
En la madrugada del 8 al 9 de octubre, Israel y Hamás han anunciado un acuerdo de alto el fuego en Gaza. La firma del acuerdo está prevista para hoy jueves, después de dos años de campaña de exterminio que ha dejado más de 67.000 personas muertas según cifras oficiales del Ministerio de Sanidad palestino.
El anuncio lo ha realizado Donald Trump en su red social, presentándose como mediador del acuerdo negociado en Egipto junto a Qatar y Turquía. Según los términos conocidos, Israel liberará prisioneros palestinos a cambio de la entrega de 20 rehenes israelíes que permanecen con vida desde el 7 de octubre de 2023. Las tropas israelíes se retirarán a una línea espacial acordada, aunque los detalles sobre esta retirada permanecen confusos.
Hamás ha aceptado el marco del acuerdo con desconfianza manifiesta. La organización palestina recuerda que Israel rompió unilateralmente el alto el fuego declarado en enero de 2025, reanudando los bombardeos en marzo. Esta vez, Hamás se agarra a la promesa de Trump de hacer cumplir los términos a Benjamin Netanyahu, consciente de que es su única garantía.
Las negociaciones han avanzado mientras los bombardeos israelíes continuaban. Hasta el último momento, las Fuerzas Armadas Israelíes han atacado Gaza con drones y aviones de combate, concentrando sus ataques en Ciudad de Gaza. En las últimas horas, soldados israelíes han disparado contra personas que esperaban alimentos en Rafah, matando y hiriendo a decenas. Según Naciones Unidas, 1.200 personas han muerto en las colas del hambre.
La población gazatí ha sido sometida a desplazamientos forzosos masivos, destrucción de infraestructuras médicas y hambre deliberada. Israel ha hecho de hospitales y centros de salud objetivos militares prioritarios, crímenes de guerra según el derecho internacional. La comunidad internacional y organizaciones de derechos humanos han calificado la situación como genocidio.
Hamás ha exigido la liberación de prisioneros políticos palestinos, entre ellos Marwan Barghouti, líder de Fatah que cumple cinco cadenas perpetuas por su participación en la Segunda Intifada. También ha solicitado la devolución de los cuerpos de Yahya y Mohammed Sinwar, líderes asesinados por Israel.
La pregunta que permanece es si este acuerdo será respetado o si, como en ocasiones anteriores, se convertirá en otra tregua efímera mientras el sufrimiento de la población civil continúa.
Redacción Afroféminas

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