La Audiencia Provincial de Madrid ha absuelto a la líder del grupo neonazi Hogar Social Madrid (HSM), Melisa Domínguez, del delito de incitación al odio del que había sido acusada por el ataque que lideró contra la mezquita de la M-30 el 22 de marzo de 2016.
Así consta en una sentencia en la que los magistrados exoneran a la líder neonazi Melisa Domínguez y a otros once integrantes del colectivo de los delitos de incitación al odio y desórdenes públicos.
La Sala acuerda además declarar el 50% de las costas procesales de oficio y el otro 50% se lo impone a Red Española de Inmigración y Ayuda al Refugiado.
Una sentencia surrealista
Según los magistrados que no ha quedado probado que la intención de los acusados fuera la de provocar algunos comentarios publicados en redes sociales de carácter islamófobo, hispanófobo, antifascistas, anticomunistas, anticatólicos y antiamericanos. Afirman que esos comentarios son «un cúmulo de conversaciones acaloradas y descontroladas entre personas que se llegan a insultar entre sí con ofensas tanto al Islam como al Catolicismo pero también en contra del comunismo y del fascismo.
El fiscal, que solo acusaba a la líder del grupo y le solicitaba tres años de cárcel, entendía que en su conjunto la acción global de protesta sustentó «un discurso del odio» que se llevó a las rede sociales y generó cientos de comentarios discriminatorios hacia el Islam y las personas que profesan esta religión.
La acusación particular, en nombre de Red Española de Inmigración y Ayuda al refugiado, solicitó 4 años de cárcel para Melisa por incitación al odio y desórdenes públicos. Al resto de encausados les pedía dos años de cárcel al resto de acusados por desórdenes públicos, con la agravante de incitación al odio.
Las defensas solicitaron al tribunal la libre absolución de sus patrocinados en la futura sentencia que se dicte ante la falta de pruebas del delito de desórdenes públicos.
Durante el juicio, que se celebró el pasado mes de octubre, Melisa Domínguez, se reafirmó en la protesta de aquella noche frente a la mezquita por «financiar el yihadismo terrorista», manifestando que no se arrepentía de nada y que no cambiaría «ni una coma» del comunicado que entonces difundió por las redes sociales.
Manifestó que se optó, sin que hubiera una planificación previa, por la Mezquita de la M-30 por la investigación que había en curso en la Audiencia Nacional publicada por varios medios y ante «los indicios de financiación del terrorismo a través de una especie de impuesto revolucionario al rezo».
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El fiscal acordó entonces mantener su solicitud de tres años de cárcel de condena para la líder de HSM por vincular el Islam con el yihadismo terrorista en la protesta que lideró el 22 de marzo de 2016.
La acción de Hogar Social Madrid consistió en una concentración en los alrededores del templo, colgando una pancarta en la pasarela de la M30 en la que se podía leer; «Hoy Bruselas, ¿mañana Madrid». En cada lado del cartel colocaron dos botes de humo. Tras ello, se difundieron las imágenes y un comunicado a través de las redes sociales, lo que generó, según el fiscal, cientos de comentarios islamófobos.
El fiscal, que solo acusaba a la líder del grupo, entiende que en su conjunto la acción global de protesta sustentó «un discurso del odio» que se llevó a las redes sociales y generó cientos de comentarios discriminatorios hacia el Islam y las personas que profesan esta religión.
La acusación particular, en nombre de Red Española de Inmigración y Ayuda al refugiado, solicitó 4 años de cárcel para Melisa por incitación al odio y desórdenes públicos. Al resto de encausados les pedía dos años de cárcel al resto de acusados por desórdenes públicos, con la agravante de incitación al odio.
En su declaración, Melisa se reafirmó ante el tribunal de la acción cometida en las proximidades del centro islámico por «financiar el yihadismo terrorista». «No me arrepiento de contar una verdad», aseveró a los medios.
Afroféminas
Fuentes
Europa Press
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Como no l@s van a absolver si la mayoria de los jueces en España son fascistas