Gurpreet, jugador del Arratia C, entró en el campo tras el descanso ataviado con una patka un turbante para los menores Sij. Esto desencadenó su expulsión y el abandono de su equipo del partido.
Según informa Deia os hechos ocurrieron el 21 de enero durante un partido de cadetes en el Estadio Padula de Arigorigaga. El árbitro, basándose en su interpretación, dictaminó que el menor llevaba sombrero, lo que creía que estaba prohibido por las reglas, y animó al jugador a quitárselo si quería continuar jugando, a pesar de los argumentos de los demás jugadores. El «Arratia» decidió abandonar el campo en solidaridad con su compañero, ya que el árbitro se negó a cambiar de opinión. Así que Biscay FA les impuso una multa de 300€ y les descontó tres puntos.
El jugador de Arratia en realidad usa un patka, un trozo de tela atado en el cabello que usan los niños sijs, originarios del estado indio de Punjab.
Según el presidente de la Federación Vizcaína de Fútbol (FVF), Iñaki Gómez Mardones, el jugador no ha tenido problemas para jugar patka hasta el momento, ya que jugó en el nivel escolar la temporada pasada y ahora es habitual.
Lo que se olvida es que la FIFA permite jugar con estos elementos religiosos en sus normas para la indumentaria en el campo de futbol:
El niño no había tenido problema hasta ahora y por eso todo su club está escandalizado.
Lo lamentable de este caso ya no es solo el clamoroso desconocimiento por parte de un árbitro de las propias normas FIFA, sino el evidente sesgo racista que le llevo a tomar esa decisión.
El racismo en el fútbol cada vez en más insoportable.
Afroféminas
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