La reciente decisión de la Comisión de Vivienda del Congreso de los Diputados de rechazar la propuesta de Podemos para ilegalizar las empresas de desokupación y tipificar su actividad como delito de odio es profundamente preocupante. La abstención del PSOE en esta votación refleja una falta de compromiso con la protección de los más vulnerables, además de legitimar la existencia de grupos parapoliciales que operan al margen de la legalidad y promueven discursos de odio.
Ione Belarra, portavoz de Podemos, ha señalado con razón que estas empresas actúan como «organizaciones parapoliciales fascistas violentas» y que su mera existencia representa un «problema democrático gravísimo». Un ejemplo claro es Daniel Esteve, fundador de la empresa Desokupa. Esteve ha estado involucrado en múltiples incidentes que evidencian su carácter violento y racista. Tras el asesinato del joven Mateo, Esteve difundió insinuaciones racistas sin fundamento, señalando a menores extranjeros como responsables del crimen. Estas acciones no solo fomentan el odio racial, sino que también desinforman a la sociedad y agravan las tensiones sociales.
Además, la colaboración de Desokupa con instituciones como el Sindicato Unificado de Policía (SUP) y la Asociación de Tropa y Marinería Española (ATME) es alarmante. Estos acuerdos, que incluyen la formación en defensa personal y seguridad a miles de policías y militares, legitiman y fortalecen a una organización conocida por sus mensajes ultras, racistas y xenófobos. Es inaceptable que entidades encargadas de velar por la seguridad y el orden público se asocien con grupos que promueven la violencia y la discriminación.
La vergonzosa abstención del PSOE en esta votación es una muestra clara de indiferencia hacia las comunidades más vulnerables, que son las principales víctimas de las acciones de estas empresas de desokupación. Hay que tomar medidas contundentes para desarticular a estos grupos y proteger los derechos fundamentales de todas las personas, independientemente de su origen o situación socioeconómica. La inacción y la permisividad solo contribuirán a la normalización de la violencia y el odio en nuestra sociedad.
Redacción de Afroféminas
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