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viernes, abril 26

Sí que es racismo

 
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En este país (España) hemos creado el mejor sistema para vacunarnos contra el racismo: negarlo.

Lo hemos conseguido. Después de siglos de lucha antirracista no hay racismo en España,. Son casos anecdóticos. Son cuatro, pero la generalidad de la gente en España no es racista.

Vamos a exportar nuestro método a otros países como Estados unidos (fíjate tú con Trump, pobrecillos) o Francia (la Lepen tiene muchos votos, que fascistas!!!)

Vemos las películas tipo «Arde Mississippi» o «12 años de esclavitud» y nos decimos, ¡estos paletos sureños que cabrones! Vemos al Ku Klux Klan o los mítines del Frente Nacional y nos vemos diferentes, mejores.

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Miramos con displicencia las cosas que pasan en otros lugares del mundo creyendo que estamos a salvo de practicar el racismo, pero el racismo está aquí, entre nosotros.

Porque nosotros no somos racistas. Nada de eso. Decimos cosas como que los racistas son una minoría. Gente mayor, chapados a la antigua o el grupúsculo de extrema derecha que pulula por algunas ciudades españolas. Vamos lo que serían unos fachas.

Qué más da que los nazis y racistas campen a sus anchas en las redes sociales. Qué importan los problemas evidentes de discriminación en muchos centros escolares de nuestro país, la falta de oportunidades, la falta de acceso en condiciones de igualdad al mismo puesto de trabajo, la persecución policial, el rechazo a todos los niveles, las enormes bolsas de pobreza, la cosificación, la invisibilación, etc. Que más da si en los campos deportivos españoles se profieren gritos racistas constantemente. O que existan los CIES donde se tiene encerrados contra su voluntad a miles de inmigrantes por el delito de buscar una vida mejor con la aprobación mayoritaria de la ciudadanía. Que importa los cientos de agresiones racistas (las contabilizadas) anuales.

El racismo en España no es brutal, es sutil. Falta empatía. Normalmente se acusa a la víctima de exagerar y esto tiene mucha lógica en un ambiente de negación del racismo y es algo muy parecido de lo que ha pasado históricamente con otras discriminaciones. Enseguida aparece el tema de no querer integrarse. Integrarse en este sistema significa callar y no molestar.

Recientemente leí a un tal Nadie respondiendo a un comentario de un post de Afroféminas (soy seguidor; lo confieso) sobre el recién nombrado alcalde de un pueblo de Mallorca Guillen Balboa decía lo siguiente:

«La realidad es que estrictamente en su significado, la sociedad española no es racista, lo cual no significa que en España no hayan racistas, obviamente, pero en su conjunto los españoles no son partidarios del racismo, y en nuestra Ley no existe ese tipo de discriminación.
Una sociedad racista fue la que existió en EEUU cuando los negros tenían que sentarse en los ultimos asientos del autobús, o incluso mucho antes, cuando existía la exclavitud. Eso es una sociedad racista, por definición aquella que mediante la exacerbación de un grupo étnico discrimina y persigue a aquellos con los que convive y no pertenecen a su “raza”. Una sociedad racista es la que existía en Sudáfrica durante el apartheid.
Lo que tú sufres es una sociedad estúpida con 4 racistas de libro y algunos racistillas de poca monta, personas en posesión de prejuicios con mejor o peor voluntad, que a pesar de ello, puede elegir y elige democráticamente a políticos negros para ejercer cargos públicos, como lo es una alcaldía. Parece que no te sorprende este hecho, a lo mejor es que imaginas que todos los que han votado a este hombre eran negros, pero la realidad es que seguramente ni el 1% lo son. ¡Ah! No, perdona, los que han votado a este señor fueron los hippie guays, esa gentuza, esos racistas que te hacen la vida imposible, a ti y a tu hijo aparentemente blanco…

