Malcolm X
“No puede haber unidad entre negros y blancos hasta que no haya primero unidad entre los negros. No puede haber solidaridad entre los trabajadores hasta que no haya primero solidaridad racial. No podemos pensar en unirnos a otra gente hasta que primero no nos hayamos unido nosotros mismos. No podemos ni pensar en ser aceptables para los demás hasta que primero no hayamos demostrado que somos aceptables para nosotros mismos. Uno no puede unir plátanos con hojas sueltas.”
El daño hecho por el colonialismo a nuestra comunidad traspasa fronteras y generaciones.
La infravaloración de las capacidades de las personas negras y afrodescendientes está instaurada hasta tal punto en el imaginario colectivo, que influye en el propio autoestima y autoconfianza de las personas racializadas creyéndonos menos válidas y capaces a la hora de desarrollarnos en el ámbito intelectual y/o laboral. Aunque sólo sea un instante.
Se nos enseña desde pequeñas que en esta jungla blanca debemos siempre aspirar a la excelencia para conseguir llegar a los mismos puestos que las personas blancas para que así nuestras capacidades y méritos iluminen nuestra piel y nuestra negritud “ya no importe”.
A la hora de buscar trabajo, especialmente si es un puesto de cara al público, apelamos internamente a que la persona que nos va a entrevistar no “tenga en cuenta” el factor racial, que “no le importe” nuestro color de piel e incluso que “quiera jugársela” contratando a una persona no blanca como imagen de su empresa. En definitiva, que no sea racista.
BASTA DE MIGAJAS
Asumamos nuestra valía, nuestra capacidad y no nos conformemos con la voluntad ajena.
Muchas personas de nuestra comunidad han emprendido sus propios negocios, desarrollado sus propios proyectos y llevado a cabo iniciativas comerciales y culturales.
Apoyemos a nuestra comunidad, pongamos en valor la iniciativa de las personas que, consciente o inconscientemente, se han rebelado contra todos los obstáculos y trabas que socialmente supone iniciar una actividad comercial siendo afrodescendiente en una sociedad blanconormativa.
La independencia económica de nuestra comunidad es un factor clave para ser tenidos en cuenta como agentes del cambio en este sistema capitalista donde todo se rige por dinero y poder. O el poder del dinero.
Si bien el dinero no es la solución ni deseable ni deseada contra el racismo estructural, es un arma potente que no debemos desestimar mientras la denuncia y visibilización de la problemática racial sigue fortaleciéndose.
Una forma de activismo también es contribuir económicamente a que las iniciativas comerciales de la comunidad negra y afrodescendiente puedan salir adelante, se mantengan y prosperen.
Valora a tu comunidad, apoya a tu comunidad, invierte en tu comunidad.
Compra negro, consume negro, apoya los negocios de propiedad negra para que nuestra comunidad prospere.
Basha Changuerra
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