El pasado día 18 de diciembre medios locales de la provincia de Alicante se hacían eco de la noticia de que la Cruz Roja de Alcoy sería una de las organizaciones encargadas de acompañar a los Reyes Magos en Alcoy y sus pajes pintados de negro el próximo 5 de enero de 2023, en la 138 edición de su Cabalgata. Esta invitación se enmarca en la conmemoración de los 150 años de la entidad en la ciudad alicantina.
En Afroféminas recibimos la noticia a través de un vecino consciente del problema que supone el blackface para la convivencia y la imagen de la ciudad. Nos pedíamos que iniciásemos un diálogo con Cruz Roja de Alcoy para llegar a un entendimiento. Muchos vecinos de Alcoy se han puesto en contacto con este medio mostrando similares preocupaciones a lo largo de estos años. Siempre lo han hecho de manera privada y pidiéndonos que no revelásemos su identidad. Esto ya nos dice que tipo de ambiente que se vive en Alcoy respecto a este tema, ya que quién se esconde por miedo a represalias son las personas que no están de acuerdo con el blackface.
El problema de la participación de Cruz Roja, que hace una labor encomiable en tareas humanitarias, es que contraviene sus propios Estatutos. El artículo nº2 de el apartado PRINCIPIOS FUNDAMENTALES, dice:
Neutralidad. Con el fin de conservar la confianza de todos, el Movimiento se abstiene de tomar parte en las hostilidades y, en todo tiempo, en las controversias de orden político, racial, religioso e ideológico.
Este es el más evidente, pero lo cierto es que si se hace una lectura rápida del documento Principios Fundamentales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja que se puede encontrar en la Web de Cruz Roja Internacional queda claro que esta participación se enfrenta a varias premisas que rigen la organización.
La participación de la Cruz Roja hace que desde las personas afrodescendientes la miremos con recelo, ya que separa la ayuda asistencial del respeto que merecen todas las personas y todas las razas. Prueba de que la propia Cruz Roja alcoyana es consciente de ello, es la poca publicidad que se le ha dado a su participación, y el ambiente de secretismo que rodea a la misma en los preparativos.
Hemos intentado ponernos en contacto con la Cruz Roja de Alcoy infructuosamente. Después nos comunicamos con la dirección nacional de la entidad que nos remitió a la Cruz Roja Alicantina, pero no han respondido a nuestra demandas de una explicación. Esto es sin duda una mala praxis e incumplimiento de sus propias normas internas, ya que la Cabalgata de Alcoy lleva ya varios años en el centro de la polémica racista por su blackface masivo.
Lo único que podría parar este descrédito sería abandonar la participación. Sabemos que no lo harán.
Afroféminas
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