociológica americana por su contribución significativa en el Área de Género (1993), así como el reconocimiento a su labor académica por la Escuela de Educación de la Universidad de Harvard en 2011 o las conmemoraciones Joseph B. y Toby Gittler por sus contribuciones a las relaciones raciales y étnicas en la Universidad de Brandeis de 2012.

Collins considera que la educación es un parámetro fundamental para perpetuar o romper con el racismo estructural y otras formas de desigualdad social, así como formas de opresión que a menudo no se identifican así, como la institución que supone la maternidad, por ejemplo. Con su voz trata de visibilizar estas problemáticas y de que los demás perciban la situación y se impliquen en el cambio. Su concepto de interseccionalidad se ha convertido en un tema candente y difícil de comprender en ocasiones. “Me acerco a las mujeres afroamericanas como enfrentadas a un conjunto de problemas sociales que se construyen en la intersección de múltiples sistemas de poder. Tomemos la violencia, por ejemplo. La violencia doméstica de género contra las mujeres negras por parte de sus novios, maridos y padres ocurre en un contexto de violencia racial sancionada por el estado contra las personas negras que es parte del legado de la esclavitud y la discriminación racial. Estas dos formas de violencia adquieren significado la una de la otra: están interconectadas”, exponía la autora a este respecto en una entrevista con Labinot Kunushevci, de la Universidad de Prishtina, Kosovo.


Patricia Hill Collins explica su obra Black Feminist Thought

Como participante en programas educativos y culturales, conocer las experiencias de multitud de niñas y mujeres le supuso poder teorizar sobre cuestiones que afectaban al cómputo de féminas, en general, ya que, con independencia de sus condiciones raciales y sociales, todas viven un discurso dominado por la opresión que ejerce el racismo, el sexismo, el sistema de clases, etc. Para ella, el único camino posible contra ella es reforzar las redes de apoyo y fomentar una política de supervivencia por y para todas.

Natalia Ruiz-González



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