Alejandrina Lan Jaramillo se describía con orgullo: “Yo soy de Escobal, un lugar de Colón. Fui reina congo del palenque de Curundú. Mi cultura congo la aprendí con mi mamá, mi papá y mi abuelo. Mientras estaba con un vestido cualquiera no me sentía nada, pero cuando me ponía el vestido congo me sentía grande, nadie podría venir a jugar conmigo”. Lan, quien fue reina congo por más de 60 años, fallecía el pasado 8 de julio.
Lan, conocida en Panamá como el “alma de la etnia negra”, dejó un gran legado tras su muerte. Su vida estuvo dedicada a preservar y difundir las tradiciones de sus antepasados africanos, impactando profundamente tanto a la comunidad afrodescendiente como al país entero.
Nacida en el seno de la realeza congo en Escobal, provincia de Colón, heredó su cultura congo de toda su familia y la transmitió a su hija Marcia Rodríguez, la actual Reina Congo de Curundú.
Lan contaba cómo, al llegar a Curundú, muchas madres estaban solas y una de sus funciones como reina era velar por su bienestar, ayudándoles a conseguir alimento para sus hijos. Su profundo compromiso con su herencia cultural la llevó a recorrer palenques y participar en rituales que fortalecieron su vínculo con la identidad afropanameña.
“Danzar para ella era un sentir espiritual. Cuando se ponía su vestido de Reina Congo, se sentía grande y todos tenían que hacerle la venia”, comentaba Lan, resaltando la importancia de su vestimenta en su identidad.
Lan se describió como un “tesoro vivo que hace grande a Panamá”. Fue una figura respetada e influyente por más de tres generaciones, representando a la cultura Congo tanto en Panamá como en giras folclóricas internacionales.
Urenna Best, abogada afropanameña, expresó que tomar el lugar de Alejandrina es un gran reto: “A lo largo de su vida, Alejandrina Lan destacó por su talento como bailarina, llevando la magia de las danzas afropanameñas a escenarios nacionales e internacionales. Dejó una huella imborrable en festivales y encuentros culturales alrededor del mundo, mostrando la diversidad y la riqueza de la cultura afrodescendiente”.
Además de su carrera artística, Alejandrina Lan se dedicó a la enseñanza y divulgación de las tradiciones afropanameñas, compartiendo su sabiduría en instituciones educativas tanto en Panamá como en el extranjero, resaltó Best.
“Su legado perdurará en las generaciones futuras, inspirando un mayor aprecio por la diversidad cultural y el respeto por las raíces de la nación panameña”, afirmó Best.
«Con profunda tristeza, despedimos a la Reina Madre Alejandrina Lan, una líder indiscutible, defensora incansable de la cultura afropanameña y símbolo de orgullo para su pueblo. Su memoria vivirá en el corazón de todos aquellos que valoran y honran la diversidad cultural de Panamá. Que descanse en paz la gran embajadora de la cultura afropanameña”, comentó Best, miembro del Grupo Consultivo de Líderes Afrodescendientes de Unicef.
Miroslava Herrera, cantante de Afrodisíaco, destacó que Lan “nos ha dejado una lección de dignidad”.
“Su profundo sentido de la responsabilidad de conservar y divulgar la cultura congo ha sido clave para la construcción de nuestra panameñidad. Nos enseñó que nuestra rebeldía tiene una razón de ser, merecemos ser libres y tener una vida digna, y ese es el legado que nos dejó Alejandrina con su vida y su compromiso desde niña”, reconoció Herrera.
Alberto Barrow, director del Observatorio Panamá Afro, reflexionó sobre el valor de la etnia negra tras el fallecimiento de Lan. “Alejandrina Lan bailó y en cada movimiento mostró la resiliencia, perseverancia y la fuerza de no dejarnos, más de cinco siglos después de haber sido arrancados de la madre África. Eso lo sembró en nosotros Alejandrina”, rescató Barrow.
Barrow añadió que Alejandrina contribuyó a mostrar la africanía como un componente ineludible de la nacionalidad panameña. “En eso Alejandrina fue inagotable. Se merece, entre muchas otras cosas, un funeral de Estado”, pidió al presidente de la República, José Raúl Mulino, destacando que “ella lo entregó todo y se merece una despedida por todo lo alto. Baila negra, baila”.
Con su voz y liderazgo, Lan fue fundamental para la continuidad y valorización de la cultura congo en Panamá, asegurando que estas tradiciones perduren y sean reconocidas como una parte integral del patrimonio cultural del país. AGENCIAS
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