martes, noviembre 19

El movimiento de pintores afroaestadounidenses en el siglo XXI: Cuatro artistas a tener en cuenta

En los últimos años, numerosos artistas afroestadounidenses se han hecho un hueco en el mercado del arte contemporáneo. A diferencia predecesores, los cuales fueron ninguneados de forma sistemática por las instituciones artísticas, estos han obtenido una mayor presencia y reconocimiento en las galerías de arte. No obstante, hablamos de un reconocimiento tardío, que además, no es ni mucho menos completo. Muchos museos estadunidenses siguen pecando de tener un banco de imágenes vacío de figuras negras. A continuación presentamos a cuatro artistas contemporáneos a tener en cuenta, tanto por su obra como por su discurso.

Amy Sheral

Esta artista originaria de Baltimore es popularmente reconocida por su retrato a Michelle Obama y por su participación en la portada de Vanity Fair sobre Breonna Taylor en 2020. Tras el éxito de estas dos grandes obras se oculta una mujer que ha dedicado gran parte de su recorrido artístico a la lucha contra los prejuicios y estereotipos raciales. Años de duro trabajo y determinación la convirtieron en la primera mujer afroamericana en ganar el Concurso Outwin Boochever de la National Portrait Gallery por su obra Miss Everything (Unsuppressed Deliverance). 

Para entender la totalidad de su trabajo hay que tener en cuenta tres aspectos fundamentales: el color, la moda y la literatura. Valiéndose del realismo simplificado, en sus obras retrata a personas afroamericanas en ambientes cotidianos. Mediante el uso de la grisalla invita a los espectadores a contemplar al individuo en su totalidad, valorando su realidad e integridad más allá de su raza o del color de su piel. Por otro lado, la artista valora la importancia de la ropa en sus retratos. Constantemente está en la búsqueda de nuevos estampados, texturas y telas que contrasten con sus característicos fondos monocromáticos. El valor de la literatura es otra constante en su trabajo. En los títulos de sus obras podemos encontrar numerosas referencias o citas literarias como en A single man in possession of a good fortune, extraída de Orgullo y prejuicio.

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Jordan Casteel

Esta pintora figurativa estadounidense comenzó su carrera artística como paisajista. Pocos años después decidió dar un giro radical a su visión del arte enfocándose en los retratos. En sus obras explora la humanidad, la sexualidad, la identidad y la subjetividad de la figura humana, centrándose sobre todo en la del hombre afroamericano. En su segunda exposición individual titulada Returning the Gaze incidió especialmente en su propósito de representar la realidad de un colectivo muy cercano a ella: los hombres afroamericanos de Harlem. “No quería que la cultura siguiera sacando provecho del cuerpo del hombre negro, más de lo que ya se ha hecho históricamente”, afirmó la artísta. 

En sus obras se enfrenta a las tradicionalmente preconcebidas nociones de género y raza. Desde una perspectiva externa y empática busca representar la cotidianidad de su entorno. En varias ocasiones ha manifestado su aspiración por retratar a aquellos que, de otra forma, no tendrían visibilidad en las galerías de arte. En su deseo de representar “lo conocido” comenzó a retratar a amigos, compañeros y familiares desde un punto de vista muy humano y natural. A través de la humanización de estas figuras induce al espectador a reflexionar sobre lo que supone actualmente ser negro en Estados Unidos.

A nivel técnico sus obras destacan por una pincelada bruta, potente y salvaje. En estas  podemos distinguir con facilidad la dirección y la energía de los trazos. A pesar de tratar temáticas muy actuales con colores puros y modernos, Casteel posee una pincelada clásica y tradicional semejante a la de los maestros de la pintura. 

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Njideka Akunyili Crosby

De origen nigeriano, Njideka Akunyili Crosby actualmente reside y trabaja en Los Ángeles, Estados Unidos. Este dato es de gran importancia a lo hora de entender su obra, la cual se plantea como una reflexión sobre las identidades híbridas. Su trabajo es un reflejo de la mezcla de culturas, de la combinación de elementos y símbolos que la han formado como persona. A través de su obras alude a lo que ella denomina “el tercer espacio”, un término que describe la dimensión social creada de la unión de dos culturas diferentes. En su caso, la unión de las culturas nigeriana y americana. 

En sus cuadros observamos grandes masas de pintura, es decir, zonas de silencio que contrastan con el ruido que generan los colleges. Dentro de su gran repertorio artístico destacamos los retratos y escenas domésticas con los que la artista representa acciones y elementos cotidianos de forma fluida. Cobijados en la seguridad e intimidad de cuatro paredes, Akunyili Crosby pinta a los miembros de su familia y en algunas ocasiones incluso podemos distinguir su figura a modo de autorretrato. Sus composiciones planas y profundas están llenas de información. Tal y como ella explica, “donde quiera que mires puedes reconocer algo, pero no reconocerás todo porque hay una mezcla de tiempos, lugares, culturas, continentes y clases”

A nivel artístico, otra de sus constantes es la representación del “racismo casual». En todas y cada una de sus obras plantea y expresa su disconformidad sobre la estereotipación racial de los artistas y de sus obras. De forma general a estos se les ha asignado una etiqueta que no se corresponde con la realidad. “Sentí la necesidad de reclamar mi propia existencia social”, declaró en una ocasión. 

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Kerry James Marshall

Este artista, que comenzó su trayectoria en un estilo surrealista, sostuvo en un principio que en el ámbito de la pintura ya estaba todo dicho. Años más tarde y ante la carencia de representación de la figura negra en los museos cambió de parecer. Por ello, dejó a un lado la abstracción y se enfocó en los retratos figurativos, pero sin abandonar la plasticidad propia de sus trabajos anteriores. Su obra se presenta como una denuncia al “vacío en el banco de imágenes” y con ella exige de forma directa y elegante una mayor representación de estas figuras sistemáticamente ignoradas por las galerías de arte. Además de representar a los personajes más destacados de la historia afroamericana, Marshall busca retratar a los ciudadanos de a pie en sus entornos más cotidianos. En muchas de sus composiciones apreciamos elementos no tan positivos como pueden ser la violencia, la muerte, las drogas y la corrupción.  

Judit Martín



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