Quebrando el silencio. A las hermanas afganas
Tristemente, hoy, después de un largo tiempo. Siento la necesidad de escribir estas líneas empujadas por la ira, rabia y frustración sobre la situación de nuestras hermanas afganas cayendo, todavía mucho más, en silencio y olvido absoluto.
No es suficiente con prohibirte a que no vayas sola por la calle sin "protección" masculina, ni tampoco fue suficiente prohibirte ser proveedora y llevar dinero a casa, te han prohibido lo más básico... leer, estudiar, tener tus espacios sociales,... obligándote a taparte porque eres pecado y humillarte públicamente con azotes sin sentido (ellos lo llaman castigo físico justificado porque no cumples alguna de sus 25 prohibiciones). Te han desnudado dejándote sin identidad, te han moldeado al gusto de ellos y, por si eso no fuese poco, como guind...