Pelo natural, peinados y discriminación
El sábado fui a un banco y el cajero me dijo que le gustaban mis rizos. Le dije, a modo de chanza, que debería dejarse los suyos. Me respondió que si en el banco se lo permitieran, él lo haría.
El lunes una chica me indicó que su pelo crece como el mío pero que se lo había alisado porque, como estaba desempleada, no se atrevía ir a las entrevistas de trabajo con su pelo rizado por temor a que no la contrataran.
Esto me llevó a reflexión: los bancos (como muchas otras entidades, tanto públicas como privadas: he sabido de jueces que no admiten que abogadas suban a estrado con su afro) no permiten a su personal llevar su pelo al natural.
¡Y ni qué decir si lleva trenzas!
Puede que se tomen a la ligera esto del cabello, pero es un asunto que va más allá de la mera estética. Es un asunto de ide...










