Estereotipos. Testimonio
La cara con la que suelo vestirme cada mañana al salir de casa, es lo que yo llamo The Poker Face”. Os explico, es un rostro en el cual no puedes vislumbrar ni una gran sonrisa, ni mucha seriedad, ni mucho asombro, ni muchas dudas, es simplemente una cara correcta, con la que no levantar sospechas de que en tí, habita ni un atisbo de sentimiento ante cualquier situación. Así pareces más fuerte, dura, inspiras respeto, así marcas la barrera y mandas un mensaje a los hombres de “conmigo no”.
Y es que amigxs míxs, estos ojos han visto lo que esto oídos nunca hubieran imaginado escuchar. Aun siendo joven y preparada, tenía unas creencias arraigadas en mí, que ni yo misma podía creer. Algo tan básico como conducir un coche, en España sentía que era imposible, pues entendía que no tenía la ca...




















