Ojo de madre que todo lo ve
Soy hija de una mujer viuda, estricta y viuda; y ‘viudamente’ estricta, pues -que yo sepa-luego de la muerte de mi joven padre nunca se volvió a emparejar y ‘deslices’ le desconozco. “Tu padre fue demasiado bueno como para buscar a nadie más”, me dijo un día cuando yo la animaba a reencontrar la felicidad; y no insistí más.
Mi madre es una mujer que con los años ha ido rejuveneciendo, a ella la criaron vieja, responsable, seria y en un hogar represivamente conservador. Comenzó a trabajar cuando aún era una jovencita. Corte y confección estudió, no había para más en una casa en la que sólo trabajaba mi abuelo y había que mantener 7 hijos.
Cuando mi madre se casó lo hizo virgen, mi padre también y antes de concretar la luna de miel se pasó 4 noches en el bar del hotel bebiendo -lo que no hab...