A menudo, los padres y tutores legales, sobre todo, se plantean si la educación que reciben sus hijos en la escuela/instituto, etc., es la correcta.
Estamos acostumbrados a que nos digan que debemos respetar al prójimo y que debemos ser tolerantes con los demás. Sin embargo, desde pequeños nos enseñan a ser competitivos entre nosotros mismos para ver quién será el mejor.
Pero este artículo no va sobre esto.
Muchas veces, hay gente que tiene un pensamiento incorrecto sobre ciertas cuestiones y simplemente es por desconocimiento, al no saber la verdad y esto ocurre con el racismo.
Hay personas que desconocen todo lo que actualmente ocurre o simplemente lo ignoran porque en la pirámide de privilegios, a ellos no les afecta.
En los institutos y colegios es común, al menos en España, realizar una o dos charlas al año sobre tolerancia. Charlas que están, pero no profundizan en ningún colectivo/motivo, etc., y al final todos los alumnos salen de esas charlas con el pensamiento de: no he de meterme con nadie, he de ser tolerante.
¿Pero, por qué? No enseñamos a empatizar, simplemente les damos una norma para que tengan una buena conducta, pero ni ellos se plantean si hacen bien.
Con esto no trato de decir que deberían de retirar este tipo de charlas, sino que deberían profundizar más en ellas.
Por ejemplo, hace unos años, se podía dar una charla voluntaria y cada uno podía escoger el tema que quisiese y desarrollarlo en una clase.
Conclusión, no iba a hablar de algo que no tenía ni idea y decidí guiarme por algo obvio y que me afectaba directamente a mí.
Hablar del Racismo es algo más complejo de lo que parece porque hay tantos campos de los que hablar, que en una clase no podría haber abarcado ni un cuarto. Además, de que la gente, ignorante y por ello impaciente, se cansa de ver hablar a una persona sobre un tema en concreto, porque no empatizan y no llegan a darse cuenta de la gravedad del asunto. No importa si hablan sobre el racismo, el cambio climático, el feminismo, etc. Si es algo que no les afecta a ellos directamente, muchas personas se cansan porque no escuchan y solo ven y oyen a la misma persona de siempre hablar sobre temas relacionados.
No obstante, decidí hablar sobre el racismo y el índice fueron cosas bastante básicas para mí, tanto que llegué a pensar que se aburrirían al contarles algo que probablemente sabrían.
Sorpresa, no sabían nada.
Aquello me sorprendió y entristeció. Ver como gente de 16/17 no tenía ni la menor idea de lo que ocurría con la gente negra, con los afrodescendientes, con las personas racializadas, era algo realmente preocupante.
Pero la preocupación iba en aumento, no solo porque ellos mismos se sorprendieron al darse cuenta de todo lo que habían ignorado, sino porque hasta ese momento, casi ninguno tuvo la idea de investigar por su cuenta y conocer un poco más de la historia de los que le rodean.
Y ese es el problema, a todos nos dicen que debemos respetar a los demás, nos muestran que esas personas tienen sentimientos y que ha habido sucesos nefastos, pero después, nadie se atreve a explicar sus historias, nadie quiere indagar sobre algo que hasta el momento no les salpica a ellos. Porque mientras lo que rodea a uno esté estable, ¿qué importa que se derrumbe lo demás?
¿Qué les enseñan a nuestros hijos? Les enseñan a actuar sin conocer, a ignorar mientras cumplan lo mínimo, porque esto, no solo les ocurre a adolescentes de 16/17 años.
Así que, cuando se planteen qué les enseñan a nuestros hijos, añadan también: ¿Qué les enseño yo?
Yovanna Blasco López
Nacida en La República Dominicana. Escritora, activista y luchadora por los derechos humanos. Estudiante de Traducción y Mediación Interlinguisitica.
Instagram: @_melaninwoman_
Email: yovibl@outlook.es Interesada en la igualdad de los derechos humanos y comprometida con la concienciación sobre las personas negras, el racismo y la cultura afro.
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