El tono es tipicamente condescendiente. El blanco le explica a la mujer negra lo que es el racismo y le viene a decir que es una amargada que sufre alucinaciones porque claro piensa que todos los blancos son malos. Toda esta parrafada ofensiva dice lo mismo de siempre: no es para tanto, ves fantasmas en todos lados y eres un poco ignorante, todo juntito… España no es racista porque mira, tenemos un alcalde negro en un pueblito y os dejamos vivir….????? Esta es una cuestión importante. Esa sensación que tienen muchos de que hacemos un favor, somos muy buenos…

Los blancos tenemos un problema. No nos gusta que nos lleven la contaría. Lo que no sufrimos o no protagonizamos es un asunto menor. Por eso en España el racismo es un asunto sin importancia.

Además pensamos que si hay que solucionar esos pequeños asuntos, ¡quién mejor que nosotros mismos para hacerlo! Nosotros podemos hacerlo. No tenemos ni idea de qué es ser discriminado por cuestión de etnia, religión u origen. Pero que más da, nosotros queremos ser los salvadores. La niña en la comunión y la novia en la boda…

Un ejemplo claro son las políticas contra el racismo que las instituciones llevan a cabo. La inmensa mayoría de instituciones  que tratan estos temas están dirigidas a casi todos los niveles de toma de decisiones por personas autóctonas, que desde luego no sufren el racismo o la exclusión directamente. Imagínense a un hombre dirigiendo la Casa de la Mujer o una concejalía de Igualdad. Hay casos, pero desde luego hoy ya chirría mucho. Lo mismo debería ser para temas relacionados con el racismo y la inmigración.

Por otro lado las políticas son infantiles, cuando no ofensivas para los colectivos a los que se pretende ayudar, o  en el mejor de los casos, inútiles.

Buscando, por mi trabajo como abogado, información sobre la plataforma antirumores de Barcelona encontré esta fotografía de unas jornadas:

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Son los responsables institucionales que acudieron a un curso de La Caixa para formarse en esto de la plataforma antirrumores. Mi duda es, ¿hay algún extranjero? Bueno, arriesgo más,  ¿hay algún no blanco?

Esto es ese «complejo de misionero», la idea salvadora. Al final hasta ayudando invisibilizamos. Hasta intentando erradicar un mal como la discriminación racial y la xenofobia, lo practicamos. Y lo que es peor, sin darnos cuenta, lo cual es más dañino y evidencia las estructuras sociales que persisten en nuestro mundo.

No niego las buenas intenciones, pero debemos dar el protagonismo a los que sufren el racismo y la exclusión. Son mujeres y hombres que conocen mejor que nadie el problema los que deben protagonizar la lucha y ponerse en primera linea. No son gente subsidiada que necesite representantes. Se valen por sí mismos y están empoderados.

Para mí mismo ha sido un problema ocupar este espacio que no me corresponde. Pero no estoy hablando aquí para lxs lectorxs negrxs de Aroféminas, si no para los que ocupan mi mismo lugar en la pirámide social, que queramos o no, existe. El color de la piel u origen es elemento esencial en la conformación de privilegios de esa pirámide.

Otro ejemplo. Un vídeo promocional que ha salido para publicitar el Orgullo en Madrid de la próxima semana es un ejemplo claro de invisibilización. Alguien lo colgó en Twitter con el hastagh #orgulloblanco aludiendo a la falta de diversidad étnica del vídeo. Para que no salga el típico listo de turno diré que sí, que sale una persona negra, una de las componentes de Sweet California sale en una esquinita de la pantalla. Esta es la cuota que se da desde la revista Shangay, que produce el vídeo, a la diversidad étnica. ¿Que está pasando en este país cuando colectivos históricamente discriminados no se dan cuenta de estas cosas?

Aquí el vídeo:

Si piensas que no hay para tanto que posiblemente fue sin darse cuenta, estás invisibilizando. Y si, sí que es racismo.

Es difícil darse cuenta de que uno está practicando algo que rechaza. Normalmente es un proceso largo y no siempre fácil.  Es mejor pensar que los racistas son esos cubiertos con una sábana y que queman cruces en Alabama.  Pero no, el racismo está aquí. Estoy harto de oír eso de «no es racismo es clasismo». Conozco obreros blancos muy racistas. Aunque esto lo que quiere decir es que si tiene dinero las diferencias no nos importan tanto. Esto es una soberana estupidez. Conozco varios casos de familias que no aceptan a las parejas negras de  sus hijos, algunos con niveles económicos más que aceptables. ¿Que si fuera millonario no habría problema? Claro!!! El dinero abre muchas puertas. No es un ejemplo válido. La gente por dinero se traga sus propias convicciones y odios.

Si consientes que el racismo pase sin importante demasiado, eres cómplice. Sé que no te pasa a tí, pero seguramente otros sufrimientos que no te afectan no los soportas con tanta laxitud y protestas y contribuyes o haces algo…

Así que haz algo, porque siento decepcionarte, lo que pasa en este país, mi país, respecto a esos otros que no son como nosotros, sí que es racismo.


Aitor  Gorrotxategi Cortina

Abogado

Madrid



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6 comentarios

  • Es cuanto menos interesante que un abogado blanco abogue por los negros de este país, defendiéndolos contra quienes supuestamente pretenden abogar por ellos. Un poco raro. Resulta que los negros están empoderados, por eso estás tú aquí contándonos a todos eso de «¡quién mejor que nosotros mismos para hacerlo!». O mejor dicho, quién mejor que tú mismo, porque yo no estoy abogando por los negros…, ni por los blancos, ni por los amarillos, ni por los rosas, ni por los azules… No soy abogado, y no tengo claro que esté abogando, pero supongo que de estar abogando por alguien sería por las personas, y cuando me dirijo a Mar, no estoy hablando con una negra, ni con una mulata, ni con cualquier adjetivo que inventemos, porque yo estoy hablando con una persona, un individuo. Comprendo que aquí todos tenemos buenas intenciones, tú, yo, ella…, pero eso en realidad es lo de menos, creo que aquí estamos dando puntos de vista, compartiendo opiniones que pueden enriquecernos a todos, y desde el respeto a parte del tono.

    Como tú dices -«Esa sensación que tienen muchos de que hacemos un favor, somos muy buenos…»- ¿Sí? Yo no soy ni bueno ni malo, y podríamos hablar de filosofía, creo que Mar es filósofa. El caso es que pienso que la mejor forma de combatir cualquier prejuicio no es pagarlo con la misma moneda desde el resentimiento y con más prejuicios. Si yo realmente soy tu «enemigo», conoce a tu enemigo. A Mar le importa un bledo cómo me siento yo, de hecho sospecho que le importa poco qué cosas siento, o qué me ha podido pasar a mí.

    Ni siquiera da la sensación, aunque supongo que sí le importará, de que le preocupen las experiencias vividas por gitanos, asiáticos o latinoamericanos de cualquier otra etnia, etc., porque aquí venimos con nuestros problemas a hablar de yo y más yo, a estar orgullosos de nosotros mismos por lo que en realidad hacen otros que pensamos que son de los nuestros, sin darnos cuenta de que los nuestros deberían ser todos. Pero cuidado, si un negro hace algo malo, tal vez no queramos apuntarnos a ese carro, tal vez a ese carro se suban los racistas para prejuzgarte haciendo lo mismo que has hecho tú engorgulleciéndote antes pero esta vez en la otra cara de la moneda. Algo erróneo en ambos casos.

    Oye, que yo puedo estar equivocado, no lo niego, simplemente es mi opinión, y ya no pido siquiera que me la respeten…, pero al menos que me dejen darla, no sé si por ser blanco no puedo, o si fuera chino tampoco, o si cambiaría la cosa si dijera que soy negro. El protagonismo es de todos, incluso tuyo, no entiendo esa paradoja de cómo puede un blanco pedir protagonismo para los negros, pero en tu artículo ha pasado eso mismo.

    Está claro que queremos combatir el racismo, y me refiero a todo el racismo, porque la triste realidad es que los negros no son los únicos que lo sufren. Y para hacerlo tal vez podamos tomar muchos caminos, algunos con mejores resultados y otros con peores resultados, para mí es incierto, habría que ir probando, y está claro que los protagonistas son los que lo sufren, pero es posible que la clave o lo que más importe sean los racistas, y yo creo que no hay distintos tipos de racismos, creo que no es acertado luchar por el racismo contra los negros, creo que no se puede, afirmo que hay que luchar contra el racismo y punto.

    Y bueno, tú me dices que sí es racismo, ¿el qué es racismo?, no sé si con ello me estás insinuando que sí, que yo soy racista. Bueno, a lo mejor contigo eso funciona, pero para ser racista lo primero que necesitas es ser tonto, y decirle a un tonto que te importan poco sus problemas, que tienes que aguantarlo para que sea tu amigo, que eres un orgulloso, que él es igual que cualquier otro racista solo que a parte de racista es un tontorrón que va de guay y vive en el país de las piruletas…, bueno, es una opción, la próxima vez mete un poco más de inquina, igual así tienes suerte y desaparecen los racistas, que vienen siendo todos los españoles.

    Como tú dices – «Los blancos tenemos un problema. No nos gusta que nos lleven la contaría.»-

    Ah, pues con más motivo, entonces en lugar de seducirlos con mano izquierda e introducirlos sutilmente en nuestro mundo para que abran la mente, vamos a despreciarlos, porque puede que a fuerza de llamarles racistas dejen de serlo, y si es posible que el enemigo no participe en nuestros actos, véase Festival Nyansapo, esto es solo para negros. Tenga nuestro desprecio señora alcaldesa de París.

    Awsome

    Amigo abogado, creo que Mar no necesitaba que la ayudaras, aunque te de las gracias, aunque digas que yo pretendo explicarle lo que es el racismo e insinúes que la trate como a una tonta. No, yo personalmente pienso que quien le da la razón como a los tontos eres tú, y no lo necesita. Tampoco digo que esté loca, por favor…, ni niego su sufrimiento por causa del racismo, e imagino que le será duro, ya expresé que tampoco puedo saberlo, pero humildemente pienso que podría afrontarlo de otra manera, aunque no sepa cómo.

    Nadie.

    Un individuo.

    En cualquier parte.

      • Nadie

        ¿Doy mucha razón? Vaya, pues no pretendo el alejamiento, sino todo lo contrario, el acercamiento. Trato de acercarme a los jueces con cuyo juicio no coincido, pero veo que para ti es en vano. Artículos como este no me significan mucho dentro de mi razonamiento deductivo, y respuestas como la mía únicamente te proporcionan autoconvencimiento. Entonces falla la comunicación, los silogismos, la conversación, o la tertulia, y lo observo como un fracaso. Hemos fracasado si lo que buscamos es conciliación, ¿qué se busca con artículos como este?, ¿se busca poner de acuerdo a las personas? Yo al menos sí pretendía eso con mi respuesta. No lo hemos conseguido. Al parecer estamos cada vez más lejos. Pero tal vez este artículo cure a otros «racistas», quiero imaginar que si se escriben será porque sirven de algo, conmigo lamentablemente no ha funcionado.

        Respondiendo a tu pregunta. ‘¿Por qué tanto enojo?’ No hay ni un ápice de enfado en mis palabras, y no comprendo que dé esa impresión. Tal vez siento pena, pena porque me ponen triste los prejuicios, los estigmas, el odio, y el dolor que esto causa en las personas, la desunión, el poco amor por el individuo, por el prójimo. Sé que no puedo hacer nada para acabar con cosas que están en nuestra naturaleza humana, pero siento debilidad por las causas perdidas. Aunque si mis palabras aquí no tienen utilidad alguna tal vez será mejor que deje a las personas tranquilas con sus autoconvencimientos, ya sea sobre este tema o sobre cualquier otra cosa diferente que me ocupe.

        Cuídate Piper, gracias por escribirme.

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