En realidad, no sé bien que es lo más letal ahora, si el COVID-19, la pobreza que vendrá en unos meses, o el racismo sistemático que se ha dejado de ver, no solo de parte de los estados-nación, sino que de las personas individuales.
Recuerdo muy bien la conversación que tuve con una amiga hace 1 mes, antes de que llegáramos incluso a los 1000 contagios en Chile. Ella es haitiana, le pregunté por su bebé como estaba y respondió que no estaba bien, tenía gripe, pero no la llevaría a urgencias porque de seguro ya estarán buscando la primera persona haitiana para diagnosticar positivo y hacer su campaña tirana en los medios de comunicación. La verdad mi respuesta fue muy básica: «ok amiga entiendo». No supe que decirle.
Hoy llegando a los casi 10.000 contagiados, se cumplió la profecía de mi amiga, los medios de comunicación, junto con el ministro Mañalish acusan de manera directa a la “migración ilegal” sobre la expansión del COVID en el país. Haciendo toda una campaña debidamente planificada, con imágenes de – otros- cuerpos, cuerpos negros, para simular las imágenes de contagiados. Hace dos semanas atrás, dos médicos franceses, se les ocurrió la grandiosa idea de testear la posible vacuna del COVID-19 en África, cuando leí la noticia, mi cuerpo no pudo con esto, sentí mareo, dolor de cabeza y un terrible desespero en el corazón. Decía dentro de mí, moriremos, volverá a pasar, el secuestro y etnocidio hacia la población negra y africana pasará nuevamente.
Desde ese día, mi cuerpo no ha dejado de reaccionar a las diferentes noticias que hay hacia la población negra. No lo he comentado a las amigas, siempre he sido muy sentimental, la que más llora y se asusta desesperadamente. Pero hoy, realmente siento miedo, por mi familia y amigas negras, siento miedo de que salgan a la calle, y les peguen una patada o tiren un hot dog en la cara como ya ha ocurrido en otras ocasiones hacia población migrante negra, y lo más, que no lleguen vivas a sus casas, no por ser mujeres, esta vez por ser negras. Ahora siento perfectamente lo que decía mi amiga sobre no ir al hospital, lo siento en la piel, y me desespero por no saber que hacer. Me gustaría decirle a mi amiga que va a la feria y pasa por su casa anterior que no saliera, a ella, que hace largas filas para postular a un trabajo de aseadora por un sueldo miserable, que por favor se quedara en casa, no por miedo a contagiarse del COVID, Sino por miedo, a que la agredan.
A mi padre, que tiene que quedarse encerrado toda la semana en su trabajo de constructor, donde le han puesto muchas más horas de trabajo sin remuneración extra, amenazándolo diariamente con que si no hace lo “debido” hay más personas que deseen ese puesto. Está sin los protocolos mínimos para la prevención del contagio. Me gustaría decirle que dejara este trabajo, que renuncie y aun así estaremos bien. Cuando sale de su trabajo, no dejo de pensar en que quiero que llegué ya, no por miedo a que se contagie del COVID, por miedo a que lo agredan, por miedo a que lo maten.
Me da rabia y pena que den ordenanza de abrir malls y comercio, son las personas migrantes quienes debemos exponernos, las vidas precarizadas, los de la zona del no ser.
La reacción de mi ser entero ante esto ha sido el aislamiento, la distancia, me he restado de grupos, y he decidido no hablar con amigas. Hoy quiero decirles que no tengo nada contra ustedes, a todas las quiero, solo que debo aceptar que estoy cagada del miedo, y de nuevo, esta vez no es por la enfermedad, sino por los efectos coloniales que está teniendo hacia la población negra.
Abrazo a todxs lxs compañerxs de Haití, porque hoy nuevamente son foco de discriminación, de deshumanización. Abrazo a mi amiga y su bebé, de hecho, no se imaginan cuanto quiero que pase esto. Abrazo a mi amiga de la feria, a aquel hombre negro que le han pegado una patada habiendo aún así cumplido cuarentena y estando sano. A mi padre, padresito querido, tanta admiración, que los orishas lo acompañan en cada viaje de vuelta a casa.
Leo diferentes artículos sobre lo fuertes que han sido las mujeres ante todo lo que está sucediendo, o las largas listas que hay para no aburrirse en cuarentena. Leo lo positivas que se sienten ante todo esto, y la necesidad urgente de que todxs estén en sus casas para aplanar la curva. Hoy yo, me permito sentir miedo, me permito decir que me ha sido difícil incluso pararme de mi cama, que he llorado junto a mamá como una beba, teniendo ella que cargarme y abrazarme fuerte. Quisiera ser como estas mujeres que escriben lo valientes que han sido por permanecer en su casa con el teletrabajo, luego yoga, y después vídeo llamada con sus mejores amigas. Incluso he rechazado a mis amigas, porque no tengo palabras bellas para decirles.
Esta vez no es el COVID, esta vez es racismo sistemático y la pobreza extrema que vendrá en los siguientes meses.
** Amigx queridx, si también ha sentido mucho miedo, pues Fíjese, no es el único, sintámoslo, vivámoslo, sentipensar cuareteno, te mando abrazo**
Juliette Micolta
Representante de Afroféminas en Chile Activista, modelo, emprendedora.
Hasta que termine la crisis al final de los artículos de Afroféminas encontraréis esta imagen. El enlace da acceso al mapa interactivo de recursos que ha puesto en marcha @CEAntirracista Cualquier ayuda, aporte y recurso es necesario para personas en especial estado de vulnerabilidad. Puedes entrar a través de este enlace:
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Es preocupante la discriminación por sospecha de covod-19 por una pulmonía yo la sufrí con mis vecinos que por que fui al hospital por problemas de neumonía tenía coronaviris discriminación y aislamiento social,es repudiable y si a eso le damos lo racista que son los chilenos ignorantes no me lo imagino. Espero que los valores que le entrego a mi hijo nunca lo lleven a discriminar a alguien por condición social, sexo,color religión etc.