Un colibrí en la palma de la mano: el impacto del racismo en la salud mental de las mujeres negras
Odio las mañanas, pero me prometo levantarme temprano. Esta mañana no tengo elección al respecto; alguien es incesante en sus intentos de comunicarse conmigo. El teléfono, que guardo debajo de mi almohada, me despierta y veo que es mi terapeuta llamando, de mala gana respondo y me saluda con una avalancha de palabras que imagino cayendo sobre su lengua y chocando contra sus dientes. Me imagino que de alguna manera está agradecido de que le haya respondido y esto me hace sentir culpable y no sé por qué. Este hombre blanco y su culpa son como una camiseta ajustada que debo poner debajo de mi ropa. Me dice que está dispuesto a escuchar y le pregunto por qué ahora; ¿Por qué ahora después de George Floyd? ¿Después de Breonna Taylor? ¿Por qué nuestras muertes? ¿No valía la pena luchar por nuestr